Época

Restaurante abarrotado a la hora de la comida por todos los trabajadores de la zona que van a comer allí.
El menú el día es asequible, muy variado y muy rico. Yo comí unos puerros con tomates secos y una suprema de pollo muy rica y muy sana. El servicio atento, o todo lo atento que permite un local hasta los topes, claro!
No trabajo por la zona, pero si lo hiciera, esta sería una muy buena opción para comer de vez en cuando.

Uno de mis sitios de menú preferidos cerca del trabajo a pesar de su precio, 12,50 euros. Lo bueno que tiene es que el menú es muy muy amplio, con opciones para todos los gustos, desde las más ligeras hasta otras más contundentes. Es comida española pero no excesivamente casera, es bastante creativa comparado con otros sitios de menú. ESto hace que a veces resulte un poco pesada porque ponen salsas un poco demasiado elaboradas.
En cualquier caso, todo está bastante bueno. La carne está bien, no la típica suela de zapato de los sitios de menú; las patatas fritas son caseras; el gazpacho está muuuy bueno, también la pasta y la paella no es nada desdeñable. Tienen también unas milhojas de verduras que son como una mousaka que me encanta, además de un couscous de verduras que es de lo más rico. Quizá su punto flojo son los pescados, pero con no pedirlos…
Ah! Y los camareros son muuuuy majos, otra cosa de agradecer!

Bastante recomendable a la hora de comer por esta zona. Su menú dista mucho de ser el más barato de los alrededores (tampoco el más caro, tiene un precio medio, 12,50 €), pero sí es cierto que nos hace, en cierta manera, añorar aquellos momentos en los que en Madrid se comía por un talego de nada en cualquier restaurante de menú del día. No, en serio, que son dos mil pesestas del ala lo que cuesta comer aquí, que no es moco de pavo.
Pero da igual, porque cuando llega la comida, uno se da cuenta de que el precio merece la pena. Las raciones son gigantes (literalmente, muy grandes) y se come razonablemente bien para el precio. Eso sí, mucho cuidado porque aunque los platos suelen sonar medianamente ligeros, son una pasada. El cous-​cous, por ejemplo, lleva un muslo de pollo de regalo, así que si no vas con mucho hambre, ten claro que lo ideal es que pidas solo un plato, que también hay posibilidad.
El servicio es rapidísimo y uno de los más atentos que he visto en los últimos tiempos. La chica que nos atendió era simpatiquísima e hizo frente con una sonrisa a los titubeos de mis acompañantes.
Le falla un poco el postre, eso sí, pero por lo demás muy recomendable.