Taberna de Goyo

Paso de croquetas de 1g a 8 pavos, piden comer si coges mesa; asi que mi no gustar Goyo.
Si que es cierto que convence desde su vista exterior, amplio y con bastantes mesas .Pero esta muy orientado a comer-​cenar-​picar, asi que la opcion de barra con caña sin pincho no es muy loable.
En fin, uno mas de estos luagres que estan abriendo por la zona.

Caímos aquí para refugiarnos de la lluvia ciclogenética y ante una improvisada escisión (casual y no violenta) en nuestro grupo de amigos a causa del tabaco, principio y fin de todos los conflictos venideros. Parecía un sitio agradable y no estaba muy lleno, la gente incluso se comía lo que les ponían en los platos… Pues mal. Para empezar, los camareros se mostraron bastante secos y desagradables, y eso que muy agobiados no estaban. Hey, tíos, a mí tampoco me gusta nada trabajar, pero este imperio que tengo montado no se mantiene solo.
Por otro lado, es una taberna española con una pared colgada de jamones, pero los únicos vinos blancos que tienen son gallegos, y ni siquiera les queda muy claro. Y sí, ya sé que el jamón va con tinto, era solo para ilustrar gráficamente una disonancia cognitiva.
El detalle de la tapa de patatas fritas de bolsa y ultra-​saladas… A ver, es La Latina, y sabemos que aquí la costumbre es pagar por los pinchos que comes, pero un plato de patatas fritas chungas para 6 personas no es la carta de presentación más adecuada.
Para colmo, la cuenta estaba mal (y eso que una consumición por persona no daba para excesiva aritmética). No es que yo sea muy fanático de esta zona porque me agobian las grandes multitudes y las apreturas pero, si me da por volver, ya sé dónde no entraré.