Sandos

La verdad es que he tenido experiencias mejores. Estaba con un amigo por Malasaña, y nos apetecía una cerveza… así que enfilamos hacia el dos de Mayo, con intención de tomarnos algo en una terraza, y eso que eran como las 20:30 y el calor todavía no había bajado. La cosa es que vimos una mesa libre y nos acercamos a ella. Cuando llegué vi que estaba puesta como para cenar: «igual está reservada», pensé, y miré a ver si veía al camarero pero nada.
De repente salió «no, no, no eso está reservado para cenar». Ok… se quedó una mesa libre en ese momento y nos sentamos. «Solo os puedo servir hasta las 21:30, a partir de entonces la terraza es solo para cenar». AY, QUE SÍ. Que me voy luego, no te preocupes.
Entiendo que si tienes una terraza le quieras sacar el mayor rédito posible. Cuestan un dineral y todo eso. Pero si me siento y lo primero que me dices es que me vas a echar en breve, la verdad es que me siento poco bienvenido. Así que nos tomamos dos dobles y cuando no los acabamos, nos fuimos a otro sitio a cenar.

2,7 euros una cerveza??? Vale que es Malasaña pero la próxima vez prefiero pagarlos en otro sitio menos normalito… para que al menos lo valgan!!!

Creo que jamás me hubiera sentado en la terraza de este sitio si no llego a ser convocado en ella directamente; aprovechando el entretiempo pudimos quemarnos y congelarnos casi a la vez mientras hablábamos de la jornada electoral y nos comíamos unas pizzas que eran fabulosas, particularmente en la cantidad de su queso. Anda, que ya podrían aprender ciertas cadenas de reparto a domicilio que se están forrando al cobrarte un queso extra que jamás catas.
Lo que es un poco demencial es el servicio, les hace falta otra persona para atender la terraza en hora punta porque una sola no da abasto y es malo para ella y bastante malo para los clientes, que acaban hasta el nardo y llegan a plantearse el «uno y no más». Aún así, insisto en que las pizzas me parecieron bien majas.

Es una pizzeria-​bar que se encuentra ubicado en la Plaza del dos de Mayo. Estuvimos este domingo tomando unas cervezas. Lo mejor del bar, la terraza, ya que con el frío que hacía en Madrid, al solecito, y en esta terrazita de la plaza se estaba de lujo! Lo demás, nada destacable.
¿Los precios? Echad cuentas vosotros mismos… 1 sin alcohol, clarita de limón y 1 cola. 9 €.

No mata. Las pizzas estan buenas, pero vamos que tampoco es para tirar cohetes. Lo bueno que tiene es la terraza, su situación en la plaza del 2 de Mayo y punto. Para todo lo bien que podia ser, se queda muy corto. Además, no son tan majos.
Menos mal que quedan mas terrazas en la plaza, donde te ponen pincho y no patatas de bolsa.

¡¡Espectacular su pizza Luigi! ¡¡Riquísima! Aunque me parece algo caro para ser un restaurante italiano (la pizza cuesta diez euros) no está mal para ir de vez en cuando.
Además, su terraza, en plena plaza del Dos de Mayo, hace que se convierta en una muy buena opción para esos días de sol.

Con estos sitios tengo una relación de amor-​odio porque me encanta cuando encuentro sitio pero me frustro tanto cuando no lo hago…
Este sitio es uno más de la mítica plaza del 2 de mayo, la verdad es que sus pizzas están bien, mi preferida la margarita, masa finita, sabrosas… pero nada espectacular.

Este local no sobresale tanto por la calidad de su comida, que es aceptable, está bastante bien; sino por el hecho de lo agradable que es tomarse una ración o una pizza en la terraza y disfrutar del ambiente de la Plaza del Dos de Mayo.
Por dentro, no es que sea un lugar especial, precisamente, está algo sucio y tal, pero no diría que tiene nada que envidiarle a las pizzerías cercanas de la Plaza. De hecho, una tarde cualquiera de verano, suele estar hasta arriba
Los camareros atienden bastante rápido, así que … resumen, terraza soleada en Malasaña y pizza, sounds like a plan!

Como casi todos los bares de la Plaza 2 de Mayo, lo suelo frecuentar más en verano. Más que nada porque lo que más me gusta de los bares de la plaza son sus terrazas.
Esta es otra de las terrazas ideales para tomarse una cervecita bien fría, comer o cenar en el cálido verano madrileño. Además, si tienes niños o amigos con niños con los que has quedado, tienen un parque para jugar y les puedes echar un ojo.
Las pizzas están bien aunque no son nada especial pero a mí me gustan más las empanadas chilenas.
El precio es parecido al de los otros bares de la plaza.

Aunque no soy un amante de las pizzas, creo que no me equivoco si afirmo que es uno de los dos mejores lugares para comerse una de estas masas circulares de origen italiano en Malasaña.
Lo es por la calidad de la masa y de los ingredientes, esta opinión es compartida por mi amigo Santi, un Donatello de las pizzas, y por su terraza.
He comido en primavera un par de veces al aire libre, dentro no merece la pena, y la pizza me ha sabido a gloria. El hambre y la compañía ayudó, pero ciertamente, las pizzas estaban muy buenas: Finitas, crujientes. ¡Crrujjjj! ¿Lo oyes?

Una noche después de una larga tarde a mojitos terminamos en esta pizzería, muertos de hambre pedimos dos pizzas, dos raciones y una ensalada.
Y bueno, las pizzas no estaban mal del todo, pero una de las raciones era de croquetas y yo juraría que eran congeladas, la ensalada tampoco estaba muy fresca.
Ademas tardaron mucho en traernos la comida, demasiado y el salón en el que nos metieron q era una antigua bodega, estaba aprovechado al milímetro y para poder moverte casi tenias q pedir permiso a los de la mesa de al lado. Fue bastante claustrofobico.

Considero que la pizza es una de las mejores invenciones del ser humano, de hecho creo que podría alimentarme exclusivamente de pizza, aunque no sería muy conveniente… Pero lo cierto es que no podría decir cuál es el mejor restaurante de pizzas que he conocido, es difícil. Me pasa lo mismo con las películas: no tengo una favorita, sino varias. Pero sí que puedo decir que en Sandos hacen unas de las mejores pizzas de masa fina que jamás he probado. Es curioso que tardase tanto en conocer este sitio tan mítico, pero más vale tarde que nunca. El lugar en cuestión no tiene nada que destacar, es un bar normal y corriente; pero las pizzas… Eso es otro tema. Lo mejor es ir a comprobarlo, aunque cargaos de paciencia porque suele haber bastante gente, sobre todo en verano, cuando es imposible encontrar una mesa libre en la terraza.