Taj Mahal

El menú del día está bien, cantidad normal, calidad, como cualquiera de los 10 de la zona, precio, pues en relación con los que he probado en alemania, mal, pero en el resto de España, esto sería una ganga

Cuando se trata de comer comida india, la calle Lavapiés es siempre uno de esos sitios en los que tienes cientos de opciones diferentes, a cada cual más ecómica. Eso sí, si vas a tiro hecho hay que esquivar los miles de ganchos que te asedian por la calle, intentando que comas en su restaurante. Es algo que hay gente a la que le molesta bastante, yo más o menos me he acostumbrado y además he de decir que la mayor parte de los ganchos son muy educados y simpáticos, y tampoco es que corran detrás de ti para que te sientes en uno o en otro.
Como esa noche hacía frío comimos dentro, y decidimos mejorar un poco más nuestra experiencia pidiéndole al camarero que nos lo pusieran todo un poco picante. Yo al final sudé tinta, porque me gusta el picante pero hasta un cierto límite, aunque la verdad es que estaba bastante bueno, tanto el pollo tikka masala como la samosa que nos comimos al principio.
La cosa falló estrepitosamente en el postre. Mi helado de pistacho tenía más bien pinta de ser helado de wasabi, porque el color verde era tan intenso que aluciné en colores. Y al comerlo, la realidad es que era más bien hielo. Pide otra cosa o no pidas postre, porque no merece la pena para nada…

El menú de mediodía es barato y te dan un montón de comida.