Gramabar

Apenas llegamos nos hicieron sentar afuera, la estufa rota! así que tuvo mosca que soportar frío por las dos horas que estuvimos.
se espera mucho tiempo para que salga el aperitivo, la cómoda que re dan no es nada del otro mundo…
algunas cosas buenas y otras no.
desafortunadamente tuvimos una muy mala experiencia con el servicio.
la camarera rubia de cabello corto nos dijo: 5 € x persona y tendríamos derecho al buffet «.
siendo así, pedimos dos cervezas del valor en la carta de 4,25 €.
para nuestra sorpresa cuando fuimos a pagar la cuenta era de 17,60 € porque supuestamente teníamos que pagar el servicio afuera y la bebida aumentaba el valor!!!
que engaño!, es la primera vez que íbamos y seguramente será la última.
El chico de la barra quizo justificarse diciendo que la camarera estabas de práctica y que no supo explicarse bien y que habríamos tenido que preguntarle a él!!!
en pocas palabras… servicio pésimo!

Sitio con una carta original compuesta por hamburguesas, perritos, arepas, etc., que pretenden salirse de la oferta de fast food de los alrededores. Con terraza en plena calle Preciados, lo más parecido a un paseo marítimo en el centro de Madrid.
Hamburguesa gramma, con lechuga, tomate y cheddar (11 €). Correcto sabor de la carne servida al punto deseado, acompañada de una patatas prescindibles.
Pepito de pollo barbacoa con pico de gallo y cebolla crujiente. Trocitos de pollo marinados en un pan alargado tipo perrito (11 €).
Arepa de carne mechada. La carne desfibrada, servida fría y mezclada con una salsa tipo mayonesa (6 €). Regular.
Pedimos una botella de vino que resultó ser un verdejo del montón, cobrado como si fuera bueno (16,50 €).
Camareros un poco despistados, mesas sin manteles y servilletas de papel.
No padre.

En una visita fallida a la azotea de The Hat nos dejamos guiar por Unilocal buscando un lugar donde tomar un cóctel, y acabamos aquí. (Ya estando sentada en su terraza caí en la cuenta de que Gramabar tiene presencia en MadrEAT).
Cuentan con una gran variedad de cócteles naturales, tanto clásicos como de autor y con diferentes frutas a elegir. Los hay desde los 6 hasta los 8 – 9 € (los de 6 € suelen ser algo más pequeños), si no recuerdo mal, pero si te sientas en la terraza los precios se inflan un 10%, por lo que la broma puede salirte cara. Eso sí, están muy buenos. Yo probé un par y mi favorito fue el Diva.
De comer pedimos unos tequeños, que vienen acompañados de una confitura de tomate, si mi gusto no me engaña; y unas arepas, que también las tienen muy variadas tanto en ingredientes como en precios. Supongo que se deduce que la comida es venezolana, aunque también tienen en la carta hamburguesas, entrantes rollo nachos y otras cosas del estilo.
Aunque está en una zona un poco guiri y a pesar de los precios algo elevados (seguramente, debido a lo primero), merece la pena. Se está muy a gusto en su terraza y los camareros son muy simpáticos.