Don’t normally post bad reviews but this one is warranted. Passed by here many times while walking and always wanted to try it. Went to have a relaxing hour or two on my computer preparing for work on a Sunday evening around 530. Finally did so and can’t review the food as I hadn’t ordered any, but I was definitely disappointed in the service. My friend and I ordered two drinks to have while we quietly did our work. We needed to ask for the wifi password about 4 times. Bartender said«it’s the network without the password»…didn’t work. Then we were told one password, then another etc. Bartender and waitress both had a pout on their faces and were cold and rude — after sitting for maybe an hour and a half she told us we needed to order something else or leave because they needed the table. Understandable — if we were chilling idly for 3 – 4 hours but not after 1.5 hrs — while there were other people on their laptops as well… The manner in which she said it was just super rude and might prevent me from going back there. My friend left our money on the bar because the waitress was busy and we wanted to give our table to the next customers… She ran after us outside thinking we didn’t pay when we did. See for yourself, maybe the waitstaff will be in a better mood another day. doesn’t hurt to smile once in a while!
Daniel M.
Classificação do local: 3 Madrid
Normal. Siempre que pasaba por la puerta me llamaba la atención el aire acogedor y tranquilo que el mobiliario y la decoración le daban, pero nada de eso. Me pareció más decoración que otra cosa: La música demasiado alta y los sofás no muy cómodos. En cuanto al servicio, normalillo; pena de tener que ir a la barra a pedir, y eso que había tres personas atendiendo. El precio, normal también para la zona en la que está.
Cristina D.
Classificação do local: 3 Madrid
Estaba entre darle 2 o 3 estrellas… La verdad es que creo que los sitios no solo son bonitos por la decoración más o menos molona(ojo con los gustos de cada uno) sino por las personas que te atienden. En este caso el chico que nos atendió creo que o no le gusta su trabajo o su desgana llama la atención, lo siento. Tampoco entiendo que venga a traernos la carta y no nos indique que en la primera sala del local, hay una pizarra donde hay más sugerencias. Venimos a cenar, ofrécenos todo lo que tenéis hoy, o al menos eso haría yo, llamadme loca. La decoración no es mi favorita. Sí es cierto que tiene detalles y objetos que me gustan y me resultan curiosos pero quizá para mí está todo como medio apelotonado y entonces pierde sentido. La luz tampoco acompaña. Nosotras estuvimos sentadas en la sala intermedia. Nos pedimos tortilla de patata, quesadilla y croquetas variadas. Me quedo con las últimas, sobre todo las de queso. El resto ni frio ni calor. La quesadilla venía «a pelo», es decir, ni guacamole, ni algo de tomatito con cebolla ni nada. Tendré que pasarme otro día para probar sus cócteles y copas y a ver si la atención raruna fue algo puntual.
Andres C.
Classificação do local: 3 Seattle, Estados Unidos
Nada especial. Decoración vintage y más de lo mismo que otros sitios en la misma calle. El pan de sus sandwiches es casero, esto sí es bueno. Aquí descubrí la que ahora es mi cerveza favorita: la lager de La Virgen, pura cerveza madrileña.
Lolo R.
Classificação do local: 3 Madrid
El otro día una amiga exponía una pieza de videoarte en La Realidad, en el marco de algunas de las acciones de Arco, así que –por supuesto– nos acercamos a echarle un vistazo. Al fin y al cabo, hay que apoyar todas estas pequeñas cosas que al final suponen una diferencia para la maltrecha educación artística de nuestra sociedad y la cada vez más pobre vida cultural madrileña. Para mi sorpresa, pese a que soy un habitual del barrio(al fin y al cabo, vivo ahí) nunca en mi vida había entrado a La Realidad. No sé el motivo, pero simplemente no había coincidido, y mira que es el típico lugar que lleva ahí media vida. Pues no, nunca en la vida había puesto un pie allí, y eso que había oído cosas maravillosas sobre sus gin tonics. Así que, ¿qué mejor momento de conocerlo que durante la susodicha exhibición? Allí que fuimos, y la realidad es que el lugar estaba a tope. Llenísimo, una muy buena señal para un jueves. La verdad es que no me extraña, porque aunque yo no tenía ni la más remota idea, resulta que La Realidad es conocida por el hecho de apoyar manifestaciones culturales de todo tipo. Así que ese mismo jueves no solo estaba allí la pieza de mi amiga, sino que también había un finlandés(el país invitado de la última exposición de Arco era Finlandia) haciendo una especie de performance que, no os voy a engañar, no entendí, pero parecía muy divertida para algunos de los asistentes. Total, a lo que vamos: el bar en sí está muy bien, es muy espacioso y tiene muchísimo sitio para sentarse, así que en cuanto al recinto, por mí, un diez. Es cómodo, y además tiene una zona de barra separada de la zona de las mesas, por lo que nunca tienes la sensación de estar molestando(diez puntos). Sin embargo, hubo varias cosas que no me gustaron: la primera, es esa manía de pedirte de una forma nada amable el dinero en cuanto te sirven las cervezas. Sé que probablemente lo hacen para que nadie se despiste, pero también creo que hay formas y formas de dar precios y «sugerir» a la gente que te pague. Tampoco está mal sonreír de vez en cuando, mostrarte servicial, e incluso preguntar a la gente qué quiere, en lugar de mover la cabeza sin más y decir, «a ver, tú». ¿“Tú”? ¿En serio? La otra es que, definitivamente, cuando trabajas cara al público hay que ser simpático. Yo entiendo que un bar no está obligado a poner tapa, ni nada de comer, pero si me pones unas patatas fritas, preocúpâté de que no sean migas de patata, de lo último que queda en la bolsa, porque es híper cutre. Y si das algo de comer, hazlo en cada ronda, no de forma tremendamente aleatoria.
Jean S.
Classificação do local: 2 Madrid
No me mata el bar. Aunque es acogedor, entre que no te atienden y es caro, no le veo nada especial.
Daniela G.
Classificação do local: 4 Madrid
Vamos mucho a la realidad por su ubicación y copas. Los gin tonics y la margaritas son buenísimos!!! Los precios están bien también. Le ponen mucho cariño a las copas, no son tragos normales, siempre tienen detalles y están muy bien hechos. La decoración es extraña, sientes que estás en casa de una tia, muy ecléctico. Me gustaría que tuviese un poquito más de música(sin perder la posibilidad de hablar) y una iluminación más tenue. Pero de resto es un lugar sencillo pero fenomenal!
Roque M.
Classificação do local: 4 Aravaca, Madrid
Simpático para una copa nocturna. Decoración retro. Cócteles a 8 euros. Ideal para charlar.
Salvador G.
Classificação do local: 3 Madrid
Ni fu ni… ni foi. Si es cierto que fue uno de los primeros en poner todo el mobiliario reciclado, viejo y roto que viene siendo. Asi es la moda ahora y asi lo puedes ver en este tipo de sitios. Lo bueno que tiene… los pinchos de tortilla, que a mi particularmente me vuelven loca la peluca! Por lo demas, esta lleno de gente(a veces) guapa y moderna. Uno mas.
351
Classificação do local: 4 Paris, France
One of my favorite places in Madrid. There is Wifi, I usually come there to work on my computer and not be completely bored, due to the cool atmosphere around. Some of the walls are coated with a slate-like paint, and you can express yourself while drawing with colourful chalks if the bartender lets you. There is an area with sofas which is great for tomarse una copa o un café with friends and be completely relaxed. The place is to try, at least once !
Ginebra T.
Classificação do local: 1 Madrid
Mira, me duele poner una estrella. Pero el pedazo de local y de espacio peor aprovechados del barrio de Malasaña. Ya el día de la inauguración no se podía estar .a gusto. La luz es blanca, no hay música pero tanto vocerío que no se puede hablar, los camareros son muy desagradables… Han abierto una barbaridad de sitios en esta misma calle donde te sientes mucho mejor atendido, sin duda.
Antonio J L.
Classificação do local: 2 Granada
Sentado estoy en la realidad mientras escribo estas lineas, donde parece que si no me pido un gin tonic no soy bienvenido. Pues su cartel reza gin tonics y micropoesia, y la decoracion mezcla paredes con grafitis con un salon interior de rollo muy vintage, con los sofas mas incomodos en los que me he podido sentar en mi vida, y eso que yo pensaba que el que tenia en casa era un sofa destrozaespladas. la caña, pequeña y acompañada por unas aceitunas, me ha salido a 1,40. la miro y ella mira, muy cara para lo que me a durado. Por un lado me gusta el sitio, tiene el estilo vintage que me suele encadilar y me invita a sentarme a escribir tranquilamente, por otro lado no me gusta el ambiente, parece que no me miren con buenos ojos por estar aquí solo sentado. Quizás no este pensado para pasar aquí la tarde tranquilamente, lo que estoy seguro es que no pienso pedirme un café, no vayan a clavarme 2 euros o así. De todas maneras tampoco consigo que ningún camarero me atienda, parecen estar demasiado ocupados mirando el techo.
Miguel Ángel M.
Classificação do local: 4 Madrid
Nosotros no sabemos ni dibujar un ahorcado, pero nos recomendaron el lugar porque te permiten dar rienda suelta a tus habilidades plásticas, además de las propias con respecto a la ingestión de comidas y bebidas, claro. En el mismo corazón del barrio de Malasaña se levanta este lugar que se especializa en tizas de colores, gin tonics y micropoesía. Pinchos y tartas(probad la de zanahoria) completan la oferta de un lugar que sirve para citas de artistas de todo tipo, como bien reflejan sus paredes. Los coladores tuneados como lámparas nos indican que el espíritu del local es tan luminoso como abiertos su horarios, algo poco habitual en los locales de este perfil donde normalmente no te dejan desayunar. Las celebrities son habituales por allí y sus precios son los habituales del barrio.
Pedro D.
Classificação do local: 4 Madrid
Este es uno de mis bares favoritos en Malasaña. Lo conocí cuando me invitaron a una reunión de gente involucrada con el Medio Ambiente. Desde ese día si estoy por la zona siempre paro a beber un café o un par de cañas. El local es amplio se podría decir que tiene dos salones y una barra ovalada en medio lo que facilita que te atiendan cuando hay mucha gente. Ambos salones tienen mesas y sillones de diferentes tipos, la mayoría de aspecto antiguo o vintage. Además de las bebidas comunes tienen tostas, tartas y bollería para comer, aunque claramente el sitio se utiliza más para beber. El servicio es informal y desatento lo cual también puede ser positivo, nadie te está presionando para que consumas. Por las noches hay muchos camareros, todos en la barra, parecen más de los necesarios. El ambiente es variado siempre hay muchos trendys de la zona además de jóvenes, adultos y extranjeros. La selección musical es muy buena, dependiendo la hora ponen chill out, jazz o electrónica, casi siempre en inglés. Recomiendo ampliamente este bar, es muy cómodo, normalmente hay mesas disponibles y las cañas están a buen precio, 3 euros la doble.
Alberto P.
Classificação do local: 2 Madrid
Si has llegado hasta este bar del barrio de Malasaña decidiste tomarte la pastilla azul que te ofreció Morfeo. A pesar del nombre del local, no estás en la realidad, has entrado en Matrix. Gin tonic y micropoesía. Ese es el primer mensaje en la puerta de Matrix. Tras cruzarla desconcierta ver una fotografía en blanco y negro de la manifestación que tuvo lugar en Madrid tras los crímenes de los abogados de atocha de 1977. Esta fotografía convive incómodamente entre las paredes de grafitis y la decoración vintage del local. Neos y Trinitys, guapos y guapas. Vestidos con mucho gusto, a la última. Es otro detalle para dudar y plantearte si estás en la realidad o en Matrix. Si te acercas a la barra a pedir un Gin-tonic constatarás que es Matrix. Los camareros son los agentes que querrán poseerte con su frialdad. Les reconocerás por sus camisetas de deporte sin mangas de los años ochenta. Especialmente fría es la agente de porcelana, de una tez blanca sospechosa. Te negará siempre un plato de frutos secos contestando mecánicamente. «Se han acabado, se han acabado, son ocho euros, son ocho euros». Aún así te recomiendo cargarte un programa de trendy. Aparecerás vestido con tus mejores telas, sustituirás ese peinado al azar por otro más cuidado y estarás integrado en la realidad. Te enterarás de lo que se lleva entre la gente que mima su look y se te alegrará la vista. Ajo, la reina de la micropoesía de Madrid, es la dueña del local. Al menos ella es real.
Nabor R.
Classificação do local: 4 Madrid
Me gusta este bar, y aunque cada vez le saco más pegas, sigo yendo. Por algo será. Tiene una buena carta de ginebras, aunque los camareros no tienen ni idea de cómo servirlas. A la hora del café son bastante lentos y no dan abasto, pero no importa esperar porque se está muy a gusto y los sofás son cómodos, aunque me jugaría un brazo porque todos son del rastro o rescatados directamente de la basura. Yo siempre encuentro sitio para sentarme, incluso yendo en grupo, aunque sospecho que con los años se irá poniendo mucho más de moda, si es que no lo está suficientemente ya. La decoración es original, con ese puzzle que ocupa toda la pared en el que cada casilla es un número y cada número corresponde a un color; y ese póster de Albert Camus en la sala del fondo que ya quisiera yo para el salón de mi casa. Un secreto: si eres tío y vas al baño, deléitate con la retahíla de palabras con ‘Hiper’ que todos los poetas urbanos que han pasado por ahí se han molestado en apuntar… y la lista sigue…