Probablemente, sea de lo mejorcito de Sanchinarro, pero eso no significa que el lugar sea espectacular. Tiene una terraza cómoda(léase, sillas con cojín) que, a pesar de estar cerca de una calzada, resulta tranquila porque apenas pasan coches. Eso sí, es pequeña y se llena enseguida. Los precios no son ni caros ni baratos, unos huevos rotos cuestan alrededor de 9 € y las tostas creo recordar que 4,50 €. La cerveza, Estrella Galicia, sí me sorprendió(para mal): 2,80 € cada una me parece excesivo. En general, la comida está rica pero está menos elaborada de lo que uno podría pensar. Los huevos rotos a la portuguesa con bacalao y pimiento del Piquillo, por ejemplo, están muy ricos pero las patatas son de gajo, los huevos no estaban en su punto, el bacalao es ahumado(de paquete) y las tiras de pimiento del Piquillo son de bote. El resultado está muy logrado, no creáis, pero me esperaba algo más casero. La tosta de solomillo ibérico con brie está muy rica y a la de gulas y gambas le faltan gambas. Dentro tienen un televisor para ver el fútbol, también sirven gintonics que no he probado y, aunque me dejó una sensación de «ni fú ni fá», lo recomendaría. Eso sí, tampoco te recorras medio Madrid para conocerlo. En resumen, es buen lugar para terracear(y quizás para ver el fútbol) si andas o vives por la zona.
Antonio M.
Classificação do local: 4 Madrid
La verdad es que pocos o ninguno de los restaurantes de Sanchinarro es nada especial. La gran mayoría tienden a ser caros para lo que ofrecen, no tienen buenos profesionales atendiendo, o la calidad esta muy por debajo de lo esperado. Así que cada vez que se abre un nuevo local, me corre el cosquilleo para saber si por fin ese será el sitio que cambie todo, y estas navidades abrieron Soho Tapas and Lounge. Emplazado en el mismo sitio donde antes había un bar de copas, que a pesar de no estar del todo mal pensado no consiguió el éxito esperado. La decoración del local es acogedora, cuidada para un sitio pequeño, en seguida te sientes cómodo. La carta es muy parecida a muchos restaurantes donde priman las tostas, algunas raciones clásicas, y una pequeña variedad de hamburguesas. Sorprende ver algunos platos que no parecen congeniar con el resto de la carta, pero aun así es sencilla y atrayente. Las tostas son espectaculares, bien preparadas con combinaciones sencillas y modernas, de tamaño muy razonable y con sabores de materia prima fresca. Las hamburguesas se notan que están hechas con carne de calidad, y aunque no hayan inventado nada nuevo tienen un punto de sabor que no he encontrado en la mayoría de los sitios. Además y algo que para mi es primordial, puedes elegir tamaño. Lo peor del sitio. Las croquetas caseras, a pesar de un relleno muy logrado, con sabor intenso, lo estropea un rebozado demasiado duro y gordo. Los camareros muy agradables y serviciales, se notan que no son nuevos en esto. De momento lo mejor del barrio. Muy recomendable!