He ido a este sitio y os voy a relatar un poquito: «El de los caracoles», así es como le conozco yo. Hay otro que se llama Los Caracoles pero no te confundas, este es más auténtico. Regentado por un señor mayor, de aproximadamente 80 años, y con pocos metros cuadrados donde moverte este bar reúné ese tipo de comida que al 60% de la población(encuesta propia) le suele dar asquete: entresijos, gallinejas, chicharrones y caracoles, entre otros. Antes de cruzar el umbral de lo mas castizo te encuentras con un escaparate adelantándote lo que vas a encontrar: un cuenco de caracoles que cambian una vez al mes y un plato de gallinejas petrificadas de cuando el dueño era un crío. El local no destaca por ser bonito sino por ser auténtico. ¿A que has venido, a hacerte selfies? No, a comer cosas castizas e intentar que a tu amigo no le den arcadas. Pues ale, a entrar. Una vez dentro tienen una habilidad asombrosa para ponerte una caña con tapa casi sin preguntar y, también, te embaucan al grito de «¡Prueba hombre!» con un trozo de pan para que degustes la salsa de un «perolo» gigante de caracoles igualito a donde se cayó Obelix. Tres curruscos de pan después, te decides por pedirlos. Tranquilo, has hecho bien, es de los mejores caracoles de Madrid. A mí siempre me habían dado asco y ahora me dan ganas de tener uno de mascota, cebarlo y comérmelo. Un consejo, si es tu primera vez tomate un omeprazol, ya que la salsa es contundente y tu estómago… bueno, si no has venido aquí no es que esté precisamente acostumbrado. Del resto de productos no soy muy fan excepto en días de feria cuando me disfrazo de chulapo, por meterme en el papel mas que nada. PROS: De los mejores productos castizos de Madrid. El dueño es SUPER majo. CONTRAS: Local muy pequeño, no vayas en días de rastro ni en verano o saldrás sudando como un caracol.
David Q.
Classificação do local: 3 Madrid
Si te gustan o quieres probar los caracoles este es un sitio que debe visitar en la plaza de Cascorro. Sitio tipicamente castizo donde puedes disfrutar también de los tipicos entresijos, canillejas, torreznos, etc.
Tobypi
Classificação do local: 5 Scarborough, United Kingdom
Taken in here by a couple of locals and it was fantastic. The diminutive 84 year old owner still works here barking out orders to his staff. The snail pot at the front is a big silver pot full of mystery meat(lambs testicles), chorizo, a beautiful red sauce and of course the snails. As soon as beer was ordered a tapa of Snails was deposited in front of us with bread to dip, a side of scratchings, morcilla(which was amazing), fresh battered and fried Gambas. It is an unnassuming place to look at but it is a gold mine. I shall return here again and again. I whole heartedly recommend it. One tip though is don’t leave any snails or you get shouted at. Oh and cheap as well. About 11E for food and drink
Andrea A.
Classificação do local: 4 Madrid
Los caracoles, ese manjar que a unos encanta y a otros les dan arcadas, yo soy del tercer grupo, de las que prueban de todo y todo les parece bien. Este local sirve caracoles en salsa muy ricos pero también todo tipo de tapas que, por supuesto, van siempre acompañadas de una buena caña. Además su ubicación es perfecta, aunque un domingo de rastro ya se sabe…
Alberto P.
Classificação do local: 4 Madrid
Acude despacio, lento, muy lento. Aquí la prisa mata. ¿Es un sitio árabe? No, es el templo de los caracoles en salsa, una delicia para muchos, para otros sería una tortura probar estos manjares. Fundada en 1942 es uno de los bares más concurridos los domingos de rastro. Obviamente hay que pedir estos animalillos, pero tampoco te lo tomes como una prueba de supervivencia si no te gustan. Tienen otras especialidades que no se las salta un gitano(y menos los del rastro); Bacalao, callos, morcilla, torreznos y chorizo casero. Desde el cielo de mi paladar os recomiendo el bacalao, excelso.
Ana L.
Classificação do local: 4 Madrid
Cañas, pinchos, tapas, raciones, vino, vermut… Todo esto forma parte de nuestra idiosincrasia y, como ya hemos tenido que renunciar a muchas cosas en nuestro afán de ser europeos, hay que defender con nuestra presencia y nuestro dinero a sitios como este. Cada vez se llevan más los locales que se despegan de la tradición y obvian las tapas y las cañas bien tiradas, por lo que cuando me encuentro lugares como este pienso en que bien merecen una reseña. Hacen caracoles, algo que a mi no me llama para nada la atención, y zarajos, aún menos, y con ello y sus precios populares consigue estar siempre lleno. A diferencia del otro bar típico de caracoles, en este te ponen en un tupper para llevar, para los que no quieran darse de codazos mientras toman la caña y el pincho.