Maru

Fui por recomendación de la comunidad Unilocaler, y si no es por que está en Unilocal,la verdad que nadie se metería en esa calle estando la Gran Vía al lado.
Llegamos y no había casi nadie, así que el camarero nos atendió rápidamente y nos dirigió a la mesa. Como ya habíamos comido barbacoa unas cuantas veces y el menú solo podían ser dos platos nos decantamos por el menú a la carta.
Como buen restaurante koreano nos trajeron los cuatro entrantes típicos de allí, en sus cuencos.
La verdad es que me desenvolví bien con los palillos koreanos, que son más finos y suelen ser metálicos, por lo que es difícil hacerse con ellos las primeras veces.
El Je juk bo kum estaba rico, mezclado con la lechuga y un poco de arroz tipo un taco mexicano. El hae mul jun pajeon, Yu Ke Chang también fantásticos y el bibimbap no es el mejor que he probado, ya que el huevo no estaba crudo y el cuenco no conservaba el calor para poder guisarlo y que se quemara un poco el arroz.
La cocinera era koreana y no sabían nada de español, pero se hacía entender para indicarnos como podíamos comer los platos.
Cada mesa tenía una barbacoa eléctrica pero ni la desempolvamos, quizá la siguiente ocasión.

Os pongo en situación Madrid 13:30 buscando un lugar para comer después de estar toooda la mañana pateando el museo del Prado, estábamos hiperhambrientos. Al restaurante que teníamos pensado acudir nos daba mesa para las 3 de la tarde, asi que puse a trabajar al buscador de Unilocal y justo unos metros mas adelante estaba Maru. Lo confieso si no hubiese leído las reseñas de Unilocal no hubiese entrado. Cuando entras en el local lo primero que ves es un mostrador y un plasma donde estuve viendo el canal 24 horas mientras venia el camarero a atendernos (no fue muy larga la espera uno o dos minutos). Por las horas que eran en el local solo había una mesa de 4 comensales y la nuestra de 2, por lo que no tuvimos que esperar mucho para que nos sirvieran la comida. El camarero es andaluz, nos trató muy de tu a tu y lo primero que nos preguntó si conocíamos la comida coreana. En nuestro caso como contestamos con un sí un poco dudoso, nos dio un «minicursillo expres» explicándonos que platos podíamos pedir para no salir con el paladar achicharrado por el picante. Además nos aconsejó pedir solo un entrante (gyozas) y 2 platos principales porque seria bastante comida para los 2, un gesto que me gustó. De los nombres de los platos que pedimos no me acuerdo pero debo de decir que me gustaron y saciaron bastante, supongo que será en parte por el arroz que llevaban ambos platos. Uno de ellos llevaba picante, cosa que me avisó el camarero, por lo me preguntó por la cantidad de picante que quería que llevara. Como no tengo mucho aguante, aunque me guste, le dije que echara poco picante. Y la verdad que dio en el clavo. Aunque los platos venían recién sacados del fuego, aun podías oír el ruidito que hace cuando la comida se esta haciendo en el fuego, me quedé con las ganas de probar la BBQ coreana. Cosa que pude ver in-​situ con los comensales que teníamos al lado, olía y sonaba muy bien. Llegó la hora del postre y nuestras barrigas se asemejaban más a la pancha de Sancho Panza que a la de los Angeles de Victoria Secrets. Una pena porque solo pudimos pedir un solo postre y renunciar a uno que llevaba algo de crema de Nutella. Pero el que pedimos no se quedaba atrás. Eran unos bombones en forma de capsula cubierto de chocolate con un polvillo de té verde y rellenos de helado de te verde, riquísimo. Seguro que mi próxima visita a Madrid volveré a visitarlo porque ya os digo que me quedaron platos por saborear.

Solo había comido coreano una vez en mi vida y no me gustó mucho (quizá fuera la compañía), así que la oferta de ayer de ir a comer aquí me pilló un poco a contrapelo. Al llegar al local empezó a asentarse en mí la percepción de que algo iba a salir mal: es evidente que en otra época esto era una vivienda que ahora han reconvertido en local, la decoración es ecléctica (unos azulejos con la palabra «barbacoa», Quijote y Sancho, pintores franceses), y encima no hay mucha gente. Hmmm…
El camarero andaluz, bien majete, nos sentó en una mesa del salón interior y nos trajo las cartas, avisándonos de que no había comida japonesa; no pasaba nada porque íbamos a por la coreana, pero a otros les había hecho un roto. De entrante pedimos un plato que viene a ser una tortilla de camarones, pero con todo tipo de mariscos: espectacular; de segundo pedimos sendos pollos con soja picante, acompañados de arroz: riquísimos, el punto de picante justo, bien grandes, ¡me encantó!
Postres no tienen, así que directamente la cuenta. Los platos ya tenían el precio y no nos asustaban, que además nos habían puesto también un aperitivo de verduras picantes; ahora bien, las botellas de agua mineral a precio de oro. No es que nos pareciera mal en general, pero la sensación sí fue de estar pagando un poco más de la cuenta por lo consumido.
Aún así, riquísimo todo, pero la próxima vez agua del grifo.

My favorite Korean place in the city centre (after Seoul restaurant in Puerto de Toledo). The place is quite nice compared to Seoul but the food is just decent. The only thing I would recommend getting is the Spicy Chicken. I haven’t tried all of the Korean dishes, but I have tried a good amount and they were just all ok but good enough for Madrid.

El Maru me gusta mucho, su cocina es muy buena y la BBQ coreana es abundante por el precio que tiene. Eso sí, le falta algo de ventilación por lo que la ropa cada vez que voy me sale oliendo a comidaqueloflipas. El Maru me gusta y voy a menudo, pero no me gusta su kimchi –el kimchi es un plato consistente en verdura fermentada que, como nuestro pan, en Korea se come todo el rato todos los días – . Recomiendo, cómo no, su bibimbap y demás platos típicos además de la barbacoa aún saliendo con olorcete.

Sorpresa con este coreano japonés junto a la gran vía, la puerta no te dice nada, incluso su decoración, podrías pasar de largo, en cambio entras y acabas sorprendiéndote con su cocina, lo realmente importante de Maru.
Te aconsejamos ir con cautela, nada de sobrado o puedes no acabar con todos los platos. Aunque en su carta aparece marcado lo picante, no lo indican en todos los platos, así que mejor pregunta, evitarás sorpresas como con su Tempura de vieiras, que está fuerte, menos mal que aún nos quedaba su Ensalada de goma wakame, que está fresquita y muy buena.
Muy buenas también sus Empanadillas caseras de carne con topping de cebolla caramelizada, una plato junto a la ensalada que debes pedir.
Tienen barbacoa en algunas mesas, recuerda pedir este tipo de mesas en tu visita, podrás cocinar la carne al momento a tu gusto.
Llegado al sushi, piezas enooooooormes, no te cogen en la boca, o si lo haces puedes morir por asfixia de arroz ajajjaja salvo si eres del club Jim Carrey. Demasiado grandes las piezas, prácticamente podrías cenar con un roll, son muy grandes, están buenos, aunque yo prefiero tamaños más para un bocado. Nos desveló Kim (dueño y cocinero) que hacen las piezas grandes porque tiene las manos grandes y le gusta el sushi grande. Muy majo kim y buena su cocina.

Me flipa la comida coreana, y este es uno de los mejores sitios para probarla. Tienen un menú generoso, aunque pedir de carta también es una buena opción.
Sin duda tienen el mejor Yu Ke Chang (caldo picante de ternera) que he probado fuera de Corea.
Los platos japos también están muy ricos (los Alaska makis son espectaculares).
El servicio es super bueno y el dueño, Mido, es encantador.
Totalmente recomendable.

Había leído muy bien aquí sobre este sitio y tenía ganas de probarlo.
Cuando vi japonés — coreano me dio un miedo atroz porque hacía unos días había comido coreano y tenía para un tiempo.
Resulta que la carta ha cambiado, o eso dicen, y hay muchísima menos variedad de comida japonesa y mucha más coreana. Aún así la idea era japo y pedimos japo.
Gyozas (Mandu), bien, bien buenas, tienen raciones de 4, 6 y 8, yo elegí 6, no vaya a ser que dos sepan a poco… estaban buenas, tenían una salsita dulce que les iban bien, si acaso las prefiero más al vapor que tan crujientes, aunque sea por poder morderlas.
El california roll estaba muy bueno, las piezas eran gigantes, monstruosas, un show intentar comer una de una vez… al final todo el tobiko entre plato y mesa.
Para terminar un plato de nigiris y gunkans, nigiris de salmón, anguila y atún y gunkans de salmón, tobiko, atún y una cosa amarilla que yo sigo sin saber qué era. Todos bien buenos, si algo me llamó la atención fue el tamaño de las bolas de arroz de los nigirs que eran un poco minúsculas.
La experiencia fue muy buena aunque es un poco rollo que sea más (mucho más) coreano que japonés, pero todo me pareció que estaba muy bien ejecutado, el servicio fue rápido (vale que al principio estábamos solos en el sitio y luego ya empezó a llegar más gente) y la calidad muy correcta.
Barato no salió barato, eso sí nos pusimos hasta arriba.

Sentimientos encontrados. Así puedo resumir mis visitas al Maru.
La primera fue cuando el sitio estaba en la zona de Tetuán. Local pequeño y escondido, con dos o tres mesas para comer. Al más puro estilo chino Bladerunner o el Sushi Bar. La comida muy rica, la nota ajustada y el servicio curioso, la persona que nos atendía, oriental ella, tenía acento de «Madriz» con su deje macarra y todo.
La segunda, ya en el local molón nuevo, la comida subió de calidad y de precio, pero aún así seguía siendo muy ajustado la relación. En la carta podías encontrar multitud de platos japoneses y koreanos, pero un montón.
Y la tercera… aunque, la calidad sigue siendo muy buena, el precio ha subido y lo más importante, la oferta ha bajado de manera considerable. Vale, también me fastidia que quitasen un plato que tenían con almeja roja. ÑAM.
Aún así, es recomendable por la calidad de la cocina. La rapidez no es su fuerte, las dos últimas veces que he ido ha tardado en servirnos contando con que no había más mesas ocupadas, pero bueno, es lo que tiene la preparación de la cosas… digo yo

Muy buena opción de comida japonesa y coreana, ambas auténticas y con aperitivo coreano gratis! Cantidad muy correcta y amables!

They had a check in offer for 20% off, which seemed really good, but when we asked them about it, after the waiter went to speak with the owner to ask about it, she told us that we could only use it if each one of us ordered a starter and a main dish, which I find impossible unless if you eat as much as a pig. It might be better if they don’t have check in offer than having that one. I didn’t came here because of that, and when I realised that they had it, I felt deceived after knowing the conditions.
Anyway, the sushi was why we came here, and it was just okay. I am not an expert and I can’t tell why, but I didn’t really like it. We also ordered 2 dishes that the waiter recommended us and were really nice, but I am afraid I don’t remenber their names.
The service was the best, fast, nice and friendly.

I love this place. They have great soups and everything I’ve tried has been delicious! The service is pretty good too, not overtly friendly, but definitely attentive. They have a great daily lunch menu, on weekends too, for about 12 euros. I have mostly eaten a la carte and no dish has been disappointing yet. My favorite thing to order though is the spicy beef soup, Yuke Chang, it was exactly what I needed on a day I was feeling a bit sick. The portion is enough to fill you up since it comes with a bowl of rice, but you can order a small appetizer, like the seaweed salad for 4 euros. I’ve also tried the Kimchi soup, Kimchi Chi Ke, which was also delicious and came with a bowl of soup and a few other small plates. The rolls are pretty creative, for Spanish standards, and come in big portions. We tried the Korean beer, since it was free with a Unilocal check-​in, and I really liked it. They do have a Korean BBQ option, but I have not tried it yet. Overall I think this is a great restaurant. Great food and good service, plus its not too busy. I don’t have to worry about making a reservation… yet.

Hace un montón de tiempo que escribí la reseña del Maru cuando se encontraba en la calle san Antonio, detrás del mercado Maravillas, en el barrio de Tetúan cuando este era un bareto de sushi.
Despues de volver a ponerlo en el mapa tras unas cuantas reseñas leidas en Unilocal,me decidí a visitarlo. Se ha trasladado a la calle de los japos de Chueca, donde hay hasta 4 o 5 restaurantes japoneses. Mucha competencia. Que los asiaticos dicen que es sana.
El local, ni que decir tiene, es infinitamente más grande que el anterior, dando el salto de cafeteria/​bar a restaurante con todas las letras. Como ya conociamos más o menos que su especialidad eran los makis decidimos arriesgarnos y salirnos del socorrido opción menu caja bento y cada uno pidió unos makis a su elección para luego ponerlos en común y compartir.
Tardaron un tiempo en hacer los makis, lo cual es buena señal, quiere decir que no los tienen pre preparados, y hay que decir que sigue siendo tan bueno como lo recordaba. Grandes de tamaño, que costaba meterlos del tirón en la boca, con ingredientes frescos y ricos, si acaso con exceso de aguacate en algunos. Todos muy ricos, eso sí. ¿Y de precio? Pues tirado. Nos salio la cena pidiendo «a la carta» y con dos tercios por cabeza a menos de 15 euros camocha.
Sigue siendo pues, una apuesta segura en el mundo japones (coreano), barata y ahora mucho menos truculenta que en tetúan.

El Maru ha sido un gran descubrimiento y casi que se ha convertido en el lugar de los jueves, día que trabajo por la zona.
Es un restaurante de menú del día (11,95 euros) o de carta, y lo he probado en las dos opciones, cena y comida.
Respecto al menú del día, tiene un montón de platos, mezcla de coreano algo japones, todo me ha gustado. La sopa de misho está muy buena, y los tallarines, quizá de los primeros descarte la tempura de verduras, porque la última fue tempura de zanahoria. Respecto los segundos pues el maki mostruoso de ternera me pareció como para dos o tres! Por lo demás, buenísmo el Chap Che, el Bulgogi tanto kimbab como el Top po KI, y como no para acompañar en un principio, bien el Kimchi y/​o el wakame con sésamo. Makis y sushi, tienen bastante variedad, aunque realmente, no los he comido ningún día.
Detalle curioso, los palillos son metálicos, supongo que es por la tala de la madera y por hacerlos reutilizables (genial).
El trato es en todo momento muy correcto y muy amable!

Sorprende lo abundante del menú del día de este lugar, que es una especie de mezcla entre lo japonés y lo coreano. Trasladado desde el norte de Madrid a la calle Reina, una de las calles con más profusión de restaurantes asiáticos de Madrid, he de decir que me sorprendió para bien. Coca-​cola de 350ml (yo esto lo aprecio muchísimo) y un servicio atento, que se sabe que está ahí pero sin que se note.
Cometí el error de pedir dos platos con muchísimo arroz así que, entre lo abultado de las cantidades y el propio menú, terminé no pudiendo más con mi vida y dejando parte del primer plato en la mesa, pero he de reconocer que, si hubiese pedido algo más ligero (tipo arroz) me lo habría acabado de sobra, porque estaba bien rico.