Cerveceria Santa Isabel

Creo que entré una vez en el bar antes de su remodelación. De los que están al lado de mi casa este es el que menos me gustaba y ahora se ha convertido en un sitio de reunión. Claramente necesitaba un cambio, una obrita a tiempo viene siempre de perlas :)
Ahora mismo lo llevan unos chicos jóvenes y la verdad que son bien majos. El lavado de cara le ha sentado fenomenal al sitio y hace un buen tándem con el Benteveo, La Espronceda, Vinicola… así que si uno está lleno o quieres hacer ruta es genial.
Por ahora lo que más me gusta es su ensaladilla rusa pero quiero probar más cosas. Las tapas que nos han puesto por el momento no suelen ser muy elaboradas, son más bien panchitos, kikos y alguna rodaja de chorizo o queso sobre un trozo de pán. Por ello no le pongo todas las estrellas por el momento, le falta un poco más de venderse bien, de ganarse al cliente asiduo!
Es perfecto para este verano, espacio, tranquilidad y buen ambiente!

Este verano he estado por Madrid, nada mas y nada menos que por Lavapiés, andando por el barrio y buscando un lugar donde comer nos topamos con La Cervecería Santa Isabel. Lugar reformado pero que aún le queda un toque de la magia del de hace muchos años. Tapas inigualables y precios normales, para comer tienen un menú bastante económico 9 € de primero pedí gazpacho, que estaba muy, muy bueno, y de 2 salmón a la plancha con ensalada que también estaba buenísimo. Y de postre flan casero, que también estaba rico. Os recomiendo este lugar 100%, volveré !!

Deliciosa y fresca comida, y servicio excelente. Fueron muy amables y nos ayudaron a tomar nuestras decisiones para el almuerzo. Fue un gran lugar que parecía ser frecuentado por los lugareños. El precio era asequible. 9 euros por menú del día. Tuve el gazpacho, el salmón, una bebida y un postre.
English– Delicious and fresh food, and great service. They were very friendly and they helped us make our decisions for lunch. It was a great place that seemed to be frequented by locals. The price was affordable. 9 euros for menu del dia. I had gazpacho, salmon, a drink and a dessert.

Ante todo decir que nos trataron de manera excepcional. Han cambiado de dueño, ahora lo lleva un camarero de los que estaban por la mañana (según nos comentaron).
Buenos aperitivos, de cocina, champis, ensaladilla, alioli, etc, precios asequibles, teniendo en cuenta la calle donde se sitúa, los precios de la cañas son los normales 1.30.
Lo han reformado y le han dado un aire mas moderno, para aprovechar clientela que vaya también por la noche.
Ilusión le entán poniendo y calidad también. Si siguen así nos tendrán como clientes habituales.

Ya era hora de comentar este mítico lugar castizo donde los haya. Su dueño se ha jubilado y lo ha traspasado al camarero simpático de por las mañanas. Y, sinceramente, es un acierto porque el bar se ha remodelado pero sigue con su esencia. De hecho, si vas ahora mismo, aún huele a nuevo.
Ahora hay más luz y tres personas atendiendo la barra y el saloncito. El perfil de los camareros es el de ser gente muy, muy simpática y que se ve ilusionada y tan a gusto con su trabajo. Pides tus cañas y te dan a elegir entre las numerosas tapas que se pueden observar en la barra nueva del bar. Y sí, siguen teniendo ensaladilla, patatas ali oli, albóndigas, aceitunas de las ricas y que son muy carnosas, setas con jamón… Y ese revuelto de frutos secos con unos kilos muy muy ricos.
Este es de esos lugares que entras para una caña y te atrapan y anda que hasta que sales… Además está situado en Santa Isabel justo enfrente de la Musa de Espronceda. Por lo que si quieres, un sitio de calidad, donde te van a cuidar, tienen tapitas castizas y tu bolsillo no va a crujir… Este es tu sitio: un bar de toda la vida.

Buscando un sitio para comer a eso de la 1 de la mañana de un viernes, hemos acabado en esta cafetería del barrio. Nos comentan que cierran a la 1:30 y que se puede comer todo lo ya preparado en la barra, así que preguntamos por los precios de las raciones. ¿2,60 unas patatas ali-​oli? ¿3,50 unas albóndigas y unas setas con jamón cada ración? A por ello. Las patatas, sin destacar en nada con respecto a las que puede haber en otras tabernas, estaban buenísimas. Igual que las albóndigas, con una salsa exquisita. La grata sorpresa viene con las setas con jamón: exquisitas, con mucho ajo y un poco de pimienta negra que les da un toque picante y delicioso. Las raciones, si hay algún pero que añadir, tienen tamaño (y, por supuesto, precio) de medias raciones, pero lo compensa lo buenas que están. Un descubrimiento que esta cafetería que ya conocíamos abra hasta recién entrada la madrugada, pudiendo cenar estos geniales platos.

Una de las raciones más raras y a la vez más sabrosa que he probado, ha sido en este bar.
Una especie de emparedado con berenjenas (dos rodajas a modo de rebanadas) rellenas con un revuelto de setas y verduras.
De precio, son bastante económicos, de estos sitios en los que puedes comer con las cañas y las tapas que te ponen.

aunque nunca me ha dado por comer allí si que lo he visitado para tomarme unas cervezas sentado o de pie en la barra. Una jarra de cerveza bien fría acompañada de una tapita de lo mas típica, como suele ser patatas ali oli y derivados.
A veces te ponen unos calamares con al cerveza que madre mía, rezo deseando que ese día caigan unos calamares. que buenos están.
Por lo demás el menú parece bastante típico de bar de barrio, como he dicho nunca he comido allí, pero supongo que se comerá bien cuando siempre están bastante llenas las mesas.
Antes de la ley antitabaco me solía sentar allí a beberme el cafelito y un cigarrito. el caso es que no soy de fumar nada, pero nada de nada. Pero este sitio invitaba a eso, a sentarse, fumar y escribir disfrutando de un ambiente tranquilo por la tarde.

Un lugar agradable para comer a buen precio y tomarte unas jarritas de cerveza fresca. El menú es barato y las tapas que te ponen con la bebida están bastante bien (tienen buenas patatas ali-​oli, una de mis perdiciones). Las hamburguesas les salen estupendas.
El ambiente es tranquilo, resultando un sitio ideal para la tertulia de tarde (especialmente en las mesas de detrás). Los camareros son simpáticos y amables, y están muy pendientes de cualquier cosa que puedas necesitar. Cuando estoy por la zona, no me lo pienso: allí me tomo mi cervecita de rigor.