Alfredo’s Barbacoa

Estuve este pasado fin de semana en Alfredo’s barbacoa y me fui del local con una sensación agridulce. Recordaba, de otras ocasiones, que sus hamburguesas eran de las mejores de Madrid, pero esta vez no puedo decir lo mismo lamentablemente.
Tengo que admitir que la carne de cebón está exquisita pero el pan «bimbo» casi sin pasar por la plancha (que parece que está sacado de la bolsa al plato) y las patatas fritas (venidas a menor también) hacen que no pueda darle a este emblemático restaurante más de tres estrellas.
Respecto al tamaño de las mismas, pedimos de los dos tamaños y apenas se notó la diferencia entre 190gr y 250gr.
Destacar negativamente el trato borde por parte de los camareros, puedo entender que el local esté lleno y haya mucho trabajo, pero si trabajas de cara al público, debes dejar tus problemas en casa o en el vestuario y mostrar tu mejor sonrisa al cliente, ya que un cliente satisfecho hace que vuelva a repetir.
Otro detalle en mi opinión, desafortunado, fue que nos encontramos el bote de la mostaza vacío (puedo entender que en el turno de las 11 de la noche se haya acabado, pero no en el de las 9 de la noche), llamamos al camarero en varias ocasiones para que nos lo cambiara por uno lleno y ante su pasividad e ignorancia, los chicos de la mesa de al lado nos dejaron su bote.
Por otro lado, quiero destacar positivamente lo deciliosos que estaban los entrantes que pedidmos: el chili con carne, que estaba suave y no picaba, los aros de cebolla y los nachos con queso.
Los postres también estaban muy buenos.
Quiero pensar que en esta visita a Alfredo’s Barbacoa ha habido un cúmulo de desafortunados detalles y no quiero pensar en que han bajado la calidad y la atención al cliente que siempre les ha caracterizado. Próximamente repetiré y comentaré con toda la comunidad Unilocal la experiencia.
Sería una pena que estuvieran perdiendo su esencia.

— no es el Alfredo’s original pero es un poco mejor a los de zona Lagasca por ambiente
— la mejor hamburguesa de Madrid muy de largo, un material excelente con una preparacion perfecta e insuperable

Absolutely disgusting. Burger meat is chewy and poorly cooked. The restaurant is extremely dirty and they have pictures of naked women on the wall. I was very embarrassed to bring my family here looking for «American» food

Este sitio histórico, se puede decir que es un claro ejemplo de sobre-​valoración.
Hay que admitir que tuvo sus momentos de gloria, pero hoy día no puede ocultar ese aire trasnochado, tal y como ocurre (salvando el gap cultural) a muchos asadores de esos que tienen colgadas las fotos con jesulín y con el anterior rey.
Deberían cuidar algunos detalles de su decoración, al menos, por corrección política.
Le doy dos puntos, porque el producto estrella mantiene su singularidad.

He tenido la oportunidad de ir por primera vez a este restaurante, que tanto me habían hablado de el. Y la verdad que ha sido todo un acierto, un restaurante americano con carta americana.
Las hamburguesas pueden ser de dos tamaños, a la cual se le añade algún complemento y salsa. Para mi, la de queso philadelphia un buenisima.
También hay otros platos clásicos como costillas, aros de cebolla, alitas…
El precio medio por persona con postre y bebida ronda aproximadamente los 17 €. En fin de semana suele estar a tope, así que no es mala idea llamar para reservar. También tiene para llevar.
Lo que menos me gusto fue el servicio. No sé si fue porque estaba lleno, pero no nos retiraban los platos cuando venían los segundos y en general bastante falta de atención. Eso si, fueron muy rápidos.

Delicious food and a friendly environment.
The burgers are particularly worth trying, they are possibly the best I’ve had in Madrid. The chili is also nice, not too hot but still tasty, and the onion rings are cooked to perfection.
The staff are very friendly and accommodating and the beer ice cold and served in pints (or jarras as they’re called here!)
Pudding is typically delicious American fare, luxurious and indulgent.
Overall, it deserves ⁵⁄₅.

Buenas, para mi el Alfred’os a pasado a la historia. Hace años si hacían buenas hamburguesas, pero las que hace hoy en día son malísimas. El pan blandurrio, la hamburguesa enana pidiendo la grande, lo único que se salva son las patatas fritas y la ensalada de col. Para mi esta mejor la hamburguesa del Vips. Yo no vuelvo ni aunque fuera gratis. Incluso han cambiado el tipo de mostaza… Calidad precio 0, el Alfred’os no es lo que era, yo no voy a comer a un sitio por la decoración todo muy yanki y eso.

Para mí, la mejor hamburguesa de Madrid :) La genuina, la Alfredo’s, con queso, bacon y salsa bbq. BRUTAL. Acompáñalo con unos aros de cebolla y me caso contigOH WAIT… Eso igual está feo: p

Un clásico de las hamburguesas de Madrid pero un poco venido a menos. Yo creo que se ha dormido en los laureles, aunque claro, como está siempre a tope, tampoco necesita cambiar nada porque aunque haya mucha competencia sigue teniendo éxito.
La carne está buena, eso es cierto, pero parece más pequeña de lo que dicen en la carta. De los dos tamaños que tienen, pedid el de 250 gramos y comparad lo que os sirven con los mismos 250 gramos de Food Truck, por ejemplo, o los 190 de Goiko Grill, y la de Alfredo’s parece más pequeña.
Y aunque está buena, viene siempre un poco más hecha de lo normal.
El pan, desgraciadamente, es un pan bimbo que a menudo casi ni tuestan porque en cocina lo hacen todo tan rápido que si te fijas bien se ve que el pan ha estado en la plancha una pizca, pero es casi imperceptible. Y un pan bimbo en una hamburguesa de calidad es bastante triste.
Luego el servicio tampoco ayuda, porque es bastante poco agradable y suelen ser incluso bordes, hasta el punto de ponerte la cuenta en la mesa aunque no la hayas pedido si consideran que ya llevas mucho rato allí. Y eso que no había más servicios esperando y que quedaban sitios libres.
No acabo de entender por qué a Alfredo’s se le perdona todo, cuando se ven otras reseñas, ya que este tipo de hechos bajaríà la nota a cualquier restaurante. Posiblemente sea porque cuando en Madrid no se podían comer buenas hamburguesas en ningún lado, Alfredo’s era la única opción y eso es de agradecer.
Pero los tiempos cambian y gracias a la mayor oferta los paladares se vuelven más exigentes y ya no vale con hacer lo mismo de siempre, cuando sólo estabas tú. Alfredo’s no ha evolucionado todo aquello que tenía mejorable.

Sin duda, lo que destaca es el sabor de la carne perfectamente hecha a la parrilla. En segundo plano destacaríà la rapidez a la hora de servirla y el buen trato de los camareros.

Aquí se viene a comer hamburguesas y todo lo demás es secundario.
El motivo principal por el que se viene al Alfredo’s se merece 5 estrellas, porque la carne está exquisita, cocinada a la parrilla con fuego de verdad, y con el toque ahumado que le da el fuego. La carne es de calidad insuperable, está jugosísima, y te la ponen en el punto que pides.
Las hay versión normal (160gr 7,95 €) o super 250gr (9,50 €) vienen con patatas y puedes ponerles extras: cebolla, queso, bacon, tomate…
Calidad insuperable de la carne y calidad precio increíble. De postre la tarta de queso con oreo merece un 10 (y eso que yo no soy mucho de dulce y nada de chocolate) pero es absolutamente un MUST y crea adicción (5,95 €).
Todo lo demás, lo secundario dista mucho de merecer 5 estrellas, pero no importa mientras disfrutas de sus haburguesas se te olvida todo. El servicio frio y seco, la decoración un poco cutre, el sitio un poco ruidoso, pero es mítico y la esa carne hace que se te olvide todo lo demás.

He estado en incontables ocasiones en Alfredo’s Barbacoa y, de los tres locales que tienen, éste es mi favorito.
Con el enorme número de hamburgueserías que ha surgido en los últimos años en la capital, es normal que se juzgue a este local más duramente pero, en mi opinión, siguen siendo las mejores hamburguesas que uno puede encontrar en la ciudad y siempre las recomiendo.
Sobre los comentarios que he leído recientemente, estoy parcialmente de acuerdo: hay quien se queja de las patatas o del pan Bimbo que acompañan a los platos que, sin ser de lo mejor, no es algo que me importe demasiado. Otros clientes se quejan del servicio frío de los camareros, pero se entiende por lo lleno que está el restaurante a todas horas. Para otros, la decepción llega con la poca diferencia entre la Super y la normal, algo en lo que difiero totalmente: la Super es más grande.
Pero si le pongo cinco estrellas a Alfredo’s es por lo sabrosa que está la carne de cebón que utilizan. Una carne que, hasta ahora, no tiene rival y que encuentro absolutamente deliciosa. Así, cada vez que pruebo una nueva hamburguesa, la de Alfredo’s siempre gana por comparación. Sin tener en cuenta, además, que el precio suele ser sustancialmente más barato que en otros sitios, de ahí el pan y las patatas normaluchos.
En cuanto a la carta y su variedad, mi opinión no es completa, porque siempre he pedido lo mismo: Alfredo’s Queso-​Bacon. Me encantan también las mazorcas, la patata asada y la ensalada de col. El postre es normal, pero después del festival de sabor, nadie le puede prestar demasiada atención. Destaca, eso sí, la tarta de queso con fresas. Del resto no tengo ni idea y no creo que tenga idea nunca.
El plus lo pone el señor Gradus, el genio que ha creado esta delicia de carne; un hombre que pasea impertérrito por el local con gorra y coleta, desafiando el paso del tiempo. Supongo que aficionado al country, a juzgar por la decoración del lugar.
Poco más puedo añadir, únicamente: «Gracias, Mr. Gradus»

¿Qué se puede decir del Alfredo’s que no se haya comentado ya? Entre que ha sido de los primeros restaurantes de hamburguesas de la capital madrileña que ha estrenado las hamburguesas como ahora se preparan, con ese cuidado en la preparación de la carne, hechas a la parrilla, con gusto y mezclas de sabores variados al más puro estilo americano. El problema es que, si ya has probado alguno de los locales que han aprendido de ellos no puedes evitar comparar y descubrir no tanto fallos, como cuestiones a mejorar.
En mi caso, en particular, fui al originario, al de Chamartín, el local, me encantó cuando lo visité. Todo entero de madera, no muy grande (especialmente la parte superior) y con turnos para las cenas (por que, señores seamos serios, llenar se llena, incluso por semana). De hecho lo mejor, y lo que te suelen recomendar es que vayas con reserva, por si las moscas porque igual acabas en la barra de arriba compartiendo con varios personajes el poco espacio que hay para intentar disfrutar de tu burguer.
Cuando fuimos, probamos también el pan de ajo con queso gratinado, un gran acierto, porque el pan estaba en su punto de cocción (crujiente y tierno por dentro), con el punto ideal de ajo (ni muy fuerte ni muy suave) y el toque del queso gratinado le daba un plus. Respecto a las hamburguesas decir que me decepcionó especialmente el pan, se deshace, se rompe cuando todavía no vas ni por la mitad de la hamburguesa (especialmente si esta es jugosa) haciendo quasi incomible o apenas la disfrutas. Sin embargo la carne está deliciosa, en su punto, jugosa y con el toque justo de especias y cebolla que la hacen excepcional y, desde luego, entienden perfectamente el punto en el que quieres la carne, incluyendo el preguntarte si el punto de la carne es exactamente el que querías o no (Cosa que a mí sólo me han hecho en otros 3 locales de los que he estado hasta la fecha: New York Burguer, Bentley’s y la terraza de Goiko Grill).
Si bien es cierto que el servicio es excepcional, profesional y cuidado, he de decir que nos tocó un camarero algo seco y que, a pesar de ser eficiente, ordenado y cuidadoso, se echaba en falta que te sacase alguna sonrisa o te hiciese la estancia agradable, que fuese una experiencia completa y no sólo ir a probar las hamburguesas del local.
En general, la impresión que me causó es que su fama es algo excesiva para lo que pueden llegar a ofrecer. Quizás tendría que darle otro tiento pero he tenido mejores experiencias en otros locales.

En Alfredo´s preparan unas hamburguesas deliciosas, preparadas a la parrilla de verdad, de manera que se nota un sabor a barbacoa muy bueno en la carne y la digestión de la hamburguesa no se hace nada pesada, al contrario que en otros lugares donde tienen más grasa. Es justo decir que las patatas fritas que acompañan a la hamburguesa desmerecen, simples patatas fritas congeladas de bolsa que están por debajo de la calidad que están ofreciendo otras hamburgueserías en Madrid ahora mismo, aunque las sirven recién hechas y crujientes, eso sí. En cambio las patatas asadas que pedimos de entrante estaban muy tiernas, por lo que merece la pena cambiar las patatas fritas de la guarnición de la hamburguesa por una patata asada, opción que te dan en la carta.
El local me gustó muchísimo, es muy americano y muy excesivo, pero no es el típico americano prefabricado que abunda en Madrid, sino que se trata de un sitio muy auténtico, un garito americano de verdad, con detalles como un teles que emiten rodeos y conciertos de country.
Se llena muchísimo, por lo que conviene reservar.

Alfredos es mi hamburguesería favorita de Madrid, por mucho que abran hamburgueserías nuevas. El servicio deja que desear, como es sabido, pero la hamburguesa está taaan buena… y muy parecido al estilo USA. Muy auténtica. De postre sin duda el brownie. Los entrantes no valen la pena.

Ha decir verdad, fueron tantas las grandísimas críticas sobre las hamburguesas qué, cuando acabe con la mía, la impresión no fue de estar satisfecho al 100%. Un local clásico para el amante de las hamburguesas. Carne, eso sí, muy sabrosa con varias opciones de acompañamiento.
Lo no tan bueno:
Primero, la reserva es casi obligado aún más si vas en una mesa de 5 o más comensales. Un indicativo de grandeza, aunque en este caso es de fama.
Segundo, la cantidad me pareció normalucha, nada de una gran ración de patatas o de una hamburguesa gigante.
Tercero, la atención al cliente es rápida y no del todo buena. Al estar tan lleno y con tanta reserva, los camareros parecen estar más interesados en despacharte lo antes posible que atender como se debería.
Cuarto, las patatas no son nada del otro mundo…
Lo bueno:
Primero, los entrantes aceptables.
Segundo, la ensalada de col totalmente recomendable.
Tercero, lo importante del local, las hamburguesas. Apetitosas y suculentas carnes de cebón.
En general, las expectativas no cumplieron. La comida no es mala, para nada, pero el resto deja algo que desear.

Es geniuno, he vivido mucho en los USA, sin duda si lo que buscas es la autentica hamburguesa este es el mejor sitio. Aunque el local es un poco pequeño y cavernoso, una vez te adaptas te das cuenta que es parte del encanto del sitio.
Ahora parece que tenemos fiebre con las hamburguesas… y hay cientos de sitios, si buscas el sabor geniuno USA no dejes de pasarte por Alfredos!.,

Si lo que vienes buscando es una hamburguesa riquísima sin mucha rollo (pan, carne buena y queso «pelao y mondao») y en un ambiente americano pero poco cursi, ¡este es tu sitio!
Como ya sabéis, últimamente han proliferado por Madrid muchos locales estilo americano que quizás están pasados un poco de rosca pero Alfredo’s burger sigue manteniendo su esencia desde su apertura.
Este local en concreto puede llegar a ser un poco agobiante e incómodo pero ya sabes a lo que vienes y una vez que te plantan la hamburguesa delante hasta se te olvida.
No vayas a esperar un hamburguesón porque las raciones no son gigantes pero la verdad es que el sabor a parrilla que tienen es buenísimo.
Lo que no me gustó mucho fue la ensalada de col, que vimos que pedía mucha gente y decidimos probarla; sin embargo, no me pareció que fuese gran cosa.
Los postres nada allá del otro mundo pero sirven para cerrar el círculo de la cena :-)
Vamos, que si eres un fan hamburguersero como yo, ¡YA ESTÁS TARDANDO!

Sin lugar a dudas, la mejor hamburguesa de Madrid… Aunque reconozco que me falta alguna que otra por probar.
Estas tienen el tamaño perfecto y un sabor difícilmente superable. Además, acompañadas de una rica mazorca, tienes el plato perfecto. Impresionante la típica de Alfredo’s con su salsa bbq y la cubierta de mozzarella.
Los postres están bastante bien también. Poco donde elegir, pero de buena calidad.
De precio tampoco están muy mal, así que no se me ocurren muchas pegas que poner… Bueno sí, la cantidad de gente que hay siempre! Reservad con tiempo.

No sé si tiene las mejores hamburguesas de Madrid, eso va por gustos y he oído opiniones de todo tipo. Pero sí que es cierto que prepara unas hamburguesas riquísimas.
Hay que probarlo.
Muy buena opción la de pedirlo a domicilio, cuando lo hemos hecho han llegado perfectas. Nosotros lo hacemos a través de la página de resto-​in (Baguise).

Muy cerca del Knight’ n Squire, del que ya hicimos review, se encuentra esta hamburguesería que está en el TOP 3 de las mejores hamburguesas de la ciudad. Aunque situado en pleno corazón de millones de oficinas como es La Castellana, sinceramente me extrañó que estuviese tan lleno. Se me hacía un poco raro eso de que tanta gente reclamase hamburguesas para comer, pero como nosotras también estábamos salseando por allí… no digo nada.
Qué abarrotado estaba! Mesas súper juntas, abundantes objetos de decoración y muchísimas personitas. Un poco agobiante para mi que no soy muy amiga de las multitudes y de hablar gritando en la mesa para que mis compañeras puedan oírme…
La comida en cambio fue redonda. Albita se estrenó pidiendo una mazorca pequeña de maiz, cual ardillita que es. Yo nunca he probado tal cosa ni me llama mucho la atención, la verdad… pero a ella le gustó mucho!
Después, las tres pedimos una hamburguesa con bacon y queso. El cuenquito de la salsa barbacoa nos la trajeron a parte para que se pusiésemos al gusto. A la mía le puse un montón porque me encanta! La carne, con sabor a parrilla, estaba exquisita! Muy muy buena. Una de las mejores que he probado en la city, sin duda. Me quedé con ganas de probar la de philadelphia y cebolla a la parrilla, lo dejaremos para la próxima visita!
Para acompañar al plato podía pedirse la patata asada (por un suplemento de 0,95 €) que es el que pedí yo. En Andalucía, donde veraneo desde que tengo uso de razón, preparan papas asadas en ferias y bares, y las rellenan de mil cosas, qué ricura-​. Ésta del Alfredo’s era sencilla pero no por ello menos buena. La unté con salsa barbacoa (mi debilidad) y me sentó de vicio.
La hora de los postres y también se acercaba la hora en la que a Alba se le agotaba el tiempo del ticket del parquímetro y a Ana el descanso de la comida (curra en una oficina de allí cerca). Así que pedimos los dulces corriendo. Dos brownies con helado para las chicas, y para mi, tarta de queso con Oreo. Luego me di cuenta de que tenía que haber pedido brownie, no porque lo mío estuviese malo, sino porque cuando probé aquella explosión de chocolate casi me corro del gusto.
No sé si las mejores de los madriles, pero buenas están un rato largo (calidad-​precio inmejorable, nosotras salimos por 13 € por persona). Solo me quedan por tachar de mi lista las del New York Burguer y las del Zombie Bar. Para la próxima vez!

Contra la tónica general, voy a arrear al Alfredos Barbacoa. Es cierto que sólo conozco este local, nunca he pisado el de Lagasca.
Hamburguesas de carne de cebón muy sabrosas y jugosas. El tamaño, superior a la media. Las patatas… de la cuerda de las del Mc Donalds (ultracongeladas y bañadas en sal, no ayudan a la hamburguesa). Puedes pedir otras, pero con suplemento.
El servicio… cada vez peor. Prisas a la hora de pedir, la última vez no estábamos ni sentados y ya nos preguntaban por las bebidas. Cierto es que se trata de un negocio, pero las prisas no ayudan a que el personal vuelva al sitio. Gestos y caras malas. Hombre… hay que disimular un poco, que el sueldo sale de dónde sale.
Eso sí, la rapidez a la hora de servir las hamburguesas es bastante, lo cual, contando con el volumen de servicios del local te deja claro que las tienen preparadas de antes. Y esto hace que tanto las salsas (barbacoa, ketchup, etc.) estén algoresecas, al igual que el queso.
Resumiendo, hay que probarlo, pero antes de repetir, mejor probar la infinita cantidad de hamburgueserías/​dieners que pueblan esta noble Villa. Conveniente reservar y evitar grupos grandes

I will never return to this restaurant again, not because of the food (which was good for Spanish standards), but because of the offensive decoration. The owner of this place takes advantage of the fact that Spanish people know little of the meaning of Confederate flags. The place is excessively decorated by all kinds of Confederate flags.
Nunca volvere a este sitio, no por la comida, sino por la decoración ofensiva. La mayoria de los Españoles no se daran cuenta cuando visiten este restaurante de que estan en un sitio decorado de banderas que en EEUU son muy racistas. Esta bandera fue la bandera del Sur cuando EEUU tuvo su guerra civil. Para muchos esta bandera es sinonima con el racismo y la defensa de la exclavitud.