Llegué aquí por recomendación de un amigo que me dijo«te va a encantar» y nada más cruzar la puerta supe que había acertado. Soy muy fan de los sitios de tamaño mediano, decoración cuidada y cocina de fusión(con predominante toque mexicano), así que tenía muchos puntos para salir de allí satisfecha. La carta está pensada para compartir y, de hecho, nosotros apostamos por un menú que tienen pensado para dos personas y con el que pudimos probar un número enorme de los platos que tienen en la carta. De hecho probé tantos y tan ricos que soy incapaz de recordar el nombre. Los tacos«repollito la que has liao» estaban de rechupete, los huevos divorciados deliciosos y los macaroons fueron el mejor remate posible entre dulce y salado a la comida. Además el trato personal me pareció de sobresaliente. Explican los ingredientes de cada plato al servirlo y te dan tips interesantes de cómo comerlos. Lo único que me gustó menos es que algunas de las mesas son altas y no parecen demasiado cómodas para comer. Pero por lo demás todo perfecto!
Sara R.
Classificação do local: 5 Madrid
El pasado sábado fuimos un grupo de amigas a comer a Pajarita, animada por las buenas críticas. Este es uno de esos sitios que no sabes si recomendar a todo el mundo, o callártelo para ti como un secreto y así conseguir reserva fácilmente… Finalmente decidí compartirlo y recomendarlo: la comida está deliciosa, es original, bien presentada y sobre todo a un precio sensacional. Los camareros muy atentos y el ambiente muy agradable. Volveré sin duda y sin duda, lo recomiendo!!!
Paola M.
Classificação do local: 3 Madrid
Como dicen por ahí, la tercera va la vencida … La primera vez me enamore de todos y cada uno de los platos que probé, la segunda vez me desilusionó por completo, había platos que cambiaron la receta, ingredientes, presentación etc, y la tercera vez que es esta… Me ha vuelto a gustar!!! Algunas cosilla por ahí q quedan flojas, aún así, la verdad que vuelvo sin problema. La relación calidad precio es genial! MUST: quekas … Es que están buenísimas, para comer las 4 de un solo bocado Las patatas 1,2,3 — súper curioso, mojas la patata en huevo y después lo pasas por Crumble deli deli deli Postre de chocolate– es tremendo ! Parece una roca de chocolate con 2 texturas, me volvió loca :) En total eras 4 amigas de muy buen comer y pedimos 8 platos más postre y bien, no tienes sensación de haber comido mucho y tampoco te quedas con hambre
Daniel I.
Classificação do local: 2 Madrid
Me animé a probar este sitio por las buenas referencias de los Unilocalers, quizás expectativas muy altas pero no me ha acabado de convencer, más alla de los pimientos de padrón rellenos de crema de mejillón el resto no me dijo nada, el bacalao tenía una mezcla rara de sabores, la mayonesa a ese plato no le pegaba, la carne tenía un saborcillo a quemado y la flauta el txangurro apenas se notaba
Carlos Borja R.
Classificação do local: 5 Madrid
Trato exquisito. La comida espectacular, limpieza, buena presentación y precios muy asequibles. Me ha encantado. Nosotros hemos venido en pareja pero también es muy recomendable para sorpresnder a los amigos. La fusión de sabores es digna de probar. Un acierto, volveremos!
Diego J.
Classificação do local: 5 Madrid
Muy contentos tras visitar este restaurante. Local pequeño pero muy bien aprovechado, ¡han conseguido meter muchas mesas! Quizás un poco pegadas las unas de las otras. El ambiente es está muy cuidado, poca luz, colores oscuros pero armonioso y una decoración que no agobia en absoluto. La cocina está a la vista. Un pega es la sonoridad, había poca gente y mucho ruido, con el local lleno debe ser algo incómodo. Los camareros muy atentos y simpáticos y un buen tiempo entre platos. Como era la primera vez que acudíamos nos decidimos por la armonía, una combinación de platos por 32 €. De primero la coca guanajuantense, 4 crujientes con puré de aguacate, frijoles y tomate, por encima algo de queso rallado. Muy rico, quizás algo soso porque no distinguía bien el sabor de cada puré. Pero muy bueno. De segundo unas bombitas de camarón con aguacate. Sin duda tiene un sabor intenso, pero muy bueno. Me encantó al combinación de este plato. Seguimos con los huevos divorciados, alucinantes, lo mejor del menú. La clara era tipo bizcocho a la trufa hecha con sifón, me imagino. La yema normal y un fondo de arroz salvaje crujiente. Una combinación perfecta. ¡Me encantó! Antes del postre llegaron los baozis de cebón con cebolla crujiente, muy ricos estos panecillos que tan de moda se están poniendo. Otra vez una combinación de texturas y sabores muy lograda. Por último, macarons mejicanos. Un poco decepcionantes, no me gustaron mucho. El relleno sí, pero los macarons un poco pastosos. Pero no deja de ser un plato muy curioso. De postre la tarta de queso con aguacate y granada. Delicioso, también, y una cantidad generosa. Encantado de haber conocido este sitio, merece la pena muchísimo. No dudéis en acercaros en cuanto podáis. Además, el precio me ha parecido muy ajustado, menos de 20 € por persona. Para lo que comimos, una maravilla.
Alberto H.
Classificação do local: 5 Madrid
Estuvimos cenando en este restaurante con un grupo de amigos. Muy buena impresión. Local de tamaño mediano con una plantilla joven, eficiente y dinámica. Pedimos el menú degustación para compartir. Comida de buena calidad e innovadora. Sorprendente los postres donde añaden sabores y productos salados más típicos de un primer o segundo plato como es la tarta de queso esponjosa con aguacate. Muy recomendable para grupos, un poco ruidoso para parejas o cenas románticas.
Rosa G.
Classificação do local: 3 Madrid
Había leído reviews mezcladas de este sitio, algunas muy buenas, otras no tanto, pero en conjunto tenía ganas de probarlo porque parecía un sitio con platos muy originales y chef mexicano además, lo que es un plus para mí. Sin embargo, salí de allí más bien decepcionada. Para empezar, la decoración está chula pero las mesas altas para comer resultan un poco incómodas. Además nos pusieron en una súper pequeña para tres y la verdad es que eso hizo que no fuese tan agradable la comida. El servicio es muy amable y correcto, nada que objetar en este apartado. Todos los platos están pensados para compartir, con precios entre 4 y 10 €, y tienen nombres bastante curiosos y divertidos. Las bebidas son más bien carillas, 3 € por 1⁄3 sin alcohol, copa de cerveza a 2.5 €, y las raciones pequeñas. No teníamos mucha hambre y acabamos pidiendo 6 platos y medio para 3, que es menos de lo que te aconsejan pedir(entre 3 o 4 por persona) y eso hizo que la cuenta no subiese mucho, pero yo diría que la relación calidad-precio no es muy buena. Esto es lo que probamos: — Sashimi de berenjena: supuestamente glaseada con miel y con compota de tomante picante. La miel no se le notaba y la mermelada de tomate no picaba nada. Nos supo a poco. — Quekas: normalmente vienen 2 pero como nosotros éramos tres pedimos ración y media. Son unas quesadillas de champiñón en chipotle con pesto de pipas y pico de gallo. Creo fue el plato que más me gustó. — Huevos divorciados: uno de los platos que más he visto recomendar. Estaban buenos pero un poco sosos. La presentación es original y la cantidad está bien. Vienen las yemas por un lado y las claras en un bizcocho. La idea es comerlos todo revuelto con las habas y el arroz crujiente que traen, que por cierto está muy rico. — Baozi de cebón: son dos, con una especie de alioli. Yo de este plato sólo probé un bocado porque no soy muy fan del ajo. No estaba mal, pero por 6 € eran más bien pequeños. — Picanha coqueta: trocitos de carne con piña y granada, buenos pero diminutos, 6 bocaditos ridículos por 9 €, y tampoco era una carne increíble que justifique el precio. No encaja con el concepto de tapas de autor económicas. — Macarons mexicanos: supuestamente un surtido, de cochinita pibil, pollo en mole poblano y guacamole, pero a nosotros sólo nos trajeron 4 de cochinita pibil. No nos gustaron nada. Lo dulce de las tapas mataba todo el sabor de la cochinita pibil, que de todas formas no estaba nada buena. Este plato es un gran error, y encima lo trajeron al final, con lo que acabamos de forma un poco desafortunada. He leído que tienen un menú del día, y aunque normalmente ocurre al contrario, es posible que en este sitio sea mucho mejor comer de menú que de carta. Si me pillase cerca los días de diario igual le daba otra oportunidad.
Avelino C.
Classificação do local: 4 Madrid
Cena en PAJARITA, una casa de comidas moderna, abierta en la calle Apodaca, muy cerca del Mercado de Barceló. Local de tamaño medio, que no puede ser más «hípster», madera, suelo de baldosa hidráulica, bombillitas de filamento, etc., todo ya visto pero aun así muy mono. Barra, mesas altas y bajas y cocina acristalada. Sábado noche y el restaurante lleno. Carta a base de tapas de fusión para compartir y comer con las manos, a cual más original. Además también ofrecen un menú degustación, con los platos más representativos de su cocina. Íbamos sin mucha hambre, pero nos pareció que estaba todo tan bueno que nos fuimos picando y acabamos pidiendo seis platos para dos personas. Nuestra opción fue: Los famosos huevos divorciados. Bizcocho de clara de huevo acompañado de sus yemas, arroz salvaje, habas, galleta de frijol y de tomate y cristal de albahaca. Se remueve todo y a comer. Dos«baozis» de cebón: elaborado con pan chino al vapor relleno de carne, con un alioli de chiles secos, que le daban un agradable toque picante. Dos quekas. Que son unas quesadillas de champiñón en chiplote, con cilantro, pesto de pipas y flor de calabaza. Sashimi de berenjena. Presentada glaseasa con miel, caldo de ave tostado y compota picante de tomate. Picanha coqueta. Una especie de tataki de lomo bajo, servido con una compota de frutas tropicales y granitos de granada. De postre un «papa Francisco». Un mousse de chocolate negro con bizcocho de cacao. Todos los platos originales y muy logrados, destacando los huevos divorciados, los«baos» y la picanha. Carta de vinos breve pero bien escogida a precios muy comedidos. Elegimos un tinto de Toro, Asterisco, servido a su temperatura. Mesas sin manteles, como menaje un plato por comensal con una pajarita hecha con una servilleta de papel de color negra, entrelazada en unos palillos asiáticos de madera. Servicio muy correcto a cargo de unas simpatiquísimas camareras. Todo servido a su tiempo y sin esperas. Ricardo, cocinero y uno de los dueños, muy pendiente de que las mesas estuviesen bien atendidas, y explicando los platos. La minuta del festín no llegó a 50 euros. Nos ha gustado mucho, un sitio bonito, con una cocina muy original y una imbatible relación calidad-precio. Volveremos y lo recomendaremos.
Carlota S.
Classificação do local: 5 Madrid
Ya tenía ganas de probar este sitio por los comentarios que había leído, así que a la primera oportunidad de cena para dos que tuve, reservé. El local es pequeñito pero muy acogedor. La carta no es muy amplia pero yo siempre tengo problemas para elegir porque me apetece todo! Así que menos mal que tenían un menú para dos(armonía lo llaman) y así nos ahorramos el trance de elegir ;-) Todo exquisito, no quería que acabara nunca. La armonía consistía en 5 platos para compartir, todo rollo«finger food» y un postre. Por el precio(32 € sin bebida) fue altamente satisfactorio y nos quedamos genial. Entra en mi lista de sitios favoritos!
Daniel L.
Classificação do local: 1 Madrid
(Continuación del comentario anterior) Entonces me explica que sí, que el postre va con avellanas, pero que lo alternan con los chicharrones, y que ese día tocaba chicharrones. El problema, le digo, es que yo lo pedí por la descripción que me dieron, nunca lo hubiera pedido con chicharrones y que, si decide cambiarlo, tienen que decírselo al cliente. El chico ni se inmuta. Mi madre le pregunta si cree que se puede cambiar los ingredientes de un plato así como así. Su respuesta: «Pues perfectamente». Yo no daba crédito, le pregunté sinceramente si acababa de decir eso, y le dije que el papel de un gerente es mantener el temple y la educación, por muy cabreado que estuviera el cliente, y nunca ponerse grosero. A esto todavía no se había oído ni una disculpa y al ver la actitud a la defensiva y desafiante de los trabajadores, cogimos los abrigos para irnos. A la salida oigo cómo uno de los camareros se acerca al gerente y le dice en alto, para que lo oigamos«No te preocupes, nosotros sabemos lo que servimos». Uno ya está tan cabreado que el insulto final, el intentar ponernos de gente difícil, te repatea, así que me giré y le dije que no, que él me había dicho avellanas y habían puesto chicharrones. El chico se me encaró, y delante de su jefe me echó con gestos del local diciéndome«Muy bien, que sí, que se vaya». Aquí hay dos hechos gravísimos: El primero: que ni siquiera se den cuenta de la gravedad de servir a un cliente algo que no le han explicado. Hay vegetarianos, hay alergias, hay que tomarse estas cosas extremadamente en serio. El segundo: no sólo tienen una deficiencia brutal en su trato con los clientes, sino que ellos mismos no tienen la honestidad, el sentido común y la educación de resolver un problema sin atacar e insultar al cliente. Deberían despedir a toda la plantilla, pedir responsabilidades al que les entrenó y preguntarse qué tipo de sitio quieren tener y durante cuánto tiempo quieren que esté abierto. Luego, por supuesto, están los detalles. Con estos se hubieran quedado con 3 estrellas(la comida está buena), con su ataque, mentiras y menosprecio se quedan en menos 5.
Raquel T.
Classificação do local: 3 Madrid
Tengo sentimientos encontrados con este lugar, yo le pondría 3 estrellas y media, porque no me parece un sitio normal, pero tampoco soy admiradora. Fui con muchas expectativas y reservé mesa con dos días de antelación al sábado a medio día(tenéis que reservar por teléfono porque no es fácil conseguir mesa). Al ver la carta nos decantamos por el menú armonia I para dos personas, nunca habíamos estado allí y pensé que mejor probar un poco de todo y si lo han elegido así por algo será y a parte pedimos un plato más, que para cenar está muy bien pero para comer se queda un poco corto. La coca guanajuate pasó sin pena ni gloria, las bombitas de camarón tenían un puntito picante del curry que a mi acompañante le gustó bastante, los huevos divorciados son otro rollo, me alucinó ver la clara del huevo con esa textura de miga de pan, para mi gusto le sobra el arroz tan tostado. Los macarons mejicanos fueron muy… diferentes… el contraste del dulce del macaron con el salado y picante del pollo y la cochinilla. El baozi de cebón… ains que pena… estaba tan, tan picante que no notabas otro sabor que solo un picor excesivo en boca. Lo mejor que probamos fue el plato que pedimos a parte del menú armonía y que nos recomendó el camarero y fue la delicia de bacalao. Bacalao desmigado en una cama de puré de batata y una mayonesa por encima que estaba realmente buena y de postre el cotton cake que no terminó de convencerme del todo. Todo esto regado con un vino realmente delicioso, Asterisco se llama y os lo recomiendo de todas todas. Hay que ir, hay que probarlo porque quizá lo que a mi no me gustó a otros les parece la leche, yo creo que no fui muy acertada eligiendo los platos y por eso estoy entre estrellas estrellada. El trato fue buenísimo, los camareros encantadores, hubo un momento de caos cuando se les olvidó servirnos un par de platos y dieron nuestra comida por terminada, pero lo salvaron en seguida.
Lolo R.
Classificação do local: 5 Madrid
Qué suerte he tenido de conocer este sitio tan rápidamente. Vi unas cuantas fotografías y pensé «tengo que ir a visitarlo sin falta». Y la verdad es que mola todo. Concebido como un gastrobar, su carta es un tanto ecléctica. Mezcla cocinas de aquí y de allá, con todo tipo de orígenes y fusiones, para terminar confeccionando un menú un tanto curioso. Los platos vienen en modo tapa, y te recomiendan pedir entre tes o cuatro por persona, en función del hambre que tengas. Son perfectos, por ejemplo, para pedir ocho y compartir entre dos. En mi caso, yo pedí: unas patatas con un huevo cocido a baja temperatura y cobertura de kikos que se llamaban«un, dos, Malasaña». El huevo estaba espectacular, y las patatas gajo crujientes por fuera y melositas por dentro. Muy grandes. Me comí también unas alitas de pollo riquísimas(aunque esas no eran mías) que, de hecho, en la realidad son un poco diferentes(en la foto les falta una salsa que llevan por encima). Y pedí también unas flautas de buey de mar que me supieron a gloria. He de decir que, tal y como estáis viendo, la presentación es espectacular, buenísima. Todo está tratado con sumo cuidado, y los cocineros salen a explicarte el plato, lo que estás comiendo y cuál es el mejor método para comérselo(a veces son los dedos, otra los cubiertos, y otras… los palillos). Porque sí: hay palillos. Y de hecho, están colocados sobre la mesa pinzando la servilleta y haciendo honor al nombre del local. He de decir que cuando fuimos estaba recién abierto, y fueron absolutamente encantadores. Mi acompañante tenía restricciones en su dieta y fueron extremadamente comprensivos, modificaron algunos platos para que los pudiera comer(¡!) y a pesar de la dificultad, en ningún momento hubo ningún comentario fuera de lugar. Pienso volver, porque además el sitio, por dentro, es bien molón.