Ene

Trabajo al lado y es el restaurante que más cerca me queda, pero la verdad que no suelo ir a menudo por varios motivos. Por un lado, son extremadamente lentos. Al menos los días de diario, solo tienen a una camarera para todo el servicio, por lo que es bastante frecuente tardar más de 1 hora y media en comer.
Por otro lado, nunca sabrás lo que vas a acabar comiendo. En un par de ocasiones se me hizo la boca agua con el postre que tenía el menú, y finamente no tenía nada que ver.
Un día, en principio era un brownie con chocolate blanco y acabó siendo una galleta seca con chocolate negro. Y otro día el menú del día no tenía nada que ver con lo que tenían expuesto en la puerta, por lo que antes de entrar ya había decidido que iba a comer y al final fue otra cosa completamente diferentes.
El dueño tampoco es que sea muy simpático. Un día estaba la terraza vacía, nos sentamos un compañero que no iba a tomar nada y yo, que si iba a consumir, y le dijo que él si no iba a pedir algo no nos podíamos quedar en la terraza.
Les apruebo con 3 estrellas ya que se salva por lo bien que están los platos, tanto de presentación (ya que es un sitio que quiere ir de pijo) como de sabor.

Lo siento, pero tengo que bajarles una estrella. El otro día fuimos a comer, menú del día, porque ya habíamos ido un par de veces y nos pareció que la calidad/​precio del menú es muy buena. Yo estaba de vacaciones ya, así que me permití la licencia de pedir una copa de vino con el menú del día, que ya sabéis que es muy sano y hace funcionar mejor el corazón.
Nos dieron las cartas del menú del día, e hicimos un par de preguntas. El primer error, que la camarera la pobre no sabía ni qué estaba vendiendo. Había una ensalada que no estábamos muy seguros de lo que llevaba, así que preguntamos. «Pues lo que lleva una ensalada». Pues hombre, eso es mucho decir, porque una ensalada puede llevar desde lechuga hasta granada o manzana, y lo mismo hay alguien a quien no le gusta. También hicimos una pregunta sobre un corte de la carne, con el mismo resultado aproximadamente. Not good.
Sin embargo, lo que más me molestó fue que me sirvieron una copa de vino ínfima, escasísima. Muy poca cantidad. Pedí una segunda, a ver si era un tema de que la copa que viene con el menú la ponen más pequeña y no, para nada: te sirven ese poquito que veis ahí en mis fotos. Y a un precio bastante elevado.

He probado el brunch y estaba bastante bueno, recomiendo la ensalada de tomate y mozzarela. Lo único es que es un poco caro.

Very good food, especially the ceviche and the tomato soup.
They have the best gin tonics in town. Definitely the most extensive gin menu. And the way they come abd serve them is half the experience!
My favourite was the spanish gin Port of Dragons.

Tome un brunch en el local, el precio de 22 € no es poco dinero pero en relación cantidad-​calidad/​precio esta más que bien. Primero nos pusieron un fuente con dulces (mini napolitana, magdalena, croissant) y dos bollos de pan acompañados mantequilla y mermelada, para beber pedí un zumo de naranja. ¡¡Después de todo eso aún quedaba comer! de primero unos rollos de gambas y verduras, de segundo un rollo de pollo con guacamole todo riquísimo. Para beber pedí un cóctel con zumos (no recuerdo el nombre). Y de postre pannacota y bombones de chocolate negro. Termine muy lleno. Si vas no te arrepentirás.

Había pasado muchas veces por la puerta de este local y siempre me había dado la sensación de que era un sitio para tomar gin-​tonics trendy, pero después de haber ido a tomar un menú brunch el domingo, puedo asegurar que Ene tiene mucho más que ofrecer.
El menú brunch, que cuesta 22 €, incluye: dos bebidas (yo pedí un zumo naranja y un cóctel Grand Manier), una selección de panes y bollería, un primer plato, un segundo plato, y un postre. Más que una fusión entre desayuno y almuerzo, el brunch de Ene es como tomarte el desayuno y el almuerzo todo seguido, ¡es un festival de platos!
Mis recomendaciones son: de primero, el bagel con salmón y queso brie; de segundo, el burrito de pollo y guacamole o el timbal de bonito. El postre depende de la selección del día del chef. A mí me sorprendió con una panacota de yogur con frutas del bosque y con un par de trufas de chocolate negro. La cantidad de comida del menú es más que suficiente. Terminé muy llena, y salí más que satisfecha con la calidad de los platos.
Aunque en principio 22 € no me pareció barato, teniendo en cuenta la cantidad y calidad de la comida me parece un precio muy razonable.
Por otra parte, el servicio del camarero fue impecable. Nos atendió en la terraza y estuvo pendiente de mi mesa en todo momento, sacando los platos según íbamos terminando con los anteriores. No le puedo poner ninguna pega.

Creo que ellos lo definen muy bien: un lugar de encuentro. Y eso fue lo que sucedió ayer, ya que nos juntamos unos cuantos instagramers de Madrid para conocernos y pasar un rato divertido.
Además, ya con este súper buen tiempo, nos distribuimos muy bien entre la terracita, la barra, sus mesas y… sus ¡camas! Me pareció muy divertido poder tomarte uno de sus cocktails o de sus famosos mojitos tumbadita. Todo muy relajante ;)
Tengo que volver un día para probar sus platos porque vi la carta y tiene pintaza y ya de paso probar algún que otro cocktail más.
Me encantó el cariño con el que los preparaban los camareros que, por cierto, súper majetes, sonrientes y atentos. Eso es un win para mi, ya sabéis ;)

Ene is a lounge that reminded me of a place I went to in New York City — it’s swanky, modern, and «pijo». A group of about 9 of us went there for a Sunday evening despedida dinner, and we didn’t leave disappointed.
What stood out the most was the delightful service. Our waiter was bilingual, and the fact that we could ask a myriad of questions about the menu in English and be understood was refreshing.
We settled on the fried artichokes with spicy sauce (honestly quite bland) and pulpo a la brasa (delicious but a small-​ish serving size). The 1E croquettes were pretty good and had three flavor choices. Wine was tasty.
Ene’s décor is classy, and would be great for a date with your significant other. In fact, they even have some bed/​lounge «tables», were you can literally lounge (and I actually mean practically lay down), wine in hand. Prices were decent but a little high, as one would expect with such a posh place.

11 € por uno de los mejores menus del día en la ciudad. Comida riquisima, de muy buena calidad, y con un servicio de alta clase. ¿Quieres más pan? (Yo siempre sí.) Sin problema. (¡Y qué bueno el pan!) Después de pedir tu menú, pero antes de que llegue la comida, te dan unos aperitivos pequeños pero tan bonitos — hoy fueron una taza de caldo (justo lo que hacía falta para lo resfriadas que estamos) y un cucharón de mozzarella y tomate. Genial.
La terraza perfecta para el verano… pero no tanto en el invierno.

En este restaurante, el almuerzo se convierte en un ritual sagrado, en el que cada día se obra el milagro de sintetizar en pequeñas tapas, grandes manjares de la gastronomía de aquí y de allí.
La N debe de ser de «No me voy de aquí sin mi mojito» o de «No se qué mierdas lleva, pero está buenísimo»
El sabor y los detalles son la clave de este, cada vez más popular lounge.

Por favor, tenéis que probar los mojitos de este sitio, los hay normales, los típicos y luego tienen otros que los echan fruta de la pasión o maracuyá… están es-​pec-​ta-​cu-​la-​res!
Es sitio es una chulada, te puedes sentar en la barra, que los fines de semana se peta o puedes bajar a la parte de abajo donde tienen una zona un poco chill out con conchones de piel blanca, súper bonitos y súper cómodos en los que te puedes sentar y pasar una bonita velada.
Otra cosa positiva que tienen, es que admiten tickets restaurant a la hora de pagar, por lo que te puedes pagar tus copitas con los tickets de comida.

¿Habéis visto la serie Gossip Girl? Si os consideráis lo más cool de la ciudad, en este bar podéis disfrutar de vuestro Brunch, el término inglés que define desayuno + almuerzo. Por 20 euros podrás disfrutar de esta nueva moda acompañada de tu cocktail preferido en un ambiente de lo más moderno y elegante.
Es el único local de Madrid que conozco, de momento, que ofrezca el brunch como destacada alternativa. Probar la ensalada de fruta fresca para comenzar, muy sano y riquísimo.

En pleno barrio de la latina encontramos la alternativa de fin de semana idonea, siempre de mañana, recuerdo que tambien se puede encontrar abierto en festivos.
Se trata de un local moderno, donde se puede comer al estilo japones, es decir, sentado en el propio suelo. Mientras desayunas puedes disfrutar de la sesion en directo del dj, con musica variada, donde prima la electrónica.
Para comer nos encontramos con cocktails y dulces de autentico lujo, en lado mas tradicional nos encontraremos con muffins (muy parecidos a los que encontramos en Inglaterra, sin desperdicio) y bolleria artesanal, recomiendo sus napolitanas y sus chocolates.
Por ultimo reseñar que es un local no demasiado grande y siempre muy lleno, asi que recomiendo reservar antes de asistir, sino es muy posible que no podais entrar.
Precio: sobre 20 euros incluyendo bebidas.
Lo mejor: el local y su montaje.
Lo peor: tener que reservar.