El Almacén del Pan

Me pilla al ladito de casa, y eso tiene su ventaja. Puedes bajar casi en chándal (pero con gafas de sol, ya que no hay que olvidar que esta zona es muy frecuentada y nunca sabes con qué coolhunter puedes cruzarte). Suelo ir a comprar el pan, el cual es de mejor calidad que de otras tiendas aledañas, pero, ¡Hasta ahí!
Recuerdo cuando hace casi dos años me mudé a esta zona del Barrio de Las Letras, y pisé este establecimiento tras la mudanza para desayunar. Entré, saludé y me senté en una de las mesas que tienen en esa especie de saloncito, tardaron un montón en atenderme, y eso que ¡No había nadie!
Pedí un zumo, un café con leche y una tostada, y volvieron a tardar un montón. Pero la verdadera sorpresa vino con la cuenta: ¡8 euros! No me esperaba ni 3 € por un zumo de bote, por un café con leche y por una barrita de pan medio tostada con poca mantequilla y mermelada para untar. ¡Vamos!¡Un fiasco!
No he vuelto a ir a desayunar, ni a comer, y eso que también tienen menú de mediodía. Aún me siento como el personaje de la historia gráfica de «Moderna de Pueblo», el Cooltureta, que le sucede lo mismo lo mismo que a mí. Me pregunto muchas veces si no se habrán inspirado en mí.
Pero dejando esta historia de abuelo cebolleta de lado, tampoco puedo hablar muy bien de las tartas. Vale que sólo he pedido una de chocolate y para llevar, pero es que, aunque estaba allí expuesta, en la vitrina y casi sin empezar, esta no tenía ningún sabor y durísima.
¡Vamos!¡Que lo de Almacén del Pan lo cumplen! Pero nada más.

We have been traveling in Spain for almost a month and this is the one place where I am providing a bad review. The value proposition is horrible. I think the cake I ate had been sitting there for a while and the cost was astronomical. We were completely gob-​smacked to pay 18E for two cups of tea and two pieces of cake. We even went back 2 days later to check their prices and the second time, the price of a piece of cake (not take out) was 1E less than what we paid. I cannot recommend this place.

El otro día fui a desayunar y me parece un lugar estupendo!
Ya había ido a tomar algo después del trabajo y me encantó pero con las dos pedazo de tostadas que me pusieron pues como que me enamoró. Te ponen así como media barra de pan, así que tienes que tener hambre o tienes que saber dejar espacio entre eso y la siguiente comida. Yo porque fuí a la 1 así que fue el brunch más barato del mundo.
La mermelada estaba bien buena y el té rojo normal. Los bares tienen un gran problema con los tes rojos, muchos te timan poniéndote negro! Bueno, mis acompañantes se pidieron las tostadas con tomate y la verdad que lo vi un poco líquido y tirando a color rosado más que a rojo. Pero ahí los gusto de cada uno.
También me di cuenta de que en la zona de pastelería había bastante cosas sin leche y tenía pinta, rollo así valencianas esponjosas y bizcochitos.
Puedes comprar el pan, tomarte algo dulce o salado ya que tiene empanada, s quiches o tartas. Una amplia carta de zumos y tés y una sala estupenda y muy tranquila con quizás una decoración un poco raruna pero se está muy bien.

Las tartas están muy buenas y son buenas raciones, al menos eso es lo que crees hasta que ves la cuenta. Los precios son desorbitados y el servicio es lento hasta el extremo. Esperas fácil unos veinte minutos sólo para que te atiendan. El ambiente es agradable si te va el rollo vintage.

Ya echaba yo de menos alguna panadería como ésta cerca de mi casa. Alejado del clásico horno de pan de barrio, El Almacén del Pan ofrece sus productos hechos a mano, con calma y con amor, en el mismo local: muffins, quichès, etcétera; y sobre todo y por encima de todo, pan.
Desde la clásica baguette hasta el pan de leña, y lo que es más importante y quizá por esto sea especial, pan de ajo, de cebolla y de semillas de amapola. Ideal para darle un plus a esas cenas íntimas que uno da de vez en cuando en su casa.
También venden algunos vinos y, desde hace poco, legumbres con D.O. (alubias de Tolosa, no muy fáciles de conseguir a buen precio).