Un 2.5 sería lo justo, pero como hay medias estrellas, pues le pongo el 2, ¡hale! Bueno, tenía muchas ganas de probar el 80 grados y la verdad es que me ha decepcionado. Esperaba irme sorprendida y satisfecha, pero no ha sido así por varios motivos, uno de los cuales es el principal: ELSERVICIO(channnn channnn chaaaaaaaaaaann!!!) No me parece normal, repito, NOESNORMAL entrar a las 8:50 y que te estén despachando a las 9:30, no lo es. Me parece patético disfrazar un local de ambiente de moda, con su decoración, su carta y sus miniplatos y que la camarera te diga de primeras que deprisa y corriendo, que nada de sobremesas. Bueno, no te lo dice así, pero te posiciona en que nada de eternizarse con un «¿Habeis estado antes aquí chicos?» Para decirte a continuación que esto va rapidito: MAL Bueno, ahora la comida: la verdad es k está bien, tampoco me sorprendió, para ser honestos. El huevo trufado sabia igual que el que ponen en Wogaboo, sólo que es la mitad de ración y viene en vaso. El salmorejo con helado de parmesano sí estuvo a la altura; pero la pizza y la tosta de champiñones nos dejó bastante indiferentes. La pizza se cortaba con una tijera ¿de cars? Bueno, lo mejor fue la leche con galletas, tampoco voy a ser tan malvada, eso FUELACAÑA. ¿Volveré? Probablemente no, me ha molestado especialmente el rollo de ir a toda caña y no dejarte disfrutar del momento tranquilamente. No merece las 3 estrellas porque en el Vips(que es basura) me dejan charlar un rato con mis acompañantes(que manda narices).
Fer A.
Classificação do local: 5 Madrid
En la oleada de gastrobares con la misma carta, sacados del molde con identica decoración uno empieza a estar escamado y harto. Los miró con recelo. Me gustan los sitios originales, y hacer lo mismo que el resto de originales no lo es. Soy un rancio, lo reconozco. Pero si quiero clones, me voy a una franquicia. La tagliatella mismo, que es monilla. Soltada la coz, este gastro-bar-restaurante no innova en la decoración. Ladrillo visto, madera raspada, decoración eclectica, no me fije si había una bicicleta colgada… Les sonará. Se sale del molde por la calidad, variedad y originalidad de los platos propuestos. El servicio y la atención de 8. Muy majos, algo apollardados pero más agiles que la media de malasaña. Las mesas, muy juntas, con menaje normalito, la presentación de los platos es original. Su propuesta consiste en mini-platos para probar de muchos y de todos, compartir y saborear al menos 4 platos y 1 postre por cabeza, sin dejarse un riñón y un ojo por el camino. La presentación de los platos es curiosa y la comida está muy buena. Claramente el huevo trufado sobre parmentier de patata es un must. Bueno, el mérito es de la trufa y ya muchos copian la propuesta, pero es que la trufa está rica oye. El salmorejo con helado, sabor curioso, pero no me acaba de completar como persona humana. El cochinillo sin embargo me pirro. Y mi acompañante, que no comparte mi ranciedad sobre la reiteración culinaria de los gastrobares pidió tartar de salmón que le gusto sin emocianarla. El postre, nos tiramos por recomendación del camarero a leche con galletas y oye, muy rico. 35 € para dos con 4 platos y postre, sin vino. Nada mal. Muy recomendable. Ahh! la cafetera una monada y el café una delicia.
Johanna F.
Classificação do local: 4 Malmö, Sweden
Fun and good food served by happy and professional staff! Very busy so book a table!
Clara Á.
Classificação do local: 3 Arganzuela, Madrid
Este sitio tiene para mi 3,5 estrellas. El sitio me gusta, la comida está rica y el precio es razonable, peeeeero… lo siento, odio tener que esperar 1h cada vez que voy porque no aceptan reservas. Siempre está lleno y me desespera esperar tanto para cenar. Eso sí, luego las cenas son cardíacas, te sacan los platos al segundo y al ser pequeñas raciones, en 30−40min estás fuera. Por lo demás, consejos, pídete al menos dos platos y un postre. Bebe destinto de verano y, no lo dudes, de postre la leche con galletas. De los platos siempre me pido el huevo trufado, pero hay a quien le gusta y quien lo odia. El tartar de salmón no está malo, el solomillo lo piden muchos pero a mi no me gusta. Espero que sobreviváis y si tardáis menos de 1h en entrar decidme el truco ;)
Jacqueline C.
Classificação do local: 4 Newton, MA
Love the presentation of food here. We also love the falso risotto and the gnocchi tapas. Also try their tinto de verano!
Teresa R.
Classificação do local: 1 Sevilla
El numero que aparece no pertenece al restaurante de malasaña . Deberían tener más cuidado en este tipo de detalles ya que el prestigio que tiene el lugar no es apropiado.
Diego J.
Classificação do local: 3 Madrid
Restaurante que se encuentra en la calle de Manuela Malasaña, junto al metro Bilbao. La decoración es la que encontramos ya en todas partes, paredes de ladrillo visto, conductos de aire acondicionado a la vista, etc.(¿A alguien más empieza a cansarle esto?). Tiene una lámpara muy bonita con el logo de la casa que va cambiando de color. Un gran fallo que le veo a este local es que está, literalmente, abarrotado de mesas. Entiendo que quieran sacar el máximo provecho, pero roza el ridículo ver como los camareros tienen que ir de un lado a otro esquivándose entre ellos e intentando no dar con las bandejas a los clientes en la cabeza. Esto provoca también que el nivel de ruido sea enorme y tengan que poner la música alta. Al final es complicado hablar con la gente de tu mesa o con los camareros. Por último, decir de las mesas que muchas estaban calzadas para evitar que se movieran. La mía tuve que pegarla contra la pared para evitar el molesto vaivén. Sobre el servicio poco que comentar. Hacen bien su trabajo, son muy amables y saben aconsejar. El compás es eficiente y siempre suele haber cerca alguien aunque el local se encuentre abarrotado. Consiguen moverse con soltura entre las mesas, cosa complicada con todas las que hay. Tan solo diría que, igual que limpian las mesas tras cada«ronda», podrían hacer lo mismo de vez en cuando con las sillas porque las nuestras estaban algo sucias. Pero nada dramático ni mucho menos. La carta consta de dos secciones principales de mini platos, unos fríos y otros calientes. La idea es acercar a un precio reducido platos creativos, y lo consiguen hasta cierto punto. Platos curiosos, atractivos y algunos muy buenos pese a abusar de algunas texturas repetidas en muchos de ellos. Empezamos con un salmorejo con helado de parmesano que estaba muy bueno. La textura del salmorejo era increíble. Me encantó. Seguimos con la ensalada de quinoa con queso de cabra(algo flojo el queso) pero con una salsa de tomate en forma de bolitas que quedaba riquísima. Este plato también nos gustó mucho. Seguimos con el royal de foie con Pedro Ximenez y frutas liofilizadas. Correcto, las frutas y el PX combinan muy bien con el foie, pero este estaba un poco soso. Terminando con los platos fríos. Una de las decepciones de la noche fue el steak tartare con helado de mostaza. Una buena idea, pero no terminé de encontrarle la gracia. El tartare no me pareció nada bueno de sabor, muy seco y sin gracia, creo que incluso la carne estaba ligeramente pasada… Los platos calientes. Empezamos con el huevo trufado. Muy bueno y la idea muy curiosa. Combina muy bien esas espumas con las patatas paja. Luego la hamburguesa. Muy buena, tiene una presentación muy curiosa, en una mini caja de hamburguesas para llevar. Lo aconsejo, me gustó mucho como estaba preparada la carne, un sabor y punto excelentes. Terminamos con el solomillo de cerdo con costra de romescu. Sin estar malo, no tenía nada especial. Le falta la originalidad del resto de platos. Yo optaría por otro plato caliente. Los postres me encantaron, tanto el de limón como la leche con galletas. El primero viene presentado en varias texturas y muy bonito. El segundo, con fondo de chocolate, mousse de galletas y trocitos de galletas maría por encima, me encantó. ¡Me apasionan las galletas! Y este plato consigue presentarlas de una manera diferente pero sin esconderlas. Resumiendo, un local con una carta muy interesante, a un precio muy justo y que merece la pena volver sin duda alguna. El problema es el nivel de ruido y la cercanía del resto de mesas. Agobia mucho en ese sentido, pero mucho. Sin duda es un lugar al que se puede volver sin duda alguna, la carta y la simpatía del personal lo merecen. P.D.: Sólo aceptan reservas de lunes a miércoles. El resto de días hay que llegar y hacer cola. Normal viendo la de gente que quiere comer en el restaurante y lo mal quedas que somos en esta ciudad con las reservas.
Javi S.
Classificação do local: 4 Madrid
Fui un martes, y menos mal que reservé porque estaba lleno, buen presagio a parte que ya habia leído por aquí buenas criticas. Servicio amable, atento y rápido, y comida espectacular. Salmorejo con helado de parmesano, croquetas de boletus, bocata de calamares en pan de cristal, solomillo con costra de romescu, huevo trufado y tartar de salmón con aguacate. Todo espectacular, y de postre leche con galletas, a lo tradicional, pero sorprendente. No fue excesivamente caro, unos 20 € por persona, no sales rodando pero si a gusto.
Marta M.
Classificação do local: 5 Madrid
Tras numerosas recomendaciones, dos amigos y yo decidimos descubrir por qué este lugar está tan bien considerado por gente de todas las edades y preferencias musicales. Fuimos un viernes a comer sin reserva y no tuvimos problema en encontrar sitio, aunque había gente no estaba lleno. Eso sí: por lo visto entre semana está imposible y hay que reservar de antemano. Empezamos con uno de sus distintos de verano que, oye, animan a cualquiera. Nos faltó tiempo para buscar cómo elaborar esa espuma de limón y probar nuestra propia versión de esta refrescante bebida. Como era viernes, pudimos optar por uno de los menús; la diferencia entre ellos: el precio(12,50 € y 13,90 €) y la variedad de platos a elegir. En líneas generales nos ofrecían lo mismo así que nos lanzamos hacia el menú más económico. Entre los tres probamos: el salmorejo con helado de parmesano y jamón ibérico, la ensalada caprese, las bravas, los gnoccis, las croquetas de boletus, el falso risotto y el huevo. De postre, la tarta de queso con helado de frutos rojos. Parece mucho, pero los platos rondan entre la tapa y el plato(no en vano los llaman MINIPLATOS) pero sales del local lleno y muy satisfecho. La única pega que puedo ponerle a la comida es que el risotto estaba algo duro. El servicio, excelente. Tengo la teoría de que tienen ensayado el tiempo en el que coger los platos y limpiar las mesas porque, hacedme caso, eso no es normal. Además, algo muy curioso es que te traen todos los platos sin orden alguno, conforme salen, los tienes. Sin embargo son muy rápidos y no pasa mucho tiempo hasta tener la mesa llena de platos! El local está muy bien decorado, modernete con el rollo malasañero con estilo. La música sonaba guay, pero al ser hora de comer no estaba muy alta, pero imagino que es un sitio genial para cenar y disfrutar de buen ambiente antes de tomar unas copas. Os animo a que lo probéis(preferiblemente por la noche), para así poder leer que escribís y saber qué me puedo encontrar cuando vuelva!
Delphine L.
Classificação do local: 4 Ixelles, Belgique
Que dire ? Un dimanche soir avant de laisser mon amoureux rentrer au plat pays je suis les conseils d une copine qui me parle de ce resto depuis des semaines. un mot pour resumer la soirée: surprenant ! Tout est bon, frais et présenté de façon très originale. Le tinto de verano est à tombé raide. Deux plats chacun, les fingers de poulet et le fameux dessert pour lequel on né pose pas de question, 30 € pour deux on a bien mangé et le cadre était au top. Je recommande vivement ! Ps: pensez à réserver en fin de semaine ;)
Ladyjane S.
Classificação do local: 3 Cambridge, MA
Not my favorite place to visit, as the service is not entirely the most friendly, but if you come for anything it should be the huevo tartufo. I have no idea what it is still but it is very very good.
Monica G.
Classificação do local: 4 Malasaña, Madrid
Un viernes de cena por el barrio. Me gusta la idea d mini platos para poder probar y compartir… Creo q acertamos con lo que pedimos Tomamos ensalada de pato, tartar de salmón y fingerchips de pollo para compartir. Después una mini hamburguesa cada uno q estaba realmente buena. De postes, la leche con galletas(postre de la casa) y tarta de queso. Dos pegas bastante importantes, una lo cerquisima que están las mesas. No solo puedes escuchar y participar en la conversación de los de al lado, sino que en ocasiones los camareros tienen serias dificultades para no darte un golpe mientras sirven otras mesas. Y el tema de las reservas, tómate con paciencia el riguroso orden de llegada!!!
Javier S.
Classificação do local: 5 Chicago, Estados Unidos
Un restaurante con un servicio rápido atento y muy amable. La comida esta muy buena y al ser las raciones pequeña puedes probar muchos platos. Muy recomendable el distinto y el postre de leche con galletas.
Javier M.
Classificação do local: 4 Madrid
Harto de restaurantes hiper-modernos, carísimos y mal atendidos, que tanto proliferan últimamente por la zona de Malasaña, llegué a ’80 grados’ con la esperanza de que este local no fuera el último descendiente de esta selecta estirpe. Y, por suerte, así fue. He de confesar que el hecho de ver las mesas tan juntas me produjo rechazo en un primer momento, pero en cuanto abrí la carta, desapareció. Y es que… ¡me apetecía probarlo todo! Finalmente, aposté por el dis-tinto como bebida(imprescindible probarlo aunque no seas un fanático del tinto de verano. Este está buenérrimo) acompañado de un salmorejo, un steak tartare, un tartar de salmón y raviolis de pollo. Sinceramente, no sabría con cuál de los cuatro quedarme. Todos estaban espectaculares. Y el postré no se quedó a la zaga. Optamos por uno de los buques insignia del local, la leche con galletas. ¡Eso se merecía un monumento! Si bien es cierto que las raciones no son abundantes es una buena opción para una cena en la que no te apetezca volver rondando a casa. Aquí no destaca la cantidad, sino la calidad y por un precio bastante aceptable(alrededor de 15 – 20 € por persona). Sin duda, me dejaré caer por ahí más de una vez para probar los platos que quedaron pendientes durante esta primera visita.
Eugenio S.
Classificação do local: 4 Madrid
Tengo yo un amigo de esos finos, finos. Y claro, cuando me propone sacarlo a cenar pues me esfuerzo por llevarle a sitios que sorprendan gastronómicamente. Y 80 grados lo hace, y lo hizo. Animado por los comentarios en esta, mi querida comunidad, y por la recomendación de una blogger de cocina amiga mía que había estado hace poco(ya sabéis que la opinión de un influenceeeer vale por 2) me decidí por el 80 grados, y como fui prontito y era martes no llamamos para reservar. De la carta probamos: — Los huevos trufados: muy ricos, aunque con poco sabor a trufa para mi gusto. Mola que lo pongan en un vasito. — El royal de foie: lo menos sorprendente, es básicamente un tarrito de foie con unas verduras deshidratas por encima. Y además viene sin pan, qué menos que unas tostitas para acompañarlo. — El falso risotto de gambas: muy rico, es falso porque en realidad no es arroz sino una pasta que me recordó a los gurullos almerienses. ¿Esto se considera spoiler? — La caldereta de langostinos: RECOMENDABLE100%. A base de leche de coco, cilantro y lima(si no me equivoco). — El bocadillo de calamares: riquérrimo, el pan cristal que explota cuando lo muerdes es lo más. — Solomillo con salsita de algo: perdonadme pero no me quedé con el nombre. Correcto, rico pero sin más, es un pedacito de solomillo asado con una salsita al lado. — Tartar con helado de mostaza de dijon: muy bueno, sorprende el helado y su intensidad, que combina a la perfección con la carne en forma de albondiguita. — El postre: de verdad, el mejor postre que he probado hace tiempo, Leche con Galletas, cómo hacer de lo mundano un postre de 10. Bravo. Todos los platos cuentan con una presentación muy chula, y tienen detalles cool como el que la salsa de las bravas venga en una especie de gotero. El servicio estuvo majo y atento, la verdad. Y aunque son rápidos no sentí mucho agobio. Como puntos negativos: la cercanía de las mesas que comenta Lolo, casi estás cenando con los de al lado. No tienen copas de vino, horreur, ya que si pides un vino de 20 € qué menos que tomarlo en su copa de Borgoña, nos ofrecieron unas de balón pero no es lo mismo. Y por último, esto no se si es bueno o malo pero OJO los platos salen sin orden ninguno y todos a la vez, rapidísimo, así que es mejor pedir dos rondas que todo a la vez.
Jean S.
Classificação do local: 4 Madrid
La cocina es minimalista, pero en el buen sentido. Llaman a los platos«miniplatos», con lo cual, la idea es pedir y probar varias cosas. Recomiendo encarecidamente el huevo trufado con patatas y jamón y el salmorejo con parmesano y jamón ibérico. Otro punto a favor: tienen carta para celíacos e incluso para embarazadas.
Rosa G.
Classificação do local: 3 Madrid
Me habían hablado bien de este sitio así que lo tenía en mi lista de pendientes de Malasaña desde hace más de un mes. Por fin el viernes a mediodía nos pasamos por allí a probarlo. Además de la carta, los días de diario a la hora de la comida tienen dos menús del día en el que eliges 3 mini-platos, bebida y postre. Uno cuesta 12.50 € y el otro 13.80 €, es la misma cantidad en ambos pero la selección para elegir es distinta. El problema del menú es que hay 3 grupos de mini-platos y tienes que elegir 1 de cada forzosamente. Desafortunadamente, los dos que más me apetecían estaban en el mismo grupo(de mini-platos fríos) por lo que pregunté si podía sustituir uno del grupo de mini-platos calientes más caros por otro del primero, a lo que me respondieron que no, que imposible. Que uno de cada grupo ¬¬ La verdad es que no lo entiendo, si el precio es el mismo o incluso más barato, ¿qué más dará? Es lo que no me gusta de este tipo de sitios que tiran un poco hacia la idea de cadena/franquicia. Los empleados no pueden tomar ninguna decisión, todo está cuadriculado y es A-B-C. Es la típica cosa que en un restaurante independiente en el que el dueño está detrás de la barra o en los fogones creo que jamás pasaría. Yo al final opté por pedir de la carta y como pedí menos cantidad que el menú me salió más barato incluso. La comida está bastante buena, todos los miniplatos que probamos estaban muy ricos: el «bocata» de calamares, la hamburguesa en mini-chapata, la ensalada de tomate con bonito y aceite de albahaca, el salmorejo con helado de parmesano, el huevo trufado… Eso sí, eran más pequeños de lo que me imaginaba por lo que mucha gente seguro que se quedaría con hambre pidiendo el menú del día. También me sorprendió un poco que no pusieran pan con el menú. La decoración está bien, es agradable, y el personal también es bastante amable. Como han apuntado en otros comentarios, es cierto que las mesas están muy juntas y además son muy pequeñas. Por suerte cuando nosotros fuimos acababan de abrir por lo que había poca gente, pero imagino que lleno tiene que resultar agobiante. No está mal para probar pero no lo pongo en mi lista de favoritos. Si no fuese por el precio más bien elevado y la inflexibilidad en el menú posiblemente le pondría 4 estrellas en vez de 3.
Laura C.
Classificação do local: 4 Ciudad Universitaria, Madrid
He pasado por Manuela malasaña mil veces esté año y desde q abrieron este local de cocina en miniatura al ladito del teatro maravillas, no aguanté mucho sin sentarme en una de sus mesas. En esta zona faltaba un sitio como este: nuevo, cool, de batalla, para comer algo rico a buen precio y encarar con energía las tardes de shopping. El local, amplio, espacioso de colores limpios, con mesas de madera rústica y lámparas de diseño. Agradable tanto para una reunión con amigas como para una cenita improvisada con tu chico. La comida, buena relación calidad-precio, aunque algunos de los pinchos pecan de escasos en mi opinión. Lo mejor: la mini-hamburguesa, el potito de patata-huevo-trufa y el solomillo. Para beber, hacen un tinto de verano muy refrescante con espuma de limón que recomiendo. De postre solo probé su leche con galletas y repetiré seguro! Un local para probar si pasas por la zona.
Elena G.
Classificação do local: 5 Gijón/Xixón, Asturias
Muy muy muy buen restaurante. Desde los camareros hasta el Dis-Tinto de Verano: un 10. Pedimos los fingerchips de pollo, unas patatas bravas(que llevan unas salsas espectaculares — alioli y tomates secos), huevo trufado y bocadillo de calamares. Y para terminar, el mejor postre que yo recuerde haber tomado, la leche con galletas y chocolates. Inmejorable.
Alejandra R.
Classificação do local: 4 Madrid
Este restaurante(gastrobar) está en Manuela Malasaña, en el local que antes ocupaba el malogrado Nina. Reconozco que no he llegado a probar el de las Tablas porque me pilla bastante a desmano así que no los puedo comparar entre ellos. Lo que sí puedo decir es que el sitio es muy agradable, con luces que cambian en su colorido e intensidad y con una decoración muy moderna. El concepto está entre el tapeo y el restaurante, o sea se trata de pedir varios platos pequeños para probar varias cosas pero la cocina es más elaborada. Yo probé el huevo trufado, el pollo rebozado(el rebozo está hecho con patatas chips) acompañado de salsa de miel y mostaza y la ensaladilla rusa verde. De postre, la leche con galletas y la tarta de chocolate 2.0(mas bien un mousse de chocolate sobre una base de bizcocho y cubierta de bolitas estilo«peta-zeta»). No se si tuvimos suerte o todo está igual de rico porque la verdad es que salimos encantados. Como puntos negativos, aunque creo que viene implícito en el concepto de local moderno, la música está bastante alta, las mesas son casi comunales y con el éxito que tiene, no aceptan reservas más que en el primer turno.
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
Estaba deseando que llegase a un punto algo más céntrico este restaurante que tan buen renombre se ha ido forjando en la zona en la que fue abierto originalmente: Las Tablas. A mí ese barrio me queda algo lejos, así que me alegré sobremanera cuando me enteré de que iban a abrir uno en Malasaña. Aunque eso haya supuesto la desaparición del Nina, toda una institución en el barrio. El local está bastante bien, con luz cambiante y bastante original en cuando a su presentación. La idea es que pidas unos tres o cuatro platos, que son mini-platos, algo más grandes que una tapa. Una vez ves la carta, la verdad es que apetece todo. A mí por lo menos, que soy un tragaldabas. Algunos platos están genial, como el salmón en papillote o el sal oreja con helado de queso, y otros son excesivos, especialmente el Royal de foie, que es excesivamente cargante. Pero en general bien. No me gustó mucho, eso sí, que no cogen reservas a partir de las nueve y media de la noche(¿perdón?), que las mesas están tan juntas que puedes hablar con tus vecinos(…literalmente, preguntamos a un grupo de chicas qué era lo que estaban tomando porque nos apetecía y no sabíamos qué era) y que el pan se cobra a precio de oro. Tampoco me gustó demasiado que, si bien nuestra camarera era híper simpática, toda la experiencia es un poco«come, come, come y en cuanto que acabes toma las de Villadiego, que hay cola para cenar». Eso sí, reserva un hueco para el postre. Y pide la leche con galletas.