¡Las Jarritas! ¡El lugar perfecto antes de ir a la Moby Dick! Este bar destaca por estar lleno de indie-music-lovers que escuchan«Discogrande» en Radio 3 y van de culturetas a descubrir los grupos nuevos que van a la Moby Dick. Vamos, esta lleno de gente como yo. Ya sabéis como somos los modernos, preferimos antes el típico antro-tasca-bar de abuelos donde la grasa abunda entre las tapas que la mejor cervecería del mundo. Por eso acudimos en masa a este bar, porque cumple con ese requisito básico. Tiene terraza y barra, y un par de mesitas dentro. La barra es de esas típicas de los bares de antes que tiene forma de U, con la que puedes hacerte ojitos con la persona de enfrente siempre que esquives la mirada del camarero o te caerá un chistorrazo en la cabeza. Tiene algunas sillas altas para la barra pero la finalidad no es sentarse, es hacer corrillo alrededor de ella para usarla de mesa auxiliar o de ropero. La cerveza es muy barata, tanto que muchas veces acaba en el suelo o en la camisa de alguien, y además te ponen bastantes tapas que tampoco son nada del otro mundo pero te sirve para hacer bola en el estómago para que puedas llegar al concierto para gritar cual groupie con el puntillo y comprarte el vinilo de turno aunque no tengas reproductor. Lo mejor de este bar es el ambiente que se forma, que acabas hablando con todo el mundo. Y, si además eres de los míos que te encanta el café, puedes ir saltando de grupo en grupo cual rana en su ambiente. Me encanta este bar(inserte corazón aquí). PROS: Cerveza muy barata. AMBIENTAZO. Tapas y mas tapas. CONTRAS: Existe alto riesgo de que te emborraches. También de que le tires botellines sin querer a las camisas de tus amigos.
Elena M.
Classificação do local: 5 Madrid
Mítico bar de cuando vas a un concierto en la Moby Dick! No es que sus cañas sean las más baratas porque cuestan 1,60 euros, pero están bien tiradas y cenas con las tapas que te ponen. El ambiente siempre está a tope de gente joven mezclada con pijos yuppies. Las raciones están bien, a mí me gustan las patatas de dos salsas, sobre todo la de alioli :) Además los camareros son de los de verdad, gente que está al loro de que no te falte de nada y bien curtidos en esto de estar rápidos y atentos. Perfecto para quedar antes de los conciertos!
Hugo G.
Classificação do local: 3 Madrid
Templo del fritangueo, esta seríà la definición que dar a Las Jarritas. Es el típico sitio after work de la gente que curra en la zona de Azca, por lo que suele tener siempre ambientillo a eso de las 8 de la tarde. Con la caña ponen una tapa más o menos generosa aunque no muy saludable: empanadillas, croquetas, salpicón… No recuerdo qué precio tenían pero no son baratas. En general, el local es muy cutre aunque es espacioso porque tiene una barra en forma de rectángulo en la que siempre hay sitio para apoyarse y un par de mesas por si decides decantarte por las raciones. Los camareros son de los de toda la vida, de los que se acuerdan del número de ronda que les has pedido por mucho que te cambies de sitio. Sin duda, una opción interesante si te mueves por esta zona y no quieres dejarte mucha pasta.
Claudia R.
Classificação do local: 3 Madrid
Es ese bar de la esquina que ni tiene ná que ni tiene tó. Vamos, que vale para tomarse unas cañas viendo el fútbol(que no es mi caso) o después del curro con los amiguetes mientras tu colesterol va subiendo rápidamente tras la ingestión del fritangueo variado que acompaña a las consumiciones. El bar en sí es bastante rancio y yo diría que hace mucho tiempo que no tocan ni una simple loza. Mesas que parecen de colegio y barra de estas con bastante«historia» encima. Servicio rápido y agradable, eso sí. Cañas a 1,30 € y refrescos a 2,30 €(lo segundo me parece demasié) que se acompañan de una tapita.
Nabor R.
Classificação do local: 3 Madrid
Tengo un amigo que se dedica a la publicidad y vive y trabaja por la zona. Después de currar, lo que ahora llaman afterwork, siempre se pasa por ahí. Y no es el único. Tasca de barrio muy popular entre jovencillos trajeados, en los que es común empezar tomando una y acabar con una tremenda resaca a la mañana siguiente. De típico lío entre semana, y en especial los jueves. Se peta bastante y las tapas no son nada del otro mundo. También hay menú del día, casero(con todo lo que ello implica) y baratico.
Germán M.
Classificação do local: 2 Madrid
Al poco de llegar a vivir al barrio nos tocó pagar la novatada con este bar. Pensamos en tomarnos unas cervezas antes de salir de marcha por la cercana Avenida de Brasil(léase Moby Dick) y probamos suerte en este bar, que estaba bastante lleno y eso nos llevó a pensar equívocamente que sería un descubrimiento. Bueno, lo fue. Tardaron, se equivocaron en las raciones que pedimos, se estaba agobiadísimo y no hubo forma de pillar sitio. Encima, caro. Como la primera impresión es la que cuenta(cuando no quieres hacer el idiota dos veces y además ya has encontrado bares decentes en las cercanías) no les hemos dado una segunda oportunidad. Raro sería.
Alfredo P.
Classificação do local: 2 Madrid
Un buen día, no hace ni dos meses, se planteó súbitamente una reunión de amigos que nos vemos muy poco. Poco a poco fue sumándose gente y el local que habíamos previsto se nos quedó pequeño, así que nos echamos a la calle en busca de un lugar cuyo dueño iba a hacerse de oro esa noche. El bar elegido fue Las Jarritas. Nos convenció su potente aspecto a ‘bar de viejos’, siempre garantía de precio económico y colegueo tras la decimotercera ronda. Y nos equivocamos. Las tapas, que van a una por ronda, fueron bajando el nivel alarmantemente hasta el punto de llegar a darnos asco. «¿Oiga, se cree que estamos tan borrachos para no darnos cuenta de que esto es una cochinada?», dijo uno de mis amigos sobre algo que parecían tiritas de queso con mayonesa pero que sabían a pescado empanado. Al final la cuenta ascendió a 340 euros(cuando nosotros la estimábamos en 280 más o menos) y tuvimos que INSISTIR en que nos invitaran a ALGO. El camarero, visiblemente molesto, nos dio una botellita de orujo y punto, para más de 20 personas que éramos.