De un tiempo a esta parte, todas las tiendas autoservicio de Madrid se han convertido en auténticos lugares lúgubres, que da cosica verlos. En el caso de los productos frescos, como puede ser la verdura o la fruta, esto es todavía peor, porque muchas cosas se terminan pudriendo, salen bichos… ELHORROR. Yo me he enfrentado a algunos lugares en los que muchas veces, la fruta parecía dispuesta a hablarte. No es el caso de alimentación Manolo. Me atrevería a decir que el precio es un poquito superior a la media, pero casi ni se nota. A cambio, una tienda pulcra, bien iluminada y donde sabes perfectamente lo que estás cogiendo. Una semana después, los tomates que compré siguen aguantando, a diferencia de los que he comprado en algunas grandes superficies, que me han durando nada y menos en la nevera.