La Taberna La Lirio siempre es una buena opción para acudir con amigos. Es recomendable reservar antes y si lo haces con la promoción de ELTENEDOR muchísimo mejor. El local es pequeñito pero siempre encuentran un hueco. En verano tiene terraza y se puede comer(como digo siempre reservando previamente). El personal es extremadamente simpático y siempre tienen una sonrisa que dedicarte. La carta es amplia con entrantes, platos principales, ensaladas, carnes, pescados etc… Las raciones son muy generosas. También tienen postres. Servicio de pan incluido. Si vas con la promo, deja hueco para los postres, los platos engañan y son contundentes!!! RECOMENDABLE: CROQUETAS MORCILLO POLLOALEXANDRA HUEVOSROTOS CAZÓN
Belén G.
Classificação do local: 4 Madrid
Fuimos a este sitio porque anteriormente habían estado unos amigos y nos dijeron que estaba muy bien. La terraza estaba abarrotada, así que nos sentamos dentro. La verdad es que no me gusta nada el flamenco, pero para ser un local pequeño lo tienen decorado con mucha gracia: flamencas de peluche por los rincones, peinetas, frases escritas en la pared… Y tizas en el baño para que pintes en los azulejos! Eso sí, con este calorazo se habría agradecido algo más de aire acondicionado, el que había se quedaba corto y era un pelín agobiante. La comida muy rica y en mi opinión asequible, pedimos dos tostas, dos raciones y dos postres para compartir entre cuatro y nos quedamos saciadísimos! Por favor, si vais probad la tarta de tres chocolates… se me saltaban las lágrimas, qué cosa más rica! El personal súper atento, especialmente el dueño… Nos preguntó varias veces si estaba todo bien y nos invitó a unos pedazo de chupitos. Si tengo ocasión repetiré… :)
Alexandre I.
Classificação do local: 5 Madrid
El finde semana pasado estuve en La Lirio, uno de mis sitios preferidos de Madrid para comer típica comida española. ¡Sus tostas, ensaladas, croquetas, etc. no tienen nada que envidiar a las de una madre! Os aseguro que las raciones no te dejan con hambre. Además el trato es fabuloso, su dueño actúa cada segundo como un magnífico anfitrión; está constantemente pendiente de ti, desde que entras hasta que sales por la puerta. Y si llegas un poquito antes de cenar y quieres tomarte algo en la barra, como una buena cervecita fresca o un vino, vendrán acompañados con una tapa típica de la casa. ¡Aún recuerdo el humus de la última vez! No puedo dejar de recomendar un bar en la zona de Malasaña con buena comida española, un trato excepcional y un ambiente/decoración más que agradable.
Carlos M.
Classificação do local: 2 Madrid
Jueves por la noche. Quedada de amigos para unas cervecitas por el centro. Este era el plan cuando nos encontramos con este local en pleno Malasaña. Vimos una mesa libre en la terraza que tiene(que en verano en Madrid se agradece) y nos lanzamos a por ella cual halcón por su presa. Resultado: Cañas de estrella damm muy fresquitas que se agradece. En cuanto a la comida…, bueno… Pedimos unas croquetas que no estaban para tirar cohetes, un pollo Alexandra que resultaron ser alitas al limón, una ensaladilla rusa que parecíà la del mercadona… El precio es normal para la zona, pero la calidad inferior. Así que sí buscáis una cervecita y tapa en terraza la verdad es que el sitio no está mal, pero si buscáis cenar algo más sabroso os recomiendo que miréis otros sitios.
Vanessa O.
Classificação do local: 3 Madrid
Escribimos a Manuel y siempre nos reserva una mesa en verano, Es un típico bar español con un toque diferente en sus platos. Un poco costoso si, pero la calidad está ok.
Sandra L.
Classificação do local: 4 Madrid
LA comida bastante rica y el personal ENCANTADOR. Recomendable para una cena informal.
Elena M.
Classificação do local: 1 Madrid
A veces pienso en que la gente se complica demasiado la vida al poner un bar y que podría dedicarse a cosas mejores. El domingo salí a tomarme una caña y algo de comer por Malasaña, lo malo de este barrio todavía es que muchos bares cierran el domingo y hay gente, ociosa como yo, que nos gusta tomarnos la cañita de rigor antes de comer el domingo, pero en Malasaña pocos son los que se atreven a abrir y muchos son los que son bares de copas de noche nada más. Ante el llenazo en la terraza del Ojalá, ya que ese día hacía bueno, nos metimos en la taberna de al lado. De primera mano la decoración es cañí total con fotos, carteles y peinetas de flamenco. Algo muy chulo cuando se hace de calidad. Lo malo de este bar son varias cosas: Punto número uno, si quieres ir de flamenco, la mejor opción sonora no es Jose Manuel Soto, hay cosas mucho mejores como Bambino. No me vale que seguidamente me pongas al Soto y al Pitingo porque es como para cortarse las venas. Eso sí, agradecí de que la de Pitingo no fuera de su spanglish. Punto numero dos, odio los bares que directamente te ponen una caña doble. Existe la opción de que me quiera tomar una cañita pequeña o que por lo menos avisen. Eso sí, un punto a favor porque tenian una de las variedades de Estrella. Punto numero tres. No times! es decir, si tu pones TOSTAS en un cartel luego no me traigas mini tostas porque es de coña. En este caso decidimos pedir una tosta de queso de cabra con cebolla y una tosta de queso brie con sobrasada. Error el nuestro por no preguntar, pero un camarero siempre ha de explicar los platos si ves que somos nuevos en el bar(cosa que hacía yo cuando trabajaba en el gremio) La cara que se nos quedó cuando nos trajeron cuatro trocitos de pan con queso de cabra(comprado en el día, de esos que anuncian en la tele para cortar en rebanadas) frío con cebolla caramelizada fría. Ese plato no debe ser frío, nunca!!. El de queso brie en cambio ardía y la sobrasada era un poco como que casi ni se apreciaba. Punto numero cuatro, no cobres 7,50 euros por esa mierda de plato. Puedes cobrar 7,50 euros por unas croquetas, x unos huevos rotos, una ración pero no por unas mini tostas cutres que me puedo hacer yo en mi casa. NI sumando todos los ingredientes comprados en el Día del barrio me sale tan cara. Punto numero cinco no tengas sólo un camarero para dentro y terraza porque el tiempo se alarga y tus clientes se piran. Además tomarse una caña doble y tener que esperar mil horas a que te sirvan lo que has pedido, hace que tu cerveza se caliente y es un rollo. Lo único bueno fue el pequeño aperitivo de dos panes con una especie de crema que sabía a aceitunas. Pero viendo la carta la verdad que menos mal que no me pedí otras cosas porque son muuuuy caras.