Unassuming venue that boasts of some high quality live music. It’s a small place with great acoustics and friendly people that offers an array of drinks and a stage for artists to showcase their talents. Highly recommend this space.
Miriam N.
Classificação do local: 4 Madrid
La Fídula es uno de esos locales en los que parece que el tiempo se para. Imagino que ésta será la explicación para tirarme las horas muertas allí metida cada vez que voy. La gente con la que suelo ir siempre está de acuerdo en que lo que nos engancha de este sitio es el ambiente, acogedor, tranquilo… vamos que se está de un a gustito. Está situado en pleno barrio de Huertas. Si vas te recomiendo que pruebes alguno de sus cócteles porque están de pecado mortal.
Eva R.
Classificação do local: 5 Madrid
Es un pub pequeño pero acogedor donde te sientes como en casa. Es uno de los mejores sitios en Madrid para ir a escuchar jazz en directo. Tienen cócteles y copas de buena calidad y a precios asequibles. También cervezas de importación. El ambiente es muy bohemio, intelectual, perfecto para conocer gente nueva, muy interesante, y el local favorece las conversaciones tranquilas. Tiene dos ambientes, la zona del escenario, con mesitas y velitas(y servicio en mesa, que a pesar de tener un suplemento se agradece mucho, así no tienes que interrumpir ni la música ni la conversación) y la zona de la barra, un poquito más lejana de la música, pero igual de interesante y más económica. El servicio es impecable, son muy amables y están pendientes de que no te falte nada.
Germán M.
Classificação do local: 5 Madrid
En la calle Huertas, un café/bar de copas con bastante solera que cuenta con el gran aliciente de la música en vivo. He estado en distintas ocasiones con varios amigos, aunque solo hemos asistido a actuaciones del trío que suele estar a cargo de las jam session los fines de semana. Pero es suficiente, y si pudiera iría a verles todas las semanas. La verdad es que los tres son unos músicos de quitarse el sombrero, y además suelen recibir en estas sesiones a acompañantes que no se quedan atrás. Cada vez que voy me quedo embobado con la música hasta que de repente terminan de tocar, encienden las luces, veo que van a cerrar el local y me quedo con ganas de volver a pasar un rato así pronto. Por suerte nunca he tenido que esperar demasiado entre visita y visita, y pasar al concierto solo cuesta 5 €.