Curves

Nunca entenderé porque hay gimnasios solo para mujeres, pero bueno el caso es que a este fue una amiga mía a probarlo y decididamente dijo que prefería mil veces las cadenas de gimnasios de toda la vida, ya que para lo que ella hacía que eran sobre todo clases colectivas tenía más que suficiente.
Lo que también me comentó es que el trato con el personal está muy bien, pero que se esperará unos cuantos años para ir con las abuelillas del barrio y dar unas clases de ejercicio.

Se trata de un gimnasio femenino, sólo para chicas, con monitoras y un sistema de ejercicio supuestamente adaptado a chicas.
Se trata de un circuito de unos 30 – 40 minutos en los que se combinan ejercicios aeróbicos con máquinas hidráulicas, como las de los gimnasios normales pero en las que en lugar de tener peso, oponen la resistencia en función de la fuerza y velocidad que tu ejerces. Cada dos minutos todo el mundo cambia de actividad, convirtiéndose en una rutina muy llevadera y muy rápida, pero tengo mis dudas de su efectividad.
Conozco a muchas mujeres que han quedado encantadas con este sistema, yo personalmente creo que no se adecuaba a mis necesidades y al final terminé más tonificada pero no conseguí mi propósito de fortalecer.
Cuando entras te pesan, miden, calculan masa muscular y cada cierto tiempo miden tus progresos de cardio, resistencia, etc… Sinceramente en mi único mes de estancia, conseguí pesar más, reducir volumen y por lo visto medir menos!!!
Respeto por completo el deporte, aunque nunca será mi pasión, me alegro por los que acuden sonrientes a sudar, pero desde luego este sitio no me resulto beneficioso personalmente.

No sé como serán el resto de los gimnasios de esta cadena, pero este en concreto deja mucho que desear.
Las instalaciones están anticuadas, las duchas y los vestuarios huelen a humedad, las profesoras son encantadoras, pero hacen unos ejercicios dignos de personas de 80 años y acaba resultando muy aburrido.
Te motivan mucho pero te acabas cansando.
Lo bueno es que cuando dejas de ir un par de días por vagancia, te llaman para darte un toquecito para ver qué te ha pasado.