Conache

Buf no me gustó. Fuimos 5 y pedimos 5 tapas para picar: huevos rotos, provolone con tomate seco, julianas de pollo con salsa de mostaza y miel, quesadillas y patatas bravas. Los huevos rotos bastante malos, y mira que es difícil, las quesadillas eran una tortilla de trigo una loncha de york y si tenias suerte algo de queso. El provolone con 5 litros de aceite y el tomate seco brilló por su ausencia. Las julianas de pollo si que estaban buenas y la salsa también. Las bravas también bastante regulares, apenas sin salsa además. Lo único bueno el precio. Salimos a 12,50 por persona con dos postres, que si que estaban bastante ricos (pedimos dos brownies).
Los camareros bastante bordes, tuvimos que pedir unas 3 veces que nos cobraran. No creo que repita la verdad.

Pocas cosas hay más cotizadas que las mesas en las terrazas de Malasaña y esta en concreto está siempre repleta y eso que cuentan con bastante espacio.
Como oferta no hay nada destacable, aunque cuentan con bastante variedad al ser un restaurante con lo que, además de las típicas patatas bravas, también puedes pedirte unos boquerones fritos, por aquello de variar. Cañas y refrescos a precio habitual de terraza, ni caro ni barato. Como punto positivo, quisiera destacar que, a pesar de lo llena que está, suelen atenderte rápido, incluso a la tenue luz de las farolas de la plaza de San Ildefonso, porque también funcionan hasta tarde, claro está.

Para ir de cañas me parece un sitio estupendo. La comida sin llegar a ser excelente Es muy buena y Los precios no son tan desorbitados Como dicen…
2 gin, 2 vinos una ensalada de la Casa y unas quesadillas, todo 30 euros.

Llegamos al Conache después de buscar unos cuantos sitios para tomar y picar algo por Malasaña. Decir que la localización está bien, es una plaza amplia y con mucho ambiente, algo que buscas si estás por este tipo de barrios madrileños.
Después de conseguir sitio en la terraza, pedimos lo típico: tortilla, croquetas y calamares, todo acompañado de cañas y vino. La calidad de la comida es aceptable, sin llegar a ser estupenda ni mucho menos. La cantidad es una de los problemas de sus tapas, ya que con el precio que tienen que te pongan únicamente 5 croquetas pequeñas me parece un gesto cercano al atraco.
En cuanto al trato, los camareros estuvieron bastante atentos pese a la cantidad de gente que había. Eso sí, estuvimos más tiempo del debido ya que tardaron mucho en traernos un plato y, aunque sorprenda, la cuenta.
Para estar en donde está y ser Madrid, el sitio no es caro. Eso sí, si vienes de fuera te vas a encontrar con que la calidad no se corresponde a la cantidad y, mucho menos, al precio.

Hace unos días entré por casualidad en el Conache. Lo conozco en plan terraza de alguna tarde de verano, pero nunca había comido aquí. Me llamó la atención el menú y me dije, adentro.
Fue una buena decisión. Una estupenda crema de verduras y dorada con pimientos, quizás un poco menos sazonada de lo que me gusta (o puede que le faltase un punto de ajo). Precio razonable, no había demasiada gente… no fue una mala experiencia.
EL Conache no tiene nada en sí que destaque respecto a otros sitios de la zona, pero me gusta que me atiendan bien, y hay días que eso es todo lo que necesitas.

2,50 € por un café y 3,2 € por una mísera caña sin ni siquiera unas patatas fritas, me parece una vergüenza! Normal que se llene de gente en el suelo con las latas.

¿Cómo se puede cobrar casi 7 € por 2 cañas en la terraza? Nos pusieron con la cerveza unos cuadraditos de tortilla de patatas que estaba medio cruda y sosa. No se como estará el resto de la cocina, pero los precios de la carta nos parecieron desorbitados.

Es el típico sitio en el que caes cuando todas las mesas de los otros bares están completas. No tiene nada interesante: comida simplona, pides cañas y te ponen copazos a unos precios desorbitados y, lo peor de todo, camareros bastante desagradables. Yo que tú me sentaba en el suelo si la policía te lo permite o apostaba por esperar a sitio en la terraza de Maki o Naïf.

La terraza en sí está bien, pero el servicio tarda un montón y al ser tantas mesas no es raro que te traigan la cuenta de otra mesa. La terraza siempre invadida de hordas de modernos que se dejan ver por la tarde para tomarse una caña.

Love this outdoor eatery.
Right next to a historic church… lots of people just having beers and wines mid-​afternoon…
It’s the definition of european chill time.
The beers were cold, the waiters were typically slow and this place is where I was introduced to shrimp with plain salt. It’s the best tapas dish I’ve had in my life.
I love tarrazas conache.

Madre mia… me da igual que tarden, que pongan patatas con la caña, que no sean simpaticos y que sean caros… al fin y al cabo todos los sitios de madrid son asi, pero a este le da el sol desde las 3 de la tarde hasta el atardecer. asi que… me gusta ir aunque solo sea porque esta en el barrio y tiene terraza.

Sito en la Plaza de San Ildefonso, es uno de esos lugares con terraza que, en el momento en el que llega el buen tiempo, se llenan hasta la bandera, su terraza se pone de bote en bote y cuesta incluso sentarse.
Pero estando en el barrio más trendy de Madrid, no es difícil que ante la carestía de terrazas, la tuya se llene en pocos minutos tras ser abierta. Lo que verdaderamente sorprende es que esas hordas de modernos se sienten en esas mesas sobre las que reposan esos hules imposibles.
¿En qué momento se puso de moda el hule? ¿Por qué no lo hemos desterrado ya de nuestra vida diaria? A mí, personalmente, este tipo de manteles siempre me han dado un poco de cosica. Eso sí, a cambio tiene WiFi (algo es algo…)

Es fin de semana, está lloviendo fuego y caminas sediento por Malasaña. Lo normal es que tus pasos te lleven a la plaza 2 de Mayo; y que no haya una sola mesa libre en ninguna de las terrazas. Seguramente luego pasarás por la plaza Juan Puyol, donde, como siempre, la terraza de la Muzzarella Loca estará petada. Si no te has rendido, llegarás hasta aquí.
Yo vine con mi hermano, que estaba de visita. Cada caña costó tres euros, y a él le pareció muy caro (pagó él). ¿Dónde te has pensado que estás?- le dije.
Por lo demás, me pareció que las camareras eran muy serviciales, simpáticas y veloces. Y el lugar es realmente agradable.

Si el nombre no te suena, su terraza seguro que sí, ya que es lo más llamativo del sitio cuando pasas un día de buen tiempo por la Plaza de San Ildefonso. Lo que más me atrae de este restaurante es que te ofrece desde desayunos, tapas y menús a cenas y copas. Nunca he estado en invierno y siempre he conseguido hacerme con un hueco en la terraza. Es un placer comer mientras te da el aire en la cara y desconectas del tráfico y el estrés de la gran ciudad, observando mientras tanto a los más variopintos personajes que habitan las calles de Madrid.
Comida buena, aunque sin pasarse, y muy buen ambiente. Recomendables también sus desayunos, especialmente el de café con tostada de tomate triturado, huevos revueltos y jamón serrano; una bomba con la que difícilmente podrás empezar mal el día.

Este bar-​restaurante de sabrosa cocina completa junto a su terraza una de las estampas más tipicas del Madrid de Malasaña. Sus camareros jóvenes y activos se desvivirán porque estés atendido en todo momento, y sus tapas casi de diseño harán que nunca quieras dejar de consumir!
Su comida rica y de calidad saciará a cualquier estómago hambriento, y su clima jovial y placentero hacen del Conache el tipico bar donde tomarte más de una cerveza, aunque sus precios tampoco harán que te tomes 5! :)

De este restaurante tan céntrico te recomiendo que te tomes una cerveza, un café o cualquier otro refrigerio en su terraza, que la ponen en la plaza de San Ildefonso.
En primavera-​verano es una gozada.
La terraza la ponen todo el año y en verano la hacen más grande ampliándola a una zona donde hay más horas de sombra.
El precio no es barato, supongo que pagas las vistas. Pero puedes ir con los niños y estar tranquilamente en la terraza mientras ellos juegan en la plaza.
El menú no es de lo más baratos del barrio pero está bueno. Aunque un poco escaso para mi gusto.

Si lo que se quiere es comer, encontraras una carta que apuesta por la calidad y la cocina del tipo mediterránea, aunque con pinceladas muy ricas de otras gastronomías.