Teatro Lara

Aunque el teatro por fuera no llama la atención en particular, su interior es bonito y elegante. Es un edificio antiguo pero bien conservado.
Sí, que es un teatro, sin embargo nunca he ido a ver un teatro sino por varios conciertos de jazz.
Es uno de los sitios que me encantan porque vienen grandes músicos internacionales como Brad Mehldau, Christian McBride, Dave Douglas, Chano Domínguez o el Niño Josele, por lo que sin duda es una gran referencia hasta para los de fuera. Dicho sea de paso, el de McBride fue el mejor concierto en el que asistí en mi vida.
Una entrada de conciertos de esta índole suele costar unos 20 – 30 euros.
Considero un precio razonable teniendo en cuenta la calidad de los conciertos que se dan, y también comparado con el de otros teatros.
Cuando se trata de conciertos que organiza el Club 1906, en el vestíbulo se ofrece una rica cerveza 1906. Esto ocurre de vez en cuando aunque ellos dicen que lo hacen siempre. De todas maneras me parece un detalle genial, además la cerveza es de grifo y la tiran requetebien.
Lo que no me parece de todo bien es que abren su puerta con sólo 10 minutos de antelación. Si ya es poco tiempo solo para entrar y sentarnos, ¿qué pasa si te tomas una cerveza ofrecida dentro?
La mayoría de la gente la deja a medias para sentarse mientras que algunos valientes se la toman de un trago. El resultado — las copas dejadas por todas partes, un desorden total.
Divulgan y promocionan muy bien, pues promueven y publicitan sus ofertas culturales en las redes sociales, e incluso hay sorteos para entradas gratuitas de alguna que otra obra de teatro.
Otra ventaja de este teatro es que a su alrededor hay un montón de restaurantes y bares interesantes.

Uno de mis teatros favoritos de Madrid.
Lo primero por lo bonito que es. Es que es precioso de verdad. Un patio en forma circular, un poco escalonado y con buena visión casi desde cualquier sitio. Los anfiteatros, a nivel de visión, los tengo menos controlados en este caso.
La programación suele ser cultureta y menos comercial. También tienen conciertos.
Otra de las cosas que me gusta de este teatro es que tienes millones de sitios para tomar algo al salir. De verdad, eso es un lujo.

Cada vez que tengo que ir al Teatro Lara me entra la ansiedad. El teatro es bastante pequeño, y la visibilidad muy reducida, las obras son siempre muy recomendables, por esto que vuelvo, pero a decir la verdad que si no hubiese encontrado el 50% de descuento en internet, hubiese evitado ir.
Tiene de positivo que las obras están bien, la selección es muy buena, es un teatro central y se aparca cómodamente en el parking de plaza de la luna. Tiene de malo que las colas fueras son muy largas, que las butacas están asignadas según la orden de llegada y que (sobre todo en la sala OFF que es en la que más he estado) el 20% de las butacas tiene buena visibilidad mientras que el 80% restante tiene columnas que molestan bastante. Tiene la pinta de ser una sala de ensayos reconvertida a sala secundaria, y es una lástima porque el sonido de la sala principal se cuela en varias ocasiones y no sabes exactamente porque.

Además de su estratégica localización para comer antes o después, en una calle cuajada de restaurantes, destacar su buena programación y estupenda acústica. Un teatro de aire clásico y pequeñito en el que te divertirás con obras como Burundanga y te emocionarás con otras como La llamada. El precio es más que razonable.
Conclusión: Uno de mis espacios más entrañables de Madrid.

Tiene algo especial un «qué se yo, yo que se» que me hace apreciar mucho este teatro. En los últimos años se ha convertido en el punto de encuentro de gente joven con ganas de ver un teatro que va de boca a oreja. «Burundanga», «La llamada», «Los miércoles no existen»… son algunas de sus grandes glorias.
A mí me parece bastante cuco, pequeño, con unos asientos un poco agobiantes, pero en el que se está a gusto. También algunos conciertos los he visto ahí y la acústica es buena.
Me alegra ver siempre un teatro lleno, es sinónimo de que la gente sigue apostando por la cultura! Además, los precios acompañas, si sigues sus promociones seguramente vayas casi siempre gratis o con descuentos!

En el tiempo que llevo en Madrid, se puede decir que este es uno de los lugares que con más asiduidad frecuento, con las innumerables promociones, sorteos y precios especiales, han conseguido que aprecie el teatro y disfrute de una buena obra.
El local tiene historia, y aunque por lo grande que soy a veces me resulta un poco incomodo el asiento, no es una gran pega.
Tras la inauguración hace un año de la sala off, tiene en cartel más obras, y han mejorado en la puntualidad, que era un gran defecto que tenían. La pega es que en la sala off no están numeradas, y aunque recojas las entradas con tiempo, y te vayas a tomar la caña previa, tienes que hacer cola para coger buen sitio. En verano y si esta sala está completa, se puede pasar calor, como en alguna que otra ocasión me ha sucedido.

Este viejo teatro de principios del siglo XIX conserva la decoración y la estructura que tenía prácticamente desde que abrió. Se pueden ver en él desde obras de teatro a conciertos de música, y merece la pena ir hasta la entrada para ver esa organización del espacio, que ya no se lleva en los teatros actuales, con la taquilla dentro. Es de los pocos teatros decimonónicos que se conservan tal cual en Madrid.

Uno de los teatros con más encanto de Madrid. Acostumbran a programar comedias y conciertos. A la hora de comprar entradas por Internet hay que tener en cuenta que te puede pillar una columna enmedio en los laterales del patio de butacas. Si está todo lleno salvo un par de butacas junto a un hueco sospechoso ya sabes lo que es. A mi me pasó viendo La Llamada –totalmente recomendable– pero la verdad es que pude ver la obra bastante bien. Aún así, lo hubiera visto mejor sin columnas. También me invitaron al palco para ver el fin de gira de Fuel Fandango y he de decir que asistir un concierto en ese marco es toda una experiencia. Mención aparte merece su sala off, un espacio pequeño situado bajo el teatro propiamente dicho donde programan obras más alternativas que han triunfado en la escena más underground de la capital. Tengo una amiga que trabaja en El hombre con las gafas de pasta y me invitó a ver la obra y la verdad es una alegría que este tipo de obras que surgen de espacios como La casa de la portera o La pensión de las pulgas puedan llegar a un teatro de los de siempre como es el Lara. Eso sí, si la obra es multiespacio, uno de los grandes atractivos de estos lugares, tendrá que adaptarse. Por cierto, suele haber promociones de Estrella Galicia con los que te pueden invitar a los conciertos y a una cervecita antes de entrar, así que no está de más mirarlo. Lo dicho, es un lugar mágico aunque podría ser algo más cómodo.

Sentimientos encontrados para este teatro de instalaciones anticuadas (o con encanto) y acústica mejorable. Se agradecen aún así los espectáculos arriesgados de su sala ‘en Off’ y los precios económicos.
En más de una ocasión ha ocurrido que las obras comenzaron hasta 45 minutos después de la hora programada, posibilidad que el teatro no advierte en ningún momento durante la adquisición (presencial o telemática de entradas). Pero claro, ya que estás allí, pues esperas…
Desde que Estrella Galicia está de por medio suelen regalar una consumición para amenizar dichos retrasos.
Vivir un concierto en un teatro choca y emociona a partes iguales, lo recomiendo.

Teatro de los que tienen solera y encanto a partes iguales. Te sorprende cuando entras y te encuentras esas pre-​salas con esas maravillosas columnas de hierro de imagen de finales del S. XIX — principios del S XX. Una vez pasas al teatro… ¡quedas maravillado! Espacio de pequeñas dimensiones y muy recargado… dorados, pesados telones, frescos en el techo, palcos rodeando el espacio con una cuidada imagen, todo lo que sueñas al pensar en un teatro de hace más de un siglo. Un rincón de Madrid de los que nunca se deberían perder.

Parece mentira que, de todas las veces que he estado por aquí, nunca había entrado al teatro Lara. El otro día por fin tuve la oportunidad y la primera impresión fue buena.
La verdad es que quedé sorprendida al encontrar un espacio del s. XIX con fresco agrietado en el techo y patio de butacas de estilo tradicional. Se diferencia de otros teatros de época madrileños en el aire popular de la sala principal (hay dos) y en su menor tamaño; algo que lo hace más encantador y merecedor del sobrenombre de «la bombonera». Algunas butacas están apadrinadas y puede verse el nombre del benefactor en pequeñas placas doradas en cada uno de los asientos, bastante cómodos para mi satisfacción personal. El precio de las entradas resulta asequible y, además de representaciones dramáticas, pueden verse conciertos y otros eventos que se anuncian en su web.
Dicen que la acústica es buena y, a pesar de no ser una experta, puedo decir que oí todo perfectamente, hasta las risa imparable de una mujer en la parte derecha de la sala. Es aquí donde le pongo el punto negativo, porque la obra que vi, «Burundanga», no hubo por donde cogerla. No quiero extenderme demasiado, ya que lo que comento aquí tiene que ver con el teatro en sí y no con el espectáculo de turno que fui a ver; sólo diré que es un tipo de humor con el que no conecto. Se la recomiendo, eso sí, a todos los admiradores de Matrimoniadas, La que se Avecina y comedias por el estilo, porque me pareció del mismo origen e inspiración.
La ubicación del Lara, además, no puede ser más idónea y, dada la inmensa variedad, casi puedes tener problemas para elegir dónde tomar algo una vez terminada la función.

El teatro que más he visitado con diferencia en Madrid, muy bien situado si antes o después de ir (depende de la hora) quieres tomarte algo (como en el cercano Byblos o en la cafetería Italiana de enfrente)
El grueso de su repertorio de obras son comedias pero de vez en cuando puedes encontrar alguna joyita en forma de drama como fue el off «Confesiones a Alá»
De la actual cartelera en la sala principal recomiendo la comedia-​musical La Llamada y la comedia Burundanga (que imagino cuando acaben sus temporadas regresarán al año siguiente)
Por otro lado, de vez en cuando sacan bonos para poder ir a ver toda su cartelera (pero ojo que el bono no te garantiza entrada para ninguna obra así que saca tus entradas lo antes posible o con tiempo suficiente después de adquirir el bono)
Si les sigues en las redes sociales también verás que de vez en cuando organizan sorteos de los que de verdad tocan :)

Tan pequeño como acogedor, es genial ver conciertos en un lugar así :) una pena lo de las columnas que tapan la visibilidad, suerte que no me ha tocado vivirlo.

Cómo molan los teatros con telón de terciopelo rojo.
Ubicado en pleno centro, un peqeueño teatro coqueto y con una variedad enorme en su programación. Molan especialmente las obras del Off-​lara que se representan en el vestíbulo del teatro. Al que, eso sí, hay que adecentar un poco.

He estado en el teatro Lara en bastantes ocasiones, la primera vez estuve en un concierto Milow, tengo que decir que el sonido del concierto fue muy bueno, incluso en un momento desconectaron y se pusieron a tocar en medio del teatro escuchándose perfecto, muy acogedor. Además he estado en varias obras de teatro gustándome mucha la de Ángel Martín, burundanga y los miércoles no existen. Siempre intento aprovechar las entradas anticrisis ahora a 5 €. Como parte negativa nunca empiezan a su hora.

Precioso teatro en pleno centro de Madrid. De tamaño más bien pequeño y con mucho encanto cuenta con una acústica buenísima.
Además de obras de teatro están programando bastantes conciertos y los dos a los que yo he tenido el placer de asistir han sonado de maravilla. En ambos he tenido muy buena visibilidad, tanto en el del Grupo de Expertos Solynieve en el que tenía muy buen sitio en el patio de butacas, como en el de Lee Ranaldo en el que estaba en el segundo o tercer piso.
Cuenta con un pequeño ambigú a la entrada en el que tienen cerveza Estrella Galicia, marca que en los que conciertos que son patrocinados por ella te invita a una cerveza gratis con la entrada.

He estado en el Teatro Lara muchas veces, en una ocasión para un concierto acústico, y el resto para obras de teatro. La oferta es muy variada, y las entradas tienen muy buen precio, entre los 5 € (entradas «anti-​crisis») y los 25 €.
A veces también tienen funciones especialmente dedicadas al público infantil, con horario y precio ajustados al presupuesto de una familia.
En mi experiencia las sesiones empiezan con relativa puntualidad (unos 10 minutos de retraso), hay acomodadores y la sala es acogedora. Además el edificio conserva su elegancia de antaño y te traslada a otra época.
El único aspecto negativo es que las sillas no son muy cómodas, y hay poco espacio para las piernas. Por eso no le puedo dar 5 estrellas. Por el resto, es una sala con mucho encanto.
Además si te suscribes al boletín de noticias del Teatro te informan puntualmente de todos los estrenos y puedes participar en concursos para asistir a funciones de forma totalmente gratuita. A mí ya me ha tocado varias veces, así que es cuestión de probar suerte. Algunas veces también sortean entradas para los ensayos generales, en los que tienes la oportunidad de conocer a los actores.
Y aprovechando para hacer recomendación de una obra, si te gustan las comedias, no puedes dejar pasar la oportunidad de ir a ver «Los miércoles no existen». Te reirás, cantarás y bailarás. ¿Qué mas se puede pedir?

Un teatro precioso de finales del siglo XIX en el que se estrenaron grandes obras de principio del siglo XX. Se mantuvo activo durante un siglo y tras unos años de cierre reabrió en los años 90. Desde entonces, he asistido a diversos espectáculos teatrales pero en los últimos años he disfrutado sobre todo de conciertos de pop. Una estupenda iniciativa ésta para un máximo aprovechamiento de un lugar tan emblemático.
Las instalaciones, aunque se siguen aplicando mejoras, son algo viejas y en ocasiones los asientos no son los más cómodos del mundo, en particular para las personas muy altas, ya que es posible que encuentren problemas con el espacio existente entre filas, sobre todo si hablamos de los palcos. También hay que decir que a partir del segundo nivel de altura la visibilidad se va perdiendo y hay espectáculos de los que no guardo el buen recuerdo que debería por esta misma razón. Mi recomendación es que, siempre que se pueda, se intente comprar entradas en la platea y en asientos lo más centrados posible.
Por lo demás, vale la pena disfrutar del teatro por dentro y de propuestas tan atractivas como los conciertos infantiles los fines de semana por la mañana o las propuestas escénicas en el hall dentro de su programación OFF.

Teatro mítico en Madrid!
Creo que hay poco sitios mejores que el Teatro Lara, para ver un concierto acústico o una pequeña obra de teatro en Madrid.
Una gran acústica y decoración, que te traslada de cierta manera aquellos tiempos en los que la gente se emocionaba en el teatro.
Por que solamente 3 estrellas?
1– Como ya ha sido comentado anteriormente en otros comentarios, la visibilidad de algunas butacas no es del todo «visible», ya que o te plantan una columna entre el escenario y tu asiento o por el contrario estás tan escorado que solamente puedes ver una sección del escenario.
2– El retraso al comienzo, ya que en nuestro caso empezó con casi media hora de retraso.
3– La atención por parte del personal que allí se encontraba no fue del todo profesional.
No obstante como he comentado antes, no dudaré en asistir al próximo concierton acústico que aquí se realice.

No sé si es culpa del promotor o del gestor de la sala, pero el caso es que me veo en la obligación de retirarle una estrella al Teatro Lara. Es quizá uno de los sitios más bonitos de Madrid donde se hacen conciertos, eso es totalmente cierto, y la acústica es muy buena (luego ya depende del grupo en cuestión y del técnico de sonido si suenan bien o suenan mal).
Pero lo que no es de recibo es que te vendan como «Visibilidad completa» una butaca que, claramente, tiene una columna delante y bloquea la visión un cuarto de escenario. Al final el concierto era más animado de lo que parecía, y la gente se levantó de sus butacas y al final el tema de la columna dio más bien lo mismo, pero el hecho es que si hubiese tenido que estar sentado allí durante casi hora y media, me hubiese perdido una buena parte de lo que pasaba en su escenario…

Don’t miss an opportunity to see a show here. Whether it be a concert, a play, a lecture or reading, you will be enchanted. We were first here a few weeks ago to see a concert, and what a truly wonderful place to see a live, intimate show. The capacity is around 500 persons divided between 3 or 4 balconies and floor seating; the newly installed red retro chairs are fine; good views of the stage and excellent accoustics. The building’s architecture and décor hails from the «modernista» (Art Nouveau) era which can easily stir the imagination and certainly adds reverence and delight to any show.
The best way to inform about upcoming shows and obtain tickets is by jumping on their website.