He estado algunas veces en este bar-restaurante para tomar algo antes o después de algún concierto en La Riviera porque está cerca y a la vez es bastante tranquilo. A quien le guste la cerveza pero no la Cruzcampo, tiene botellines de Heineken y alguna cerveza negra como alternativa, aunque este último dato se puede confirmar online. Por lo demás, es un bar al uso; con una gran pantalla en el interior para ver fútbol o lo que echen, una barra extensa donde sirven todo tipo de bebidas y una terraza interior(bajo techo pero abierta a la calle) para los fumadores. Siempre te ponen tapas generosas y la comida que he probado es bastante decente. La música de fondo no me gustó y por eso me pareció que estaba demasiado alta, pero puede que se debiera a la insistente base maquinera que sonaba aquella tarde, siendo la primera vez que me pasó en este local. Los camareros son muy simpáticos y en general si estoy por la zona me parece una opción posible porque el sitio, además, es amplio.