Nos moríamos de hambre y sin pensarlo dos veces entramos a la Taberna Encantada, confiando en su extraño aspecto exterior de castizo-hippie-sicodelia-ibérica. Mis sensaciones fueron cambiando a medida que avanzaba mi estancia en el lugar. Al principio me hizo gracia su estilo ecléctico a la fuerza y la carta no muy extensa, me pareció practica y barata. Pasado un rato empecé a desconfiar porque no parecían muy amables y una entrada de pincho de tortilla frío y sin gracia, ya me dejó un poco molesta. Sin embargo, poco a poco fueron mejorando con el pisto, los huevos rotos con jamón ibérico y unas ricas croquetas, lo más destacable. También la amabilidad fue en aumento… :) La verdad es que no es un lugar increíble, pero para una emergencia de hambre cuando ya todas las cocinas de la zona están cerradas, está bien. Insisto, las croquetas están muy ricas!!!
Juan D.
Classificação do local: 4 Madrid
Conocí anoche este sitio por dos amigos que me habían hablado de él de forma separada; está abierto por gente del barrio que ha sabido encajarlo muy bien dentro del resto de locales de la zona, mezclando lo más actual de los sitios modernos cercanos con el espíritu del barrio. En el interior puedes encontrar gente de todas las edades y apetencias comiendo tostas, tomando infusiones o dándole a los copazos, todo ello a la vez y, aparentemente, sin importar la hora del día. El personal es bastante agradable y, si no tienen lo que quieres, le pegan un repaso a la bodega a ver qué es lo más parecido que encuentran; esto les diferencia de otros sitios en los que el camarero te espeta una negativa y luego se te queda mirando fijamente a ver si implotas. Lo mejor es que me di cuenta al salir, siendo ya la hora del cierre, que era de los pocos locales de la zona que aún estaba bastante lleno, señal de que los que lo conocen repiten por algo. Yo también repetiré, aunque será más para tostas, que uno ya no está joven para ciertas marchas.