La Chula de Chamberí

Tres estrellas y digo porqué. Éste, para mi, es otro local igual que las decenas que se han abierto en Madrid siguiendo el maremoto (que no ola) de gastrobares que tienen todos el mismo aspecto, los mismos platos, una carta inmensa de vinos y los mismos precios. Vamos, que poca novedad.
Sobre la carta, como decía antes no es que hubiera ninguna cosa que me llamase especialmente la atención. Eso sí, había bastante variedad, tanto en los platos, como en los vinos. Para comer nos decantamos por una ración de bravas (había leído que merecián la pena, y oye, estaban bastante buenas), después una tabla de quesos (5 tipos en total, dos de Madrid poco curados, un tercero bastante curado, el cuarto era uno de vaca y el quinto era uno italiano untable del que no me acuerdo xDDD) y para terminar el clásico steak tartar. Para regarlo pedimos una botella de Pyjama, un Bierzo bastante rico. En total fueron alrededor de 60 euros.
Cabe destacar la atención del camarero que vino varias veces antes de poder pedir, nos explicó pacientemente la tabla de quesos y antes de sacar los platos a lo loco, nos preguntó en qué orden los queríamos y en ningún momento sentimos las prisas de otros locales para acabar.
Una pega, la «carta» sólo la tienen en la pared pintada en tiza y a una altura considerable con lo que parte de la misma no se puede ver bien porque la tapan los focos y directamente te deslumbran.

Pequeña pero agradable taberna en la Calle de Fernando el Santo, dedicada a la cocina tradicional pero con un toque de vanguardia e idónea para ir a picar algo si trabajas por la zona, ya que tienen vinos por copas, desde los precios más accesibles hasta los de gama más alta. Si te gustan los vinos, aquí disfrutarás.
La decoración es sencilla pero agradable, con mesas altas. Quizás hecho en falta alguna mesa en la que sentarse si sólo vas a tomar algo de barra, ya que las mesas las tienen dispuestas siempre para comer y, si quieres pedir solamente un refresco o una copa de vino te tienes que sentar en la barra y ésta es algo pequeña.
Tiene también una de las gamas más amplias de ginebras que haya visto en una taberna, así que seguramente también sea un sitio idóneo para ir a tomarte unos gin tonics de afterwork.
En definitiva, buen sitio para ir a picar algo si trabajas por la zona, aunque, eso sí, con los precios de la zona, y es que la zona de Chamberí situada entre Colón y Alonso Martínez es una de las zonas más caras de Madrid.

Un sitio que me ha encantado, taberna sencilla con unas bravas muy buenas, podríamos decir una de las mejores de Madrid, aunque la sirven con demasiada salsa, si eres de los que hacen foto, correeeeeee porque perderás el crujiente de la patata. Con algo de menos salsa las bordan. Ambiente tranquilo y buenos precios que te dan ganas de volver una tarde con más tiempo para tapear un poco.
Además con la bebida te ponen una tapa generosa de tortilla de patatas a medio cuajar como a nosotros nos gusta.
Además son agradables en el servicio.
Repetiremos!!!

Fantastic little place in a very wealthy residential neighborhood. Ensalada Rusa is excellent as are the milk fed lamb chops and berberechos. Very casual but don’t be fooled. Very friendly service.

Es una de las últimas «tabernas» con decoración sencilla, paredes blancas, ladrillo visto, madera y muebles del clásicos de diseño del siglo XX como tantas otras que están abriendo últimamente en Madrid.
La carta es extensa y no faltan las clásicas raciones de bravas, croquetas, tostas… Lo mejor son los mejillones a la mediterránea que vienen cocinados al vapor en olla de hierro fundido con pimienta rosa. El lomo de buey (¿mejor decir de vaca?) es un poco decepcionante… demasiado duro para ser verdad…
Tiene una curiosa selección de vinos y el camarero tuvo el detalle de dejarnos probar un par para que pudiéramos elegirlo, lo cual fue todo un detalle muy agradable.
En definitiva, un sitio cómodo donde tomar algo en una zona donde la oferta de sitios para tomar algo era escasa hasta el momento.