Home Burger Bar

Pasé por la puerta de este sitio, que está al lado de mi casa, y vi que tenían puesto un premio como una de las 50 mejores hamburguesas del mundo, así que sin pensarlo, reservé un día y fui con mi chico. He de decir que la calidad de las hamburguesas es espectacular, están buenísimas. No llevan nada de aditivos, al ser carne ecológica, lo que creo que favorece al sabor. Son gigantes y rondan los 10 euros por hamburguesa. Se sirven con patatas y ensalada de coleslaw. Sin duda alguna, se merecen este título.

— hay mejores hamburguesas en Madrid pero es visita obligada por sus papas, que son una materia prima de primerisima calidad con un corte sospecho q a mano y una fritura perfecta

Las hamburguesas, que es lo que importa en un sitio con ese nombre, están buenas, con variedad de panes y acompañamientos para elegir. Puede no tener una carta larguísima, pero eso no es lo fundamental, aunque también hay ensaladas y sandwiches para quien no quiera decantarse por el plato estrella. El servicio va bastante rápido y eso sí, al estar este restaurante en la Castellana, a la hora de comer suele estar bastante lleno con los trabajadores de las oficinas de alrededor.

La primera vez que estuve en Home Burguer Bar fue hace 3 años aproximadamente, en el local que tienen en Malasaña. Tengo buenos recuerdos, aunque por esa época yo era gran amante de la carne de vaca y ahora ya no lo soy por una serie de cuestiones que no vienen al caso en esta reseña, pero digamos que ya no consumo este tipo de carne.
Paso muchas veces por delante del (nuevo) local de Paseo de la Castellana 220, y llevaba un tiempo picándome la curiosidad. Me metí en la web y vi que ofrecen también sándwiches ¡e incluso opciones vegetarianas! Y eso es algo que inmediatamente me hacen pensar bien de la gerencia detrás del (en este caso franquicia) restaurante.
Y ayer martes finalmente fue el día. Supongo que el hecho de ser martes es la razón por la cual el local estaba completamente vacío. ¿Verdad que da como cosilla meterse en un sitio vacío? Pero en esos momentos pienso «a alguien le tiene que tocar ser el primer cliente del día/​momento».
Vuelvo sobre el tema de las opciones vegetarianas, porque aunque están bien (varios entrantes aptos para vegetarianos y 2 sándwiches así como 1 hamburguesa), ninguno tenía en cuenta otros problemas como intolerancias o alergias. A mí personalmente me fastidia este tema porque soy intolerante a la lactosa y siempre tengo que estar mirando las cartas con lupa, porque cuando no «te la cuelan» en una salsa, hay algo de queso, mantequilla o leche camuflados donde menos te los esperas (en el pan por ejemplo…).
En este caso concreto, todas las opciones vegetarianas llevaban alguna salsa a base de yogur o queso. Acabé pidiendo el Club Sándwich (aguacate, calabacín, tomate, lechuga, cebolla) sin queso y sin mayonesa (aunque no debería llevar nada de lactosa, las industriales muchas veces sí incluyen y ya no me fío). Estaba muy rico, la verdad, el calabacín a la plancha le da un toque muy rico. Pero vamos, un sándwich normalito, y sinceramente un poco caro (12 €), aunque es cierto que el queso y la mayonesa imagino que lo harán mucho mejor.
La otra persona con la que iba se pidió el sándwich de pollo tandoori y no le gustó. Lo cierto es que el pollo tenía una pinta un tanto rara, más bien parecía pavo, al corte era muy rosado, tipo salchicha (¿¿??).
La verdad es que en este tipo de sitios, donde el producto estrella es la hamburguesa, lo mejor es no salirse del tiesto y centrarse en ese producto, porque es lo que mejor saben hacer, y otras opciones sencillamente es aventurarse y ¡surprise!

La atención estupenda. Las hamburguesas muy buenas. los primeros un poco excasos. Lo de la carne ecologica esta fenomenal y sabia de muerte. A lo mejor mejoraria la decoracion.

Era la segunda vez que iba a este restaurante y lo recordaba mejor, la verdad.
La carta es corta, pero promete, algún entrante original y ensaladas además de las típicas alitas de pollo y aros de cebolla de hamburgueserías de este estilo.
De segundo una variedad de hamburguesas de carne «normal» y otras de carne ecológica, además de cinco o seis tipos de sandwich y tres o cuatro hamburguesas vegetarianas.
Hemos comenzado con una versión local de yakitori japoneses. No estaban mal teniendo en cuenta que se trataba de un americano, la salsa estaba rica, tal vez demasiado pasados.
De segundo he pedido una hamburguesa de carne ecológica caprichosa, con mermelada de cebolla y queso brie. La he pedido al punto, pero para mi gusto estaba demasiado hecha. La mermelada de cebolla estaba rica y el queso brie también estaba bueno. El tamaño era un poco pequeño, aunque yo me he quedado bien.
La hamburguesa viene acompañada de patatas fritas y una ensalada de col suave, tal vez le faltaba un poquito de punch.

No es una gran hamburguesería pero no está mal, el trato es bueno y el precio 15 – 20 euros pp A mejorar: no había jabón en el baño de chicos ni papel en el de chicas y estaba recién abierto

Buena opción para tomar una hamburguesa rica. En la zona de plaza de castilla, desde luego casi que la única.
Patatas caseras.
Servicio amabilísimo!
Tranquilito las noches de verano, y con una miniterracita de taburetes altos con tres mesitas, ideales para cenar ahí, o terminar la velada fuera con una copicholilla.
Volveré. No sólo de New York Burguer vive «mi hombre».

Muy normalita. En el siguiente escalón del vecino Knight’n’Square y a dos de un MacDonalds (también en precio obviamente) pero a años luz de Alfredo’s Barbacoa o New York Burger.
Poca variedad, tamaño único (escaso si vas con hambre) servicio agradable y amable

Teníamos grandes expectativas con esta hamburguesería y nos decepcionó la escasez de su carta y lo normales que eran sus hamburguesas, por eso le pongo tres estrellas.
Le pedimos que la carne estuviera un poco más del punto y se pasaron. La clásica con queso está rica pero no es especialmente destacable. ¿Por qué no pedí otra? Porque las más originales tampoco me lo parecieron demasiado en comparación con otros locales y porque sus ingredientes se repetían con los de los entrantes que íbamos a pedir (y que al final no pedimos).
Su sándwich mexicano sí que merece mención aparte. ¡Sólo para paladares amantes del picante extremo!, pero delicioso.
El postre, una bomba de chocolate (un coulant), estaba rico, pero le faltaba un toque de calor más (por dentro no se había terminado de hacer. Por cierto, casero sólo es su brownie (palabrita de la camarera).
En definitiva, no está mal pero tampoco es espectacular.

Fuí a este local por recomendación de una Unilocaler y la verdad es que acerté.
Me comentó que habían hecho un evento Unilocal en otro Home Burger y que les había gustado mucho. Normal, las hamburguesas están muy buenas y el servicio fue en todo momento perfecto.
Repetiré sin duda.

Woooow
¿Qué más puedo decir?
Wooooooooow
Nunca había comido una hamburguesa así, tan generosa con los ingredientes (y a aún así sin tapar el excelente sabor de la carne), una carne que! crujía por fuera! y era tierna por dentro; comentar que pedí la carne al punto y vino muy muy hecha, pero aún así era jugosa y tierna, me sorprendió mucho y ni con esas baja de las 5 estrellas. Cada vez que recuerdo esta hamburguesa se me hace la boca agua.
Las patatas que la acompañaban eran caseras de verdad, como las que haces en casa cortando una patata en tiras y friendolas, no como el resto de restaurantes… ¡No me deje ni una!
Es cierto que es un poco caro, 15 € por una hamburguesa, cuando en el New York Burger, muy similar de calidad, cuestan 9 €, pero aún así estas hamburguesas tienen un algo que merece la pena la diferencia.
Sin duda volveré muy pronto

#juevesdereseña
Es sin duda una de las más ricas hamburguesas de todo Madrid. aquí entramos en el especimen de la hamburguesa en la que se cuidan la variedad de elementos que se meten en ella para darle un equilibrio de sabores.
A ver, la carne no es mala. Mejora con creces a la del burguer king y cualquiera al uso. Tampoco es excelsa. Buena. Con fundamento. Además, no se hace a la parrilla de carbón. Así que el acento lo ponen en todo lo demás. El pan es ecologico. Que debe ser uno de esos que aprueban green peace. A veces se cuartea. Y luego te ponen una pila de patatas ricas ricas que parecen no industriales cada una de su padre y madre y una ensalada de col que habrá supongo gente que se come.
Este en concreto a mi me viene fenomenal. Cerca del curro-​casa, poco transitado, no necesita reserva por terminos generales y con todos las demás características de la cadena.
Yo he intentado en innumerables ocasiones probar otras cosas distintas de La Cabrita (sangrienta). Rulo de cabra, variedad de lechugas, carne poco hecha y mermelada de arandanos. He probado la blue burguer, entre otras de las gourmets y he de decir que la mejor con diferencia es La Cabrita. Para gustos colores, claro. Si te gusta otra es que no tienes ni idea. :-P Prometo prometo que algún día iré al home burguer bar y pediré un sandwich que también tienen buena pinta.