Los sábados se volvieron una locura hace unos meses, de salir de casa a las 11 de la mañana y seguir 12 horas después echados a la calle, y en uno de estos días tan top tuvimos nuestro momento VAMOSAUNKARAOKE enormemente apoyado por mis 4 acompañantes. 6 € con cerveza y 8 € con copa, nos indicaron que debíamos poner el número 18 en nuestros papelitos de pedir canciones y para dentro. Cuando llegamos todavía había poca gente, luego se empezó a llenar y llenar y llenar, y qué percal… Cuanto más lleno más imposible que te vaya a tocar cantar, yo no recuerdo si estuve 2 ó 3 horas, y sólo salieron 2 de mis canciones(ehh, pedimos mil), hay que recordar que era sábado. Como contra he de decir que el volumen de los micrófonos es BAJÍSIMO, te oyes y poco más. Insisto en el percal de gente, miedito.
Rubén V.
Classificação do local: 4 Madrid
Un karaōke de los más «pro» de Madrid. Si bien es cierto que, como a la mayoría de los locales de música, es mejor no ir en fin de semana, porque la espera para cantar se te hará eterna y porque estará lleno de cumpleaños random y despedidas de soltera con unas cuantas gargantas desgañitadas que dan como hasta un poco de cosica. También es verdad que, a diferencia de otros sitios y no sé si por acústica o qué, la gente suele ser bastante respetuosa con quien está cantando en el escenario. Es lugar de encuentro de los profesionales de los musicales de la Gran Vía, así que igual al principio intimida un poco lo de subirse al escenario a cantar, pero desde luego que si te animas no te vas a arrepentir!
Javier M.
Classificação do local: 2 Madrid
Quien me ha oído cantar alguna vez sabe el motivo por el que no soy aficionado a los karaokes. Desde pequeño, ya mi profesora de música del colegio me prohibía cantar junto al resto de mis compañeros. De ahí mi actual complejo. Sin embargo, las buenas referencias de mi grupo de amigos hizo que me animara a dejarme caer por ‘Master Plató’. Escuchar ‘La chica Yeyé’ y demás joyas bien merecíà la pena, aunque para ello tuviera que pagar nueve euros(entrada más consumición, aunque puedes pagar seis euros si prefieres una cerveza como bebida). Y es que la opción de la cerveza es más que aconsejable en vista de la calidad del alcohol(mucho mejor para curar heridas que para ingerirlo). Aunque es cierto que el ambiente que reina en la oscura y pequeña sala en la que se ubica este karaōke es bueno, la enorme cantidad de gente que acude allí los fines de semana hace que la sensación de agobio sea una constante. Tal vez, como dice Miriam N, sea mejor ir los jueves para evitar aglomeraciones. Y, como bien apunta Lolo R, el ingrediente fundamental para sobrellevar la noche en el ‘Master Plató’ es la paciencia. Una hora de espera para poder entonar la canción escogida no te la quita nadie.
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
Mi relación con los karaokes es de absoluto amor — odio. Los amo porque en realidad, siempre he querido ser cantante, estrella del rock, del pop o de lo que fuere. Subirme a un escenario, cantar y que la gente flipe las tulipas con lo mío. Pero también los odio porque, desafortunadamente, la naturaleza me ha otorgado unas cuerdas vocales que dan más pena que otra cosa. El Master Plató es uno de los karaokes más interesantes de Madrid. Situado en el mismo parking de la Plaza de los Mostenses(y cuando digo en el mismo parking, me refiero a DENTRO de él), no hay nada que allí no pase. Es un lugar con regusto antiguo, con poca iluminación y con mesas y sofás bajos para sentarse y disfrutar(en la medida en la que los gallos te lo permitan) de la selección musical. La entrada cuesta ocho euros con una consumición(aunque esto creo que solo es durante los días del fin de semana de mayor afluencia) y luego tienes la oportunidad de cantar lo que quieras gratis. Solo tienes que buscar la canción que desees en el libro(que tiene pinta de pesar una tonelada) y pedírsela al tipo que maneja el karaōke. Y aquí es donde viene, siempre, el conflicto. El orden de actuación es lo más aleatorio que te puedas echar a la cara. En los últimos tiempos te dan una tarjeta de prioridad según el tamaño del grupo, y la intención era buena pero al final nada: van pasando las horas y vas viendo como tu canción no aparece, pero mientras hay gente que sube dos, tres y hasta cuatro veces prácticamente seguidas, mientras tú te tajas bien tajado con el codo apoyado en la barra. Sin embargo, cuando llega el momento, dicen tu nombre y te subes al escenario, eso es otra cosa. Y si has tenido la suerte de elegir una canción bailonga(‘Disco 2000′ de Pulp fue la que me dejaron destrozar el fin de semana pasado) y ves cómo la gente se vuelve loca a bailotear, entonces, solo por un momento, te sientes Jarvis Cocker. Impagable la sensación de este auténtico guilty pleasure de cantar frente a un buen número de extraños que a todos nos gusta más de lo que reconocemos.
Ana S.
Classificação do local: 4 Madrid
Me encanta este karaōke, es un clásico de la noche madrileña. Tienen la mayor variedad de canciones, un montón de monitores, se oyen bien las voces, está en el mejor sitio de Madrid… Todo sería maravilloso si no lo llenaran hasta los topes de manera que es prácticamente imposible que en las tres horas que pasas allí consumiendo cantes más de 2 canciones con tu grupo de amigos. Se hace muy cansino esperar y al final te acabas yendo porque te aburres de que nunca salgan tus canciones. Está bien ir en jueves, que hay mucha menos gente y puedes cantar a gustito. Los sábados es un poco drama la espera, la verdad. Eso sí, que no te extrañe encontrarte a gente del cine, de la tele, celebrities de todo tipo… ¡Les encanta!
Andrea A.
Classificação do local: 4 Madrid
¿Vamos a un karaōke? ¿Vamos a un karaōke? ¿Vamos a un karaōke?!! mis compañeros de curro ya estaban hasta los mismísimos de mi antojo así que en una de nuestras salidas nocturnas acabaron por meterme en este local… llamémosle bizarro. Evidentemente yo para poder soltarme en un sitio de estos tengo que ir con una copina de más, pero ahí está la gracia, claro… cantar como si no hubiese un mañana visualizándote en los MTV Music Awards. Risas aseguradas.
Mcmpar
Classificação do local: 3 Madrid
Buen ambiente aunque mucha gente maximo te da tiempo 2 canciones por noche
Miriam N.
Classificação do local: 5 Madrid
Perfecto plan para un jueves, al menos yo siempre suelo acabar allí cuando salgo entre semana, supongo que los findes estará demasiado lleno y por eso nunca vamos. Nos echamos unas risas, muchas risas ya que ir a cantar cuando no se sabe cantar puede ser de lo más gracioso. En Plaza España y un poco escondido está el Master Plató Karaōke, uno de mis lugares habituales desde que me lo enseñaron. Tienes muchas canciones para elegir, de todo tipo y estilos y la atención es buena. Es cierto que no subes al escenario todas las veces que querrías pero también hay que entender que el sitio no está abierto solo para ti. Hay que pagar entrada pero te dan una consumición. El ambiente suele ser bueno, y es el sitio ideal para ir con un grupo de amigos a pasarlo bien. Puedes incluso reservar mesa, si quieres celebrar algo eso es bastante práctico.
Nabor R.
Classificação do local: 5 Madrid
La imagen que tengo de los karaokes es la del mafioso con chupa de cuero, acodado en la barra y tomando solo. Este karaōke, aún siendo probablemente el más decadente de España(la entrada está bajando al párking de la misma plaza), seguramente sea también el más divertido: gente saltando de sofá en sofá, chicas chillando como si fueran groupies de los Beatles o de Andy y Lucas… el garito no es muy grande y, en honor a la verdad, francamente sórdido; pero la gente está totalmente entregada a la causa y, además, tienen un repertorio que va desde el ‘My way’ de Sinatra hasta el ‘Saca el güisqui Cheli’ de Desmadre 75. Venir aquí es de esas cosas que hay que hacer una vez en la vida, como tirarse en paracaídas o plantar un árbol.