Portosin

En mi lucha por encontrar un sitio bueno, bonito y barato para comer parece que he encontrado uno que cumple por fin las tres B. Bueno, bonito no es porque su decoración es la misma que debía tener en 1972 pero al menos está limpio y tiene un encanto kitsch que siempre está bien. Además, los camareros son como los de antes, con camisa y chaqueta blanca.
Es la clásica cafetería antigua de Madrid de toda la vida con platos combinados clásicos como filete empanado con croquetas, ensaladilla rusa y patatas fritas, huevo frito con arroz y filetes de lomo y todas esas cosas que ya no sirven en ningún sitio porque son poco chic. Eso sí, los platos combinados (abundantísimos) cuestan menos de 8 euros. Además, tienen otra opción más barata en plan filete con guarnición que también llena un estómago y no vacía tanto la cartera.
La calidad de la comida es buena, especialmente para lo barato que es todo. Lo preparan casi todo al momento y de manera casera. Es tan poco pretencioso que todo sabe mucho mejor. Y claro, con los precios que tiene cada vez me acerco más a comer porque por 7 euros tengo una comida completita.
¡Me encanta!

Una cafetería de las de toda la vida, absolutamente. Tanto, que tiene una calificación de «una taza», y me ha descubierto que las cafeterías también tienen clasificación, como los restaurantes o los hoteles.
Siendo este su ámbito de actuación, hay que decir que no abre por las noches, por lo que solo es recomendable para las cosas que harías en una cafetería: desayunar, comer o merendar. Para la última dicen tener tortitas con nata, que es un poco eso que todo el mundo tiene ganas de merendar siempre para darse un capricho, pese a que gane varios kilos a causa de la cantidad de azúcar que llevan. Para lo primero, aunque no lo he probado, tiene pinta de ser el típico sitio donde se desayuna bien AUNQUE mi recomendación es no pedir café: yo pedí café después de comer y aquello estaba intragable.
Porque sí, acompañado por unos amigos, fui a comer allí un día. Y en su defensa he de decir que es barato y se come bien, pero que su carta es algo escasa. Yo opté por un plato combinado, un engendro muy de cafetería, pero que tenía buena pinta: huevos fritos, pisto y pollo asado. Estaba bastante bueno, sobre todo teniendo en cuenta que no es un restaurante, pero era quizá demasiado grasiento.
Eso sí, el servicio fue rápido y realmente servicial, en eso ya podrían aprender muchos restaurantes de categoría que tienen contratados a camareros que al final son incapaces de resolverte la papeleta…

La cafetería Portosín, es un sitio que destacaría por sus pinchos de tortilla. He ido unas cuantas veces, porque realmente saben hacer la tortilla española. También tienen sandwiches, bocadillos, platos combinados y variedad de raciones.
El sitio es bastante limpio, dispone de mesas y una barra alargada con sillas altas. Se pueden hacer encargos allí mismo y a domicilio.
Los precios son bastante razonables y la atención rápida y eficaz. Un lugar muy recomendable para ir a desayunar o a almorzar si estamos por la zona. Está a pocos metros de la salida del metro de Alonso Martínez y también hay un parking cercano en la misma calle.