El Fabuloso

El Fabuloso es una de las mejores sorpresas que me ha dado la noche madrileña en mucho tiempo.
La parte superior más tranquila y el sotano más animado, está muy bien decorado, siempre ponen muy buena música de los 50 y los 60, y las copas están bien puestas.
A pesar de que suele haber cola para entrar nunca he tenido que esperar demasiado y una vez dentro, aunque la primera impresión que da es la de ser un sitio de mucho postureo, una vez que te pides una copa se está muy a gusto.

He tenido la oportunidad de ir muchas veces a este local, ya sea por fiesta, para tomarte algo entre semana o para salir un fin de semana.
El ambiente es muy divertido, con ese rolo rock&roll y sus pin up junto a la música de otras décadas.
Tiene gran variedad de carta de bebidas y por el momento no he sentido el garrafón en mi cuerpo, así que un punto a favor. Lo malo es que es muy pequeño, y el fin de semana es horrible con tanta gente. Pero han abierto una sesión en la Sala Stella creo y es perfecto para los amantes de este bar.
Se dejan ver por alí mucho famoso, moderno y gente de paso.

El Fabuloso es uno de los sitios que más me gusta para tomar una copa tranquila. Intento evitarlo a partir de la 1 am, en particular los fines de semana, porque se llena de gente y no soporto los sitios abarrotados donde ni te puedes mover, mucho menos sentar, ni oyes la música, ni oyes hablar a tus acompañantes… Eso suponiendo que no te hayas dado la vuelta al ver la cola de la puerta. Yendo entre semana o a una hora temprana se evitan estos problemas.
Hay varias cosas que me gustan de El Fabuloso. La primera es la música. Suelen poner música retro de lo más vairada, parándose por todas las décadas. Una de las más visitadas es la de los 60, que es mi debilidad. Soul, pop, los albores del punk… Ideal para canturrear, para bailar con los amigos, para sentirse uno a gusto.
Otra cosa que me encanta es que tienen vino. A algunos esto les puede parecer una obviedad, pero hay muchos (muchísimos) bares de copas, incluso alguna coctelería, que no tienen vino. Pues en El Fabuloso tienen y están bastante bien.
Sin duda, un lugar siempre recomendable (evitando la hora punta, claro).

Siendo Silvia Superstar la que está al frente de este negocio, estaba claro que iba a ser bueno. El Fabuloso lo conocí al poco de que abriera, y formó bastante revuelo entre los modernos de la ciudad. Había que ir a verlo, era el último ‘must’, así que dicho y hecho. Y tanto ha sido su éxito que a pesar de que he estado bastantes veces, las dos últimas me he tenido que dar la vuelta porque la cola estaba imposible.
Vaya por delante que me alegro muchísimo de haberme tenido que dar la vuelta. Es un lujo ver cómo hay bares que se salen de la norma y encuentran su espacio, su público y triunfan. Ya desde que entras por la puerta fucsia te das cuenta de que va a ser un gran local, y estás en lo cierto. Los sillones vintage de la entrada, la decoración, el letrero del local, el color de las paredes… Todo, hasta esas escaleras en mitad de la primera planta que prometen romper un par de crismas, tiene un halo de modernidad kitsch que hace que la experiencia sea cien veces más agradable.
Las copas están bien de precio y la música varía según el día, pero en general suele ser buena y estar a un nivel aceptable de volumen en el que puedes mantener una conversación y, al mismo tiempo, quemar zapatilla. Un extra para acercarte es que quizás puedas ver a algún famoso en algún momento, que como bien se demostró en el reality ‘Alaska y Mario’, la feliz pareja suele ir a mover el esqueleto por allí.

Es un sitio bastante chulo, con una decoración bastante friki, con zombis, monstruos, pin ups… un tanto rarilla pero muy graciosa. El problema es que está muy de moda y las colas que se forman son demenciales el fin de semana, así que si no lo conoceis y quereis probar, para disfrutarlo mejor ir un jueves.
Las copas a 7 eurillos, y no debe ser garrafón, o por lo menos garrafón de «calidad» porque siempre que he ido al día siguiente no he tenido resaca. Y encima saben muy bien… De estas veces que le das el primer sorbito a la copa de ron y te deja un regustillo muy dulce en la boca… En pocos pubs por la noche me ha pasado la verdad. Tienen cócteles, dentro de ellos son muy buenos los mojitos…

Uno de los mejores pubs donde he estado en los últimos tiempos. Una agradable sorpresa de esas que todavía aguardan a ser descubiertas en las esquinas de Madrid.
Fui con unos amigos del trabajo tras una cena, uno de ellos lo recomendó y entramos. Dos pisos llenos de buen rollo, con música apta para nostálgicos y una decoración muy original.
Es idóneo para tomarse una copa antes de salir de marcha. Ya sea en el piso de arriba o en de abajo, te puedes sentar o quedarte de pie mientras disfrutas de tu bebida. Estaba bastante lleno de gente pero sin llegar a ser, ni mucho menos, un local agobiante.
Me llamó la atención la música, que estaban proyectando una película de Elvis Presley (sin volumen claro) y una especie de pavo luminoso que tenía el DJ encima de su mesa y que me hubiera llevado para mi casa encantado.

Yo no salgo mucho por la noche, pero de lo más divertido que hay en Malasaña y probablemente allende la Gran Vía es El Fabuloso.
La última vez que estuve allí algo se había confabulado, para que todo el mundo estuviera guapísimo, gracioso y salado. Y como ponen música para bailar pues cuando todo sale rodado parece que le gente hace hasta coreografías conjuntas :)
Las copas están extrañamente buenas, hay arriba y abajo, y la única pega que le encuentro es que algunas noches el ambiente es demasiado demasiado hetero. gañán. No todas, pero alguna.

De nombre Fabuloso y de apellido Moderno. Rock’n’Roll de los ’50 y ’60 y con aires de soul. El local tiene dos plantas; arriba con mesas y sillones para tomar copas de un modo más distendido, abajo la pista con algunos sofás para ver el espectáculo o para esperar a que alguien te saque a bailar: aunque no sea, ni de lejos, un salón vienés del siglo XIX, la gente viene con ganas de marcha y en un garito como este puede pasar de todo… al frente del negocio está Silvia Superstar, cantante de las Killer Barbies: un motivo más para no pasarlo por alto…