Llegamos el sábado por la noche a las 10 pensando que segurísimo que nos iba a tocar esperar para sentarnos en una mesa, y para nada, llegamos y nos sentaron en seguida. Pedimos 4 cervezas, una torre de nachos y 4 hamburguesas. Cuando casi nos estábamos terminando las cervezas nos trajeron un plato de un revuelto de boletus, que como no habíamos pedido, preguntamos si estaban seguros de que eso era para nosotros; «sí sí, todo lo que os pongamos en la mesa os lo coméis» nos contestaron. Nos lo comimos obedeciendo las órdenes y llegaron los nachos, que de torre nanai, un platito hondo, pero estaban ricos, quizá le faltaba algo de sabor al poquísimo guacamole que traía. Pedimos la segunda ronda de cervezas y recibimos una llamada de un amigo que se apuntaba, le tomamos nosotros nota telefónicamente y, ni corta ni perezosa, pedí su hamburguesa sin él estar aún en el restaurante diciéndole al camarero: «ya que la cocina va tan lenta, le vamos a pedir ya la hamburguesa a una persona que está viniendo». Desde que entramos, hasta que nos trajeron las hamburguesas 40 minutos de reloj, vergonzoso, por suerte no teníamos prisa y estábamos entretenidos charlando. Ahora a lo importante: las hamburguesas. El punto de la carne perfecto, el conjunto de sabores… Bueno, me hicieron preguntarme ¿para qué voy a pedir una carne de Kobe si con las salsas o quesos tan fuertes que les ponéis, no voy a saborear la carne? En fin, ¿volveré? Posiblemente no, pero si lo hago, tened seguro que iré sin ningún plan posterior, porque sabes cuándo entras pero no cuándo sales.
Josan S.
Classificação do local: 3 Madrid
No conocía el local como«Pecado Carnal» y fuimos a través de una caja regalo por la que podríamos disfrutar de un primero, una hamburguesa, postre y bebida. Al llegar me hizo gracia ver que el local hubiera albergado al antiguo Honky Tonk. Los camareros hacían tiempo en la barra y nos sentaron donde quisimos, pues estábamos solos. El primero fue un carpaccio de setas con aceite de trufa. Sobre el papel sonaba mucho mejor. A mí ese plato no me gustó especialmente. La textura del carpaccio no me va y las láminas estaban bañadas, pero bien en aceite, se podía comer con cuchara. La hamburguesa es otra historia. Están buenas, pero sin llegar al lagrimal. Lo mejor sin duda es la carne, pero no sabría decir en qué ingrediente flojea para que no sea top. De postre pedimos brownie. Un pedazo de brownie que pueden compartir dormitorios personas con hambre. Una lástima que estuviera bastante seco y hubiese que ayudarse del helado para comerlo. No sé muy bien el motivo, diría que es un sí pero no. Un local muy chulo pero unas hamburguesas buenas y no proporcionales a la carne que está muy buena.
Miguel Ángel M.
Classificação do local: 4 Madrid
¡Muy buenas hamburguesas gourmet! Recomiendo probar la de kobe, pues es la especialidad de la casa. En cuanto a relación calidad/precio, está bien para lo que ofrecen! :)
Lucía H.
Classificação do local: 3 Pinto, Madrid
Rapidez a la hora de servir y hamburguesas muy buenas. Probamos la Billionaire kobe burger ya que teníamos una oferta de una página web y la verdad es que estaba increíble, aunque también os digo, no pagaría 40 € por ella. El precio pagado con nuestra oferta ha estado genial, pero no pagaría más(precio normal). Por lo demás nada a resaltar, camareros agradables(ni en exceso ni en defecto), me he enterado de la conversación de los de la mesa de al lado debido a que estaba muy junta a la mía pero no ha sido desagradable el sitio en general. Volveré solo si encuentro una oferta similar a la que encontré esta vez.
Jon A.
Classificação do local: 1 Madrid
Cuando leí el resto de reseñas pensé «menudos haters», ¡con lo bien que todo el mundo habla de este sitio! Y aquí estoy poniendo yo una sola y triste estrella… Si juzgamos a Pecado Carnal por el nivel de la comida, serían 4 estrellas. Nuggets de pollo al vapor increíblemente buenos, patatas fritas caseras con un estilo especiado muy agradable y hamburguesas(quizás un poco pequeñas y muy justitas de cantidad de ingredientes) deliciosas. La Truffle especialmente destacada si te gusta el queso con gusto a trufa y la Phillie para los amantes de la cebolla. Pero hay algo que es intolerable para mí como cliente y es que en un restaurante de hamburguesas me cobres 0,90 € por«cubierto». «Hamburguesas» y «cubierto» en la misma frase… ¿Lo pillas? Es muy feo y de los 90 cobrar por algo sin avisar antes y sobre todo que sea por los cubiertos cuando voy a usar mis manos. Repercute esos 0,90 € en la hamburguesa o la bebida, pero cobrármelos sin ponerlo en la carta equivale a tratar de tonto a tu cliente. Otra cosa que es inaceptable es la recomentación de propina por valor de 3,85 €(10%) en el ticket. Por favor, estamos en la vieja Europa y estas americanadas no tienen sentido en un país donde un camarero tiene un sueldo estándar que no se compone de un 50% de las propinas de caridad del cliente como es triste costumbre en Estados Unidos. Es decir, dar una propina es un acto para premiar un servicio fuera de lo normal y «recomendar» una propina elevada al cliente de nuevo es tratarle como si fuera tonto.
Isaias E.
Classificação do local: 4 Madrid
Un restaurante de esos que tienen mucho nombre y, que por suerte, cumplen. Pedimos dos entrantes y dos hamburguesas, en esta ocasión a diferencia de en otras hamburgueserías no intercambiamos hamburguesas ya que las pedimos como nos gustan a cada uno y no compartimos gustos siempre. El primer entrante fue El tori karaage que consiste en nuggets de pollos marinados y hervidos al vapor que estaban muy ricos. Debo decir que son los mejores nuggets de pollo que he tomado en mi vida. El siguiente entrante fue queso de cabra y cebolla caramelizada con pan de pasas, era imposible no pedirlo tras verlo en la carta. Pedí una cerveza japonesa que para acompañar que me pareció demasiado suave de sabor, todavía no he probado una cerveza oriental que me haya convencido. Mi acompañante pidió una hamburguesa que lleva wasabi(su gran droga) y yo por mi parte la de queso de cabra, cebolla caramelizada y frutos rojos. La verdad es que aunque me gustó mucho la hamburguesa es como si solo llevara queso de cabra y cebolla caramelizada puesto que los frutos rojos no se notaban en absoluto. Las hamburguesas las sirvieron tal y como las pedimos(al punto y poco hecha) y la atención en todo momento fue muy buena. Destacar su velocidad de servir las cosas a pesar de lo lleno del restaurante. Sobre la carne de Kobe que afirman servir pues bueno, es una mentira menor de la que he oído quejarse a gente porque en realidad es carne de Wagyu tratada, según ellos, igual que como lo hacen en la prefectura de Hyōgo(Japón)… La verdad es que la queja me parece una tontería pues la carne está riquísima y no tengo porque dudar en que se parezca mucho a la de Kobe(no he probado nunca la auténtica de Kobe). Por otro lado su eslogán de que son las mejores hamburguesas del mundo, pues bueno, están muy ricas pero a mi una de las que probé en el Goiko grill me gustó mucho más y eso que las de allí eran carne de ternera normal Volveré porque me quedé con ganas de probar la hamburguesa japonesa que había.
Sergio S.
Classificação do local: 3 Madrid
¿Sinceramente? Pecado Carnal es uno de esos sitios en los que tienes la sensacion de que has pasado una buena velada, pero ha faltado algo, que están a medio camino de los sitios de referencia, de los que parten la pana, que podría ser un local de culto si no les faltara … no sabría que deciros. Teníamos un bono de groupon(19,90 hamburguesota x2 + entrantes x2 + bebida) de caducidad cercana y nos decidimos a gastarlo este jueves con Merche M, Ana C, Laura D y Javier C en su establecimiento de covarrubias, he aquí un resumen : Nuggets de pollo al vapor: Muy rico, mi favorito, para un restaurante que pretende tener un toque muy«japonés» hay que reconocerle el mérito, pues es IDENTICO al que te servirían en cualquier«combini» del país del sol naciente. Croquetas: A mi juicio un pelín pequeñas no es recomendable pecar del festival de la bechamel, tampoco quedarte en la croqueta gourmet, eso sí, ricas, y muy muy sabrosas. Pollo teriyaki: Poco os puedo decir de él, puesto que no soy fan de la carne que viene en un palo, mis acompañantes lo calificaron de «no-demasiado-relevante» Chorizo criollo: Jugosete y con una salsa cinco estrellas, un excelente entrante. Hamburguesotas: ¿Mencion aparte? La carne de Kobe, es Kobe, no de que la vaca tuviera por nombre«Kobe» como pasa en muchos restaurantes, sino Kobe de calidad media-alta y eso se nota(no se si sabeis que una hamburguesa de Kobe real en Tokyo puede rondar los 300 euros, tenerla a 11 euros en muchos restaurante es mas que sospechoso) mi madre tiende a llamarla carne de Kobi, pobre de la mascota de Barcelona 92. Philie Burger: Segun Merche M rica, pero suave en demasía, tendemos a esperar un orgasmo de sabores cuando le hincas el diente a una de estas, y la suavidad extrema puede incomodar a algunos paladares. Truffled Burger: Con queso trufado, una verdadera sorpresa para mí, mi primera incursion en este tipo de sabores(como estoy creciendo eh chic@s?) con un sabor remanente a picante y trufa … excelente. Cabe destacar un aspecto negativo, tanto Ana y Javi C como Laura D pidieron la Goak burger con su grupon en semanas anteriores, segun la camarera fue un error de los nuevos camareros, y esa no entraba en la oferta, que sentido tiene que una burger de 13 euros no entre en la oferta y una de 16 si? Sin ningun sentido. Bebida: Cerveza Asahi, ruda y super dry, una de las biiru’s estrellas del zipango, una joya. El resumen? Que cenamos bien, pero tuvimos demasiados«peros» un servicio extraño, prohibiciones absurdas, algunos platos y burgers que no pasaron del correcto, y es quizas este compendio de razones las que convierten a pecado carnal en un buen restaurante, pero no en un EXCELENTE restaurante.
Fer A.
Classificação do local: 3 Madrid
Asistí como muchos por el evento hamburguesero Unilocal world tour 2013 y fui uno de los que llegó tarde. Me perdí. Y luego tirando del telefonolisto conseguí dar con la calle más tarde de lo habitual. Pregunté si ya había mesa a la entrada en la recepción y recibí una contestación destemplada un tanto extraña que no esperaba. La sensación que dio es que en ningún momento supieron gestionar un grupo tan grande. Claro, que tampoco dijeron nunca que debiéramos pedir todos los comensales un mismo menú antes de reservar. Pues esto, que se sepa, no era una«cena de navidad» o de grupo. Íbamos cada uno a disfrutar de una hamburguesa, la que cada cual quisiera. Visto el desbarajuste, saludados todos o casi, y por no liar la perdiz pedimos mis 2 jinetes del trío calavera el menú clásico. Yo pedí como siempre el punto de la carne POCO hecha. Los entremeses eran exiguos y porque éramos un grupo bien avenido, pero era un chiste el chorizo criollo que se podría haber comido uno solo o la croqueta de boletus que sí que estaba rica pero que era una. Bueno, allí habíamos ido a comer hamburguesa. Empiezan a aparecer poco a poco, muy lentamente las hamburguesas. Todas menos la mía. Tal que llega, como me huelo el paño, y había recibido quejas por parte de mis congéneres decidí abrir primero la carne. Bueno, primero le eche kétchup y mayonesa y luego abrí la carne. Aquello no estaba al punto, si no MUYHECHO. Lo ya dicho otras veces. El tiempo de cocinado de un filete de carne picada al punto, poco o muy hecho lo tienen que tener más que dominado y es un pecado mortal. Con mi salero habitual pedí que me lo cambiarán que había pedido una poco hecha. Tras otro intervalo comiendo patatas del de al lado y muñones del propio, jugando al candy llegó mi emparedado. Con el punto de la carne apropiado he de decir que no estaba mala. No está en el top. Ni se le acerca. Pero la carne era suculenta, tenía mucho sabor, se notaba la parrilla y era una gran hamburguesa, buena, muy buena incluso, pero no gourmet ni excepcional. El postre, ya que nos entraba en el menú que nos toco elegir, fue un brownie y estaba de buen comer. Total de la experiencia, costo un poco, los camareros no estaban de humor, pero descubrí una hamburguesería(y hamburguesa) que estaba rica. Sin más.
Mariajose M.
Classificação do local: 2 Las Rozas, Madrid
Debía esta reseña desde hace una semana. Fuimos a comer un número grande de Unilocalers a una«supuesta«hamburgueria, donde la hamburguesa de Kobe era genial. Aunque la comida fue genial, por la gente q estábamos, todo lo demás parecía una cámara oculta. Na camarera, q esta claro, no le gusta su trabajo, una hora para anotar la comanda, de una mesa q tenía reserva y con todo pensado de hace días. Pedí la ensalada sin atún, por eso de ser alérgica al pescado, y me regaño porque la ensalada tenía q ser para dos, la pedí q me trajera otro alérgico y así compartíamos. Fue el único entrante que probé, porque Un mini chorizo para cuatro, ya vale… Pero lo mejor, y digno de ser grabado, fue cuando llego la hamburguesa, la pedí pasada, me dio una, que cogí, comí los pepinillos y cuando iba con la mostaza, me dice que no es esa que la mis la tiene n la mano. No sólo la dije q daba igual porque ya la había tocado, sino q me la quiro y dijo q solo la iba a tocar el cocinero, lo cual me hace pensar q se la pusieron a otro. Digno de denuncia culinaria. Espero q el dueño pueda leer estas reseñas y comprender lo q se hace allí y de paso q se le caiga la cara de vergüenza. En fin, un perfecto fiasco de comida y una comida estupenda por la compañía.
Eduardo D.
Classificação do local: 2 Madrid
El sábado pasado un nutrido grupo de Unilocalers, entre los que me encontraba, se dio cita en este restaurante de la calle de Covarrubias para degustar las ‘famosas’ hamburguesas de ternera de Kobe. Y aunque la convivencia resultó un éxito rotundo, porque tuve la oportunidad de conversar con personas muy agradables, la experiencia culinaria dejó mucho que desear. Pedí un menú de 20 euros, que consistió en una tanda de entrantes regulares(ensalada, ensaladilla rusa, croquetas y chorizo), salvo las croquetas que tenían mejor gusto que lo demás; una hamburguesa(la clásica con pepinillos dulces, tomate fresco y queso); postre y bebida, en este caso vino(no estaba mal, pero tampoco destacó). Los camareros, desbordados por el tamaño del grupo –que llegó con reserva hecha y no por sorpresa– tomaron nota como pudieron, sin enterarse muy bien de lo que solicitamos. «¿Cómo quiere la carne de su hamburguesa?», me preguntó la camarera por mera formalidad, porque luego se equivocó en casi todos los pedidos. En mi caso pedí la carne al punto y llegó carbonizada. En general la hamburguesa no sabía mal, pero tampoco fue nada del otro mundo y podría asegurar sin temor a equivocarme que lo que comimos no era Kobe. Eso sí, el pan estaba seco, como si se hubiera dejado a la intemperie en los días previos. En cuanto a los postres, bastante normales tirando a dulzones. Otro detalle que deseo destacar es el de la poca iluminación del lugar. No haber podido ver bien la carta ni cómo lucían los platos que estábamos comiendo me pareció muy incómodo y le restó puntos a la experiencia. No merece la pena desplazarse a un sitio así y probablemente tampoco volvería si estuviese por la zona, pues la oferta gastronómica del barrio es variada.
Cristina D.
Classificação do local: 1 Madrid
No sé muy bien por dónde empezar esta reseña ya que aunque el sábado intenté mantener la calma y, por supuesto, la sonrisa, porque estábamos un grupete muy majo y elevado de Unilocalers en este restaurante, el surrealismo me pareció extremo. Digamos que fue un no parar de despropósitos. He leído el resto de reseñas de ese día y debo decir que estoy de acuerdo con prácticamente todo lo escrito. La atención fue extraña. Me dio la sensación de que lo que ocurría era desbordamiento puro y duro, que se habría resuelto con una persona más para atendernos, sobre todo teniendo en cuenta que habíamos avisado y reservado para 30 personas. Como sabéis, valoro mucho que te atiendan con una sonrisa y no soporto las malas contestaciones o las malas caras que no vienen a cuento. En cuanto a la comida, podría haber pasado sin los entrantes porque no me emocionaron en absoluto y la hamburguesa que pedí, la Truffled(gracias Juan D por la recomendación) sí me gustó pero parece que se les olvidó y me la trajeron cuando ya todo el mundo había terminado la suya. Mal menor teniendo en cuenta el resto de cosas que estaban sucediendo a mi alrededor. De los postres, tarta de queso y brownie, no tengo nada que decir y creo que con eso lo digo todo. Nunca había estado en este restaurante y la verdad es que tenía muchas ganas de pasarme. No sé si ese día se alinearon los planetas para que se produjera tal desastre o se debió a que éramos una mesa grande y me gusta dar segundas oportunidades como sabéis pero, en este caso, no tengo muy claro si volveré. Lo que sí destaco positivamente, son las risas que me pasé con todos y la oportunidad de poder conocer a los Unilocalers que asistieron, un poquito más. Eso sí es un auténtico placer :)
Juan D.
Classificação do local: 2 Madrid
Leo las reseñas de los compañeros Unilocalers con los que compartí mesa el sábado pasado y me doy cuenta del auténtico poder de Unilocal,lo que me recuerda la anécdota de mi amigo que vive en Seattle, al que en una pizzería le dieron todo gratis si no hablaba en este portal de su experiencia. Pero hemos venido para quedarnos y esto es lo que hacemos. Y como prometí que no iba a ser un meapilas pero tampoco quiero verme influenciado por la mente colmena, voy a intentar reflejaros mi subjetividad de la mejor de las maneras: hola, me llamo Juan y yo no pedí menú, lo cual es un enorme pecado(no precisamente carnal) para la persona que atendió nuestras mesas. De verdad, nunca he visto semejante intensidad en un trabajador de un restaurante para que toda su mesa de 30 y tantos comensales pase por el aro que él quiere. Danzad, pequeñas marionetas, danzad. Lo peor es que, a pesar de que las personas que no íbamos a tomar menú estábamos bastante agrupadas, tuvo que venir a preguntarnos unas setecientas veces qué hamburguesa del menú íbamos a probar; sin embargo, no vino las veces que se le reclamó algo fácil, como que le trajera la comida a todo el mundo, un refresco extra o una navideña sonrisa. Como aquí somos más bien tirando a soviéticos, pude probar los entrantes que venían con el menú que otra gente tomó. La ensalada salió de una bolsa, le echaron un chorro genérico de vinagre y un poco de atún, y a rodar; mención extraordinaria para la situación en la que una persona pide que su ensalada no tenga atún porque es alérgica al pescado y le ponen pegas; ¿acaso salen de una cadena de montaje estándar? La ensaladilla rusa no la probé porque siempre me ha dado mucho asco aunque fuera de mi madre, pero sí soy un gran fan de las croquetas y la trufa, así que las croquetas de trufa deberían haberme flipado, pero resulta que me parecieron bastante malas, como si la freidora llevase aceite de motor y las hubiesen requemado. Me comí dos de diferentes platos, pero temo que no surgió efecto. Ahora lo importante: aquí se venía a comer hamburguesa y eso es lo que hice, así que pedí la de trufa, que la recordaba bastante buena de su local de la calle Fúcar(que es considerablemente mejor que este), pero le puse carne doble y cebolla caramelizada. A mí no me pareció que estuviera mala, pero sí es cierto que la cebolla caramelizada solo se veía porque no sabía a nada, y que doblarle la carne cueste 7 € más sin ser nada del otro mundo para que termine tu hamburguesa costando 27 €… No merece la pena, pero había que hacerlo para juzgar. Además el pan estaba bastante seco. En cuanto a los postres, la tarta de queso era tan industrial y dulzona que no había dios que se la comiera, pero el brownie, a diferencia de otras opiniones, no me pareció tan malo, aunque sí es cierto que tenía una capa superior seca y bastante dura, ¡pero es que es brownie, se puede comer del suelo si es necesario! La experiencia fue nefasta; la persona que llevó principalmente nuestra mesa se vio completamente superada por la situación, no se aclaraba con las notas, sacaba todo de golpe sin darle a la gente tiempo a comer tranquilamente, y encima no se la veía nada contenta de que fuésemos a darle más de 600 € en un rato de aguantarnos, y eso que tampoco íbamos a estar muy cómodos porque nos habían sentado excesivamente pegados unos a otros. Este tipo de servicio te joroba mucho, más cuando después quedas con otra persona, le cuentas lo que te ha pasado y te dice que a él le hicieron lo mismo solo un mes antes, con lo que correlacionas que es marca de la casa. Además la comida ha perdido bastante en comparación con el recuerdo que yo tenía de ella, así que doble salto mortal con tirabuzón. Le pondría solo 1 estrella, pero la 2ª va porque mi carísima hamburguesa se dejó comer y la trufa es mi religión, y porque he de salvar el honor de ese brownie que no me pareció tan asqueroso. Para todo lo demás, elijo otro lugar sin dudarlo.
Teresa A.
Classificação do local: 1 Las Rozas de Madrid, Madrid
Será que Unilocal nos tiene muy mal acostumbrados a triunfar ahí donde nos llevan, pero el caso es que esta vez el evento se ha salvado por la compañía, que no es poco. Muchas sombras que no lograron eclipsar lo, para mí, más importante, pasar un buen rato con gente maja. Sin embargo, me uno al coro de lamentos y rapapolvo por lo que fue una experiencia gastronómica lamentable. El grupo era grande, pero se supone que esta gente hace comidas de grupos(tienen unos cuantos menús para estos casos). Unas treinta personas colocadas demasiado juntas en una sala escasamente iluminada(a mi personalmente, esas luces tan tenues me dan sueño y me amodorran…). Lentitud a la hora de anotar las comandas, espesez mental de la camarera y unos modos rozando la mala educación. Las entradas llegaron todas juntas porque ese era el ritmo en que salían de la cocina. Medianitas, tirando a flojas(la ensaladilla rusa, normal pero demasiado fría, las croquetas, buenas, pero escasas, la ensalada, del montón, el chorizo criollo, aún más escaso, meramente testimonial…). Pero la parte surrealista fue la llegada de las hamburguesas. Bueno, las que llegaron, porque dos personas aún estaban esperando las suyas cuando el resto habíamos terminado. El motivo de nuestra presencia ahí, las hamburguesas, fue precisamente lo más decepcionante. A mi alrededor oí, y estuve de acuerdo, que cuántos BigMacs o Whoppers tienen la carne con más textura y gusto que lo que nos pusieron. El presunto buey de Kobe no estaba picado, sino triturado y prensado con tanta fuerza que aquello parecía un nugget de ternera. Los que lo pedimos al punto nos encontramos con un trozo de carne bien hecho, y los que lo pidieron hecho… casi carbonizado. Los postres, sin encanto ninguno: una tarta de queso de lo más industrial y un brownie aceptable, que no logró mejorar la catástrofe anterior. En resumen, todo muy decepcionante. Después del magnífico arranque el Burger Tour, nadie esperaba algo de nivel tan bajo. Esperemos que la siguiente etapa del Tour hamburguesero nos deje mejor sabor de boca y un ánimo más alegre.
Pablo C.
Classificação do local: 2 Madrid
Cuando en un restaurante especializado en carne picada lo mejor es el brownie es que algo pasa. Yo y una treintena de Unilocalers llegamos con ganas de hincarle el diente a las hamburguesas y al final se lo hemos hincado al local que a base de reseñas se están llevando un buen rapapolvo. Todo lo que se ha dicho es cierto y lo corrobaré delante de un jurado si hace falta. A veces pasa que la buena compañía puede eclipsar una experiencia gastronómica y yo tuve la fortuna de compartir la mesa con muy buena gente . Por cierto, a cualquier cosa hoy lo llaman Kobe; cuando en Japón se den cuenta del ultraje al que someten a su sello de calidad se van a hinchar a demandas hasta colapsar los juzgados, como en su día los franceses con el «foie gras».
Carolina R.
Classificação do local: 1 Madrid
Hemos ido a comer hoy a este restaurante un grupo nutrido. Estaban avisados y teóricamente atienden grupos, ya que tienen menús prediseñados, pero está claro que no los saben manejar. El servicio ha sido pésimo. Se han agobiado y se ha notado, malas caras, malas contestaciones… increíble. Además parece que no cae muy bien eso de ir en grupo y no coger todo el mismo menú. La música ambiental a un volumen exagerado para comer, como en un pub. Pedí que lo bajasen y les dió exactamente lo mismo. Las ensaladas son una bolsa de verde vaciado en un plato hondo con 4 cosas por encima, gracia cero(9 €). Y las hamburguesas, LAMENTABLES. El sabor aceptable, pero la textura de un nugget, ni parecía carne, me dió grima… pedí la mía, que rondaba los 15 €, sin patatas ni pan, y me la pusieron tal cual, el plato daba pena, con aquel nugget de ¿kobe? de 150grs bañado en salsa blanca. Un atraco. Creo que es la primera vez que pido algo así en un restaurante, sin patatas y no me ofrecen una ensaladita/verduras para acompañar. Cutres, cutrísimos. Por supuesto, ni un chupito ni nada que se pueda acercar de lejos al gesto de un restaurante que cuida a sus clientes. Y éramos treinta y tantos en la mesa. De los peores sitios que he visitado en Madrid y de las más tristes hamburguesas que he probado.
Julián V.
Classificação do local: 2 Tres Cantos, Madrid
Celebramos hoy la segunda etapa del Apocalípsis Hamburguesero del #YelpBurguerTour en esta hamburguesería, el Pecado Carnal, que, en principio, tenía buena pinta. La experiencia, sin embargo, ha tenido luces y sombras. Luces porque hemos compartido mesa con aproximadamente 30 Unilocalers y ha habido muy buen ambiente, la compañía ha sido la mejor, pero también alguna sombra ya que las expectativas depositadas no se han cumplido en lo que a la experiencia gastronómica se refiere y tampoco en cuanto al servicio recibido. Para mi gusto creo que el evento les ha superado. Una mesa de unas 30 personas, bastante apretados y con mesas pequeñas, camareros despistados y nerviosos, incluso alguno con cierta dejadez y desgana en las peticiones que se salían de su famoso«menú de 20 euros». Yo puedo entender que gestionar una mesa de 30 y pico no sea fácil, más si cabe porque alguno llego un poco tarde, pero se supone que es un establecimiento preparado para este tipo de saraos, ya que tenían menús enfocados a grupos, así que no deberían tener muchos problemas. Y el caso es que los tuvieron. No estuvieron cómodos en ningún momento. En cuanto a la comida en sí, pues los entrantes al centro normalitos sin más, una ensalada con más pinta que gracia, unas croquetas de boletus que se salvaban pero se me antojaron escasas, una ensaladilla rusa de lo más común y un chorizo criollo que ni fu ni fa. El fallo fue sacarlos todos a la vez, sin dar tiempo a comer el plato anterior y sin espacio físico para colocarlos. El ritmo lo marcaban los camareros y no los comensales, lo que no parece muy de recibo. El vino regulero también, así que después de probarlo me tiré a la cerveza. El plato principal fue elegir una hamburguesa de las tres o cuatro disponibles en el menú que elegimos la mayoría. En mi caso elegí una Philly de Kobe con cebolla caramelizada y queso Philadelphia. No entraré a valorar si la carne era de Kobe o no. No parecía, la verdad, pero tampoco soy experto en el particular. Lo que sí noté es que la pedí al punto y de punto nada. Pasadísima. Una lástima, porque de sabor no estaba mal, pero demasiado hecha y muy prensada. Las patatas estaban ricas, eso me gustó. En cuanto a los postres, también al centro, teníamos Cheese Cake y Brownie. La tarta no parecía casera y era muy muy normalita, tirando a industrial regulera. El brownie a mi me gustó, aunque tampoco es el mejor que he comido en mi vida. Ni café, ni chupito, ni ningún detalle del Restaurante, aunque nos fuimos de los primeros y desconozco si luego se estiraron, pero la impresión que me dió es que estaban deseando que nos fuéramos cuanto antes. Me lo pasé muy bien por la compañía, pero me pensaré muy mucho volver a El Pecado Carnal.
José Antonio P.
Classificação do local: 2 Alcobendas, Madrid
El bajón que ha supuesto esta etapa del Apocalipsis Hamburguesero con respecto a la primera ha sido tan grande que no sé ni por donde empezar. Empecemos por el servicio. El momento de pedir los menús fue un caos, pero supuse que en parte fue culpa nuestra ya que no parábamos de hablar y además fuimos llegando por grupos y cada nueva incorporación necesitaba ponerse al día. Pero a la hora de servir la cosa fue a peor. Los entrantes fueron traídos a toda velocidad, sin dar tiempo a acabar de probar uno cuando ya te lo estaban sacando y poniendo otro plato. Las hamburguesas llegaron sin orden ni concierto y muy dispersas(dos personas aún no habían recibido las suyas cuando ya el resto habíamos acabado de comer) y cualquier petición o comentario eran acogidos con dejadez, por no decir desgana. Puede que no hubiera entendimiento, o tal vez fuéramos demasiados y se vieran sobrepasados, pero si es así no le arriendo la ganancia a quien monte ahí una quedada en las próximas fechas. Los entrantes, cosí cosá. Lo único realmente bueno eran las croquetas, ligeras y bien preparadas. Las ensaladillas casi salían del congelador, la ensalada no me pareció gran cosa y el chorizo criollo era normalito. Confiaba en que el plato fuerte levantaría el tema, dada la fama de estas hamburguesas, pero me llevé una desilución. No voy a decir que lo que nos sirvieron no fuera Kobe, pero si es así, debería estar prohibido hacer eso con una carne tan buena. Las hamburguesas estaban, literalmente, prensadas, de modo que no era posible apreciar la textura de la carne, mucho menos su sabor. Era como comer un aglomerado. Además estaban mal preparadas, al menos la mía y las de las personas que me rodeaban, ya que yo pedí al punto y me dieron una suela de zapato. La salsa no hacía nada por mejorar las cosas ya que, como he dicho, estaban tan apelmazadas que era imposible que cogieran ningún sabor. Las patatas que las acompañaban no eran malas, eso se salva. Los postres, en cambio, no me merecieron demasiada estima. EL brownie me pareció demasiado azucarado. No dulce, azucarado. Y el cheesecake parecía del tipo precocinado, el que puedes encontrar en la Sirena, mismamente. Yo, desde luego, no pienso volver. Y si alguien lee este comentario y aún así quiere arriesgarse, un consejo: vivgilad vuestra silla. La chica a mi lado se levantó para ir al lavabo y al volver la camarera se había llevado su silla. De acuerdo, pudo creer que la muchacha ya había terminado y se había ido, si es así, el retirar las sillas cuando aún hay comensales(33 de 34) en la mesa, como mínimo no es de buen tono. Por cierto, no se la restituyeron, le pusieron una de plástico. No diré peor imposible, pero o único positivo de esta etapa es que muy mala deberá ser la siguiente para que no nos parezca una delicia.
Jose Manuel A.
Classificação do local: 2 Humanes de Madrid, Madrid
Rectifico, le doy 2 estrellas porque la carne aunque me pareció buena no quiero que sirva para que le suba la nota a este sitio que no responde a las expectativas, ya que ni por el servicio(super aturullados y sin control de lo que era para cada persona siendo tan importante el punto de la carne) ni por el precio que es realmente alto para lo que se ofrece, el tamaño de la hamburguesa normalito pero la ración de patatas(que estaban buenas, menos mal) era ridicula y no digamos las garrapiñadas, 5 cacahuetes contados… Edito mi comentario porque se me olvidó señalar el criollo, me he comido salchichas más grandes, solo uno y más bien pasado en la parrilla, como la carne. Lo del detalle del agua muy feo, la pides y te traen un vaso, oiga que el menu incluye bebida y te traen la botella pero la traen abierta. El postre tampoco era muy para allá, el brownie de sabor bueno(aunque dura la corteza) y sobre todo escaso para ser para 4 personas. Por cierto, el otro postre para compartir, la tarta de queso, es infame, ha sobrado en todos los platos. Para lo que cuesta el menú, 20 ó 25 € sinceramente no lo vale. Y para ser una comida de grupo no han tenido ni el detalle de invitar ni al café o unos chupitos, no sé, no es obligado, pero sería un detalle por su parte. O mejoran o no me verán el poco pelo que me queda.
Luis R.
Classificação do local: 3 Madrid
Un sitio especializado en hamburguesas de Kobe. No están nada mal, pero en realidad no es Kobe de verdad(no puede serlo, Japón exporta muy poca cantidad de esta carne, y España no está entre los pocos destinos). Se nota que las hamburguesas no las hacen en el propio local, porque la carne viene un poco más compactada de lo que debería, y el punto de la carne siempre está un poco por encima de lo que lo has pedido. Los entrantes son un poco flojos.
Silvia M.
Classificação do local: 3 Madrid
Especialistas en hamburguesas de kobe, no es un plato que me mate pero el ambiente y la música están muy bien