Bacoa

Pues ayer me comí mi primera hamburguesa en Bacoa, gracias a una invitación que nos hicieron a los «vecinos del barrio» (en este caso, la empresa donde trabajo). La verdad, ni una queja en cuanto a la atención: nos trataron de maravilla y para ser 14 personas, la comida salió volando. Las papas están buenísimas, son frescas, nada de congeladas, y eso ya es de admirar. Está casi a la vuelta de la esquina de Apple, así que es una muy buena opción para comer una más que decente hamburguesa en Sol. Entre las cosas buenas: sostenible, hasta los vasos son hechos con maíz, y las basuras están bien separadas para que recicles; los asientos (banquetas) son muy originales y tienen una caja debajo para meter bolso y chaqueta muy práctica y bien pensada. No comes con tu chaqueta sobre las rodillas. El ketchup y la salsa de bravas que te ponen en la mesa son, por lo menos, diferentes que los de otros establecimientos. También se agradece.
Una pega (que creo que deberían de realmente mejorar): en el papelito donde eliges los ingredientes de tu hamburguesa, escribí varias veces «carne muy muy hecha. Embarazo», con mayúsculas. Pero mi carne no vino tan hecha, salió bastante rosita y la chica que me lo sirvió me dijo que eso es «todo lo hecha que salen». No me gustó mucho. Estoy de 7 meses y he comido alguna que otra hamburguesa en sitios de este tipo y me han hecho la carne hasta dejarla bien hecha. No es capricho, es seguridad, y creo que deberían de respetarlo. Hay otra cadena que funciona parecido a esta (y que ya reseñé), donde en el punto de la carne tienen hasta la opción de poner «embarazada».

Antes de meternos en el cine a ver X Men nos fuimos a descubrir el Bacoa que ya iba siendo hora.
La verdad que tengo un sentimiento encontrado con este sitio. Me parece que el concepto no está mal, la idea de los ingredientes y la mentalidad de todo natural, eco, etc está genial pero hay algo que no me cuadra del todo. La idea es que de primeras te parecen unas hamburguesas a un precio estupendo y luego con los pluses se te va poniendo por las nubes y es igual que otras hamburgueserías.
Yo me pedí una clásica que eran unos 8 euros y le puse pepinillos y unas patatas riquísimas rollo patatones. Mi acompañante se pidió la Suiza que tenía pintaza y las patatas normales con la mayonesa con trufa que estaba tremenda.
Tienes que apuntar tu pedido nada más llegar en una lista, con el tipo de carne que quieres, el pan, ingredientes, acompañamiento…pagar y luego ya si hay sitio pues te sientas. Nosotros lo hicimos al revés, primero nos sentamos y el camarero nos dijo que por ser una hora con menos gente nos la dejaba pasar pero normalmente no te dejan pillar asiento.
Otra cosa que me es curiosa es que te piden que rellenes mil historias pero en ningún sitio te piden el punto de la carne, cosa crucial para mí. La carne que nos pusieron estaba raquítica y muy hecha para mi gusto cosa que bajó mi puntuación.
Está bien el sitio para la zona de Madrid que es y está llenísimo de guiris.
Ahh y nadie se cree que las plantas que están en la pared sean de verdad jajaja ni de coña! Muy buena la jugada de todo reciclado y eco pero esas plantas no pueden ser de verdad vamos!

No termino de sorprenderme en el mapa hamburguesero
tenia muchas ganas de ir a bacoa y ayer me decidí
iba a pedirme la clasica que a fin de cuentas suele ser la que mas me suele gustar
pero no hice caso a mi intuicion y pedi la especial… y la cagué
ver una burger en una foto para saber lo que vas a comer me hacia tener ilusiones pero.
como en los restaurantes de comida rapida y la foto y la realidad a años luz
la atencion fué muy buena
Pedi la especial que llevaba piparras y un chutney de pimientos de piquillo
la carne no estaba muy picada pero por Dios!
salpimentar la burger… que siempre que pruebo una esta sosisima
luego ponen 2 piparras aunque en la foto anuncian al menos 4… y no picaban
le tuve que añadir salsa brava de la mesa para darle un pnto de sabor porque el chutney… tenia muy poquito sabor tambien
me estare volviendo muy exigente con las burgers??? no se… quiza

El restaurante está muy chulo, y las hamburguesas están bastante buenas! Se lo recomiendo a cualquiera que busque un sitio rápido donde cenar, y que esté por el centro.
Llegamos a este sitio por recomendación de unos amigos, y porque llegamos tarde de la reserva de otro restaurante que nos la habían quitado. Lo bueno de Bacoa es que no se necesita reserva de manera que si llegas y encuentras sitio es todo tuyo para cenar.
Al llegar antes de sentarte te dan una hoja, con el menú de las distintas hamburguesas, en el que tienes que marcar cual es la hamburguesa que quieres. Te dan la posibilidad de elegir cada detalle: pan, tipo de carne, complementos. Todo por un precio muy asequible.
Una vez rellenado, vas a la caja y pides. Y ya una vez que has pedido puedes ir a tu mesa, rollo Burger King o McDonald, pero con camareros jeje.
La hamburguesa en conjunto estaba muy buena. Como detalle malo es que las patatas te las tienes que pedir aparte, lo que incrementa un poco el precio, pero el resto genial.
Sin duda un buen hallazgo de hamburguesería en Madrid.

La enésima nueva hamburguesería de Madrid, esta vez importada de Barcelona. Personal muy majo que apenas da de sí con la afluencia del local, hamburguesas que salen rápidamente de la cocina a la mesa, y la posibilidad de nunca repetir receta a base de combinar sus diferentes posibilidades de panes, carnes (y sustitutivos), salsas, otros ingredientes…
Nosotros pedimos un par de hamburguesas de pollo, una normalita y una con casi todo (queso, aguacate…) Las salsas no vienen en la hamburguesa, sino en recipientes aparte, y no recomendaría pedirlas si no vas a mojar algo en ellas porque, de cualquier otra forma, sobran y terminas tirándolas sin haberlas catado apenas; además hay ketchup y brava en las mesas. En cuanto a las hamburguesas, el pollo muy bien y el pan integral completamente inconsistente, terminamos teniendo más restos de comida en las manos que en el estómago. Aún así, sació nuestro hambre de carne durante un tiempo.
Una nueva posibilidad de este tipo de cocina a añadir al catálogo, ahora más céntrica que nunca.

Cuando entras te sientes un poco como en el Ikea, la verdad. Te dan un papel con una lista larguísima y tienes que dedicarte a poner lo que quieres tachando los circulitos correspondientes. El tipo de hamburguesa, la carne, los extras… todo va en esta lista, que luego entregas al cajero, pagas y te dan uno de esos beamers que mantienes en tu mesa hasta que un camarero te trae el pedido.
Tengo que decir que el local me pareció una pasada, les ha quedado la reforma preciosa y la verdad es que da gusto ir a comer ahí. Es bonito, tiene muchos detalles y no se puede reservar mesa, por lo que suele haber bastante rotación. Tampoco te puedes sentar antes de haber pedido. Si ves que no encuentras mesas, abajo hay más. Si llevas bolso, abrigo y un largo etcétera de complementos (especialmente invernales) todo se puede guardar en las cajitas que hay bajo los asientos. ¡Me gusta la filosofía!
Yo pedí una Bacoa, que la verdad es que me dejó muy buen sabor de boca. Eso sí, es bastante «chorreosa», lleva tal cantidad de salsas que chorrea constantemente, no importa lo que hagas. Si eres de los que prefiere que la carne sepa a carne solo (yo, la verdad, es que las salsas me encantaron) igual esta no va a ser tu hamburguesería predilecta. Pero a mí, la verdad, es que la burger me supo deliciosa.
No me gustó (y de ahí que no se lleve cinco estrellas):
— Que las hamburguesas, con el precio que tienen, vengan sin patatas. ¡Las patatas son justas y necesarias, e incluso parte de la hamburguesa!
— Que no se pudiera elegir el punto de la carne.
— Las televisiones constantes explicándote el tema de los recipientes sostenibles etc. Me gusta mucho la idea, y el hecho de que hayan pensado en todo esto. Me encanta que esté impreso en los vasos, etc… pero el tema de la televisión, repitiendo los mismos mensajes constantemente, se me hizo un poco cansado y distrae mucho. Me interesó más, de hecho, el díptico que había en la mesa.

omg. Go there now! So good, the meat is literally melt in your mouth and the atmosphere is so nice. Everything is so cute and the nice sauces on each table are mouthwatering, wouldn’t say their wine was the best and a can of fanta for 2 euros is a bit much but the burgers are what you have always dreamed of. Very nice staff, they speak english. Also, the toilets are so nice too!

Badass! Super tasty, homemade everything. All recycled materials and organic beef. I can’t recommend enough the brioche bun and also the Black truffle mayo. Fries are also excellent.
In the area there is only trashy tourist traps, this place is an oasis!

Dicen que cuando vas a por setas y hongos, tienes que llevar los ejemplares que encuentres en una cesta de mimbre, de manera que las esporas que vayan soltando puedan caer al suelo y así salgan nuevas setas. Pues bien, queda claro que alguien llevó de paseo y en una cesta de mimbre unas cuantas hamburguesas, y están saliendo hamburgueserías como setas, hasta de debajo de otras hamburgueserías.
Lo bueno de esto es que los amantes de las hamburguesas vivimos una época de gloria y regocijo. Lo malo es que entre las setas siempre hay setas venenosas, insectos, heces de animales… Pero tranquilos, Bacoa es una de las setas buenas, puede que no sea una trufa negra, pero es una honrosa seta de cardo.
Pedí una hamburguesa «La Bacoa», muy buena. Buen sabor, buen aspecto, buenos ingredientes… Puede que no la mejor que he probado, pero desde luego estaba muy buena. Lechuga, cebolla roja, bacon, pepinillo… Nada de florituras extrañas, una burger clásica.
¿Lo malo y por lo que no se lleva 5 estrellas? Por un lado el sistema este de pedir antes de sentarte, que es lo peor y que augura comida fría si a mitad de la cena se te ocurre que necesitas otra Coke. Por no decir que si vas en grupo, lo de no saber si vas a tener sitio para sentarte te hace estar un poco nervioso. Por otro lado: ¿Cuatro euros por una segunda pieza de carne? ¿Cuatro? Una barbaridad. Para que os hagáis a la idea, la burger, unas patatas y una coke me salieron por diecisiete euros. Un 25% de la factura se fue en la dichosa carne extra. Demasiado.
Así pues, visitad Bacoa si sois amantes de las hamburguesas pero no pidáis la vuestra con dos piezas de carne.

Tenía muchas ganas de ir a Bacoa la verdad.
El local no puede estar mejor localizado la verdad. Por dentro es bastante bonito y acogedor; y sus camareros son muy amables. Nos explicaron todo muy rápidamente y el pedido fue muy rápido también.
Tienes para elegir tanto la carne, el pan, extras y tipos de patatas.
En general les pondría un ocho y medio. Lo único que no me termina de convencer es que es más parecido a un restaurante de fast food (por la forma en la que te atienden, las mesad y que no puedes reservar) y también que el Ketpchup es receta de ellos (y yo soy una loca del Ketpchup y la verdad que prefiero el de siempre jejeje).
Es preferible ir a la hora de comer ya que sino estará hasta los topes.
El precio medio es de unos 12 €
Repetiremos sin duda.

Y dale con la hamburguesa…
Otro de los locales que llegan a Madrid tras haber triunfado en otras partes de España (en este caso, en Barcelona) y que viene a lo grande, a un local ni más ni menos que en la Carrera de San Jerónimo, pegadito a la Plaza de Canalejas y a escasos metros del Steak n Shake, toda una apuesta teniendo en cuenta lo salvaje de los alquileres de la zona.
Tenía pendiente visitarlo y cuando por casualidad me encontré pasando por delante de su puerta decidí aprovechar la oportunidad para catarlo, que fuesen las 13:30 y haber desayunado a las 11:30 no eran excusa, eso sí, debe ser la primera hamburguesa que me he tomado en mi vida antes de las 2 de la tarde, en fin, el clásico aquí te pillo aquí te mato que tanto nos gusta en este país…
Por partes, as usual:
1) El local: bonito, muy bien colocado en una de las calles con más tránsito peatonal de Madrid y agradablemente decorado, paredes de ladrillo (con un piso inferior abovedado, típico de la zona) y mesas de madera. En el local hay mucha –pero que mucha– información esparcida por todas partes sobre el origen ecológico de sus productos. Insultántemente ecológicos, que diría alguno, pero personalmente encantado de que lo sean.
2) El «conceto»: es este uno de esos locales en los que no hay servicio en mesa. En las mesas hay unas cartas de cartulina en las que con lápiz –al más puro estilo IKEA, pero afortunadamente mucho más sencillo– rellenas lo que quieres tomar, lo entregas en la barra (en la que te cobran y te preguntan por bebidas y posibles acompañamientos/​extras), y te dan un aparatito geolocalizado (el clásico disco) con el que te vas a la mesa que elijas (no reservan, por cierto) y a los pocos minutos un camarero te trae las cosas directamente a la mesa. Sí hay, todo sea dicho, camareros paseando por el local que te preguntan qué tal todo por lo que no terminas de estar desatendido, pero pedir, lo que es pedir, en la barra.
3) El menú: Bastantes combinaciones para elegir la hamburguesa, esto es, 2 tipos de pan (blanco o integral ligero), 2 tipos de carne de ternera (del norte o ecológica de pirineos), 7 burgers de ternera, 2 burgers de pollo, 1 vegetariana y 1 de cordero y lechal, a lo que hay que añadir 1 Burger de temporada. A esto se añade una única ensalada campesina (a la que puedes añadir bacon o pollo –pagándolo, claro está-​) y 5 acompañamientos que son una ensalada mezclum y cuatro tipos de patatas (francesas, alioli –al vapor-​, rústicas gruesas y bravas). En general todo OK por aquí, bastante sencilla, intuitiva, y al grano, se agradece.
4) La comida, que a esto hemos venido:
(i) Acompañamiento: Me decanto por las patatas rústicas, que haciendo honor a su nombre vienen cortadas en forma de gajos bastante gruesos y con un aspecto muy apetecible, muy amarillentas, con los bordes ligeramente tostados, y con algo de sal en escamas esparcida por encima. Se muestran aterciopeladas y redondas en paladar con un retrogusto mediano positivo… esto… Crujientes y quizá un poco sosillas, pero vamos, que bastante buenas.
(ii) Burger (al fin): En una nueva muestra de audacia me pido… la clásica. Pan blanco, tomate, lechuga, cebolla y mayonesa casera.
— El pan es bueno y tiene lo que juraría son semillas de amapola, no es nada del otro mundo pero, eso sí, viene perfectamente tostado, olé ahí. La única pega que le pongo es que, al menos en mi hamburguesa, había demasiado pan para la cantidad de carne, esto es, el «bun to meat ratio», que le llaman los freaks, no estaba muy logrado.
— La carne muy rosita, suave y bastante buena, pero personalmente me pareció estar demasiado compacta y me llamó la atención que tenía un ligero sabor a quemado en aquellas partes que habían estado en contacto con la parrilla (la carne viene marcada con el típico dibujo de parrilla).
— Por lo demás el tomate con el grosor indicado y la cantidad de lechuga correcta, y si bien no tengo nada en contra de la mayonesa, el sabor a mayonesa era un poco demasiado para mi gusto.
5) Relación calidad/​precio: Correcta pero no tan barato como a bote pronto podría parecer. La hamburguesa clásica que me pedí cuesta sólo 5,90 €, pero viene «pelada» sin queso (ni pepinillo, esto lo digo en voz baja que los locos del pepinillo somos una minoría). Si a esto le añades que las patatas hay que pedirlas aparte y que cuestan, en el caso de las rústicas, 3,10 eurazos (¡toma sablazo!), pues resulta que si quieres comerte una hamburguesa «normal» con patatas al final estarás pagando lo mismo que en otros sitios menos «fast food» y más «restaurante» como serían NY Burger, el Mad Café, o el propio Goiko. Lo de poner una docena de gajos de patatas a 3,10 €, pues eso, «mi no entender».
6) Conclusión: En general bastante bien pero nada del otro jueves, se agradece la calidad de los productos pero no me parece nada excepcional. Repetiré si me pilla a mano (y me gustó más que su vecino Steak n Shake), pero no me pareció como para justificar un desplazamiento.

I can’t recommend this place enough. Walking past their restaurant I caught a glimpse of their beautiful «eco-​friendly» inspired décor and decided to step in. I was not disappointed.
I had the Bacoa burger with wholewheat bread and organic beef and it was the BOMB. Shame that I had to pay extra for the bread and meat selection — it’s strange for a company that endorses eco-​friendly behaviour to discourage you from picking healthier choices by charging you extra. Anyways, it was money well spent.
I will definitely come back for more!

Bueno, a ver, si fuera por la comida, y también la atención, le pondría cinco estrellas merecidísimas, pero el sistema que tienen montado no me convenció para nada, por eso es por lo que le quito una estrella.
Estuvimos cenando anoche, para celebrar el cumpleaños de una amiga, y éramos un grupo más bien numeroso, unas 16 personas, por lo que la primera intención fue hacer reserva. Aquí la primera pega. ¡Meeeeec! Error. No se admiten reservas. ¡Vaya! Bueno, pues habrá que ir prontito para ir cogiendo sitio antes de que se llene hasta los topes. Aquí la segunda pega. No te puedes sentar hasta que el grupo esté completo. No se puede guardar sitio ni diez minutos. Así que, tratándose del centro de Madrid, con lluvia, y con tanta gente convocada, tocó esperar bastante rato en la puerta hasta que viniera, al menos, la mayor parte del grupo para ir sentándonos en una mesa, mientras veíamos cómo se iba llenando más y más el local y nuestras esperanzas de cenar allí se iban desvaneciendo (afortunadamente no fue así).
Pero luego hay otra cosa graciosa. No puedes sentarte hasta que has pedido. Tienen unas tarjetitas tipo «Cien montaditos» y muchos lápices tipo «Ikea» para que, con un papelito por cabeza, marques tu pedido. Allí pones qué tipo de pan quieres, qué tipo de carne, qué hamburguesa o ensalada y qué extras y complementos le añades. Con ese papelito haces cola en la barra para pedir y pagar. Estilo McDonalds, pides en la barra y pagas allí. La diferencia es que el pedido sí que te lo llevan a la mesa. Y, para ello, te dan un cacharro con un número y un localizador (whaaaat???). Pues si, un localizador para saber en qué mesa te has puesto. Muy moderno. Y digo que esto es gracioso porque, cuando hay tanta gente y eres un grupo grande, no sabes si vas a poder sentarte con tus acompañantes ¡hasta después de pedir y pagar! Igual pides, pagas, y te pones a buscar una mesa lo suficientemente grande para todos y ya no hay.
Bueno, esto me pareció un poco estresante, pero la verdad es que los chicos que atienden son bastante simpáticos y amables pese al nivel de trabajo que tienen. Te reciben en la puerta y te explican todo el sistema con una sonrisa.
En cuanto a la comida, ahí sí, buenísima, yo pedí la hamburguesa de temporada, con la opción de «filete» vegetariano, el cual está hecho con garbanzos, espinaca baby y pimiento rojo. La hamburguesa de temporada va cambiando, tienes que consultar cuál es en cada momento. Ayer llevaba pan de boletus, champiñones, una especie de pastel de boniato frito, rúcula y mayonesa con trufa. Además, le añadí queso manchego, y pedí de acompañamiento patatas rústicas bravas. Las hamburguesas vienen sin patatas, hay que pedirlas aparte y hay varias opciones. Estaba buenísimo todo, tanto la hamburguesa como las patatas, muy caseras.
Los asientos no me parecieron muy cómodos ya que son bancos sin respaldo. Estábamos bastante apiñados al ser tanta gente y no me di cuenta hasta que ya casi nos íbamos de que debajo de los asientos hay unos cajones de plástico para guardar las cosas. Habríamos estado más cómodos si nos hubiésemos dado cuenta antes. Nota apuntada para la próxima.
De precio también bastante bien, a no ser que te pases con los extras, ya que ahí sí se sube un poco.
Estaría encantada de volver, pero quizás entre semana, que estará un poco más tranquilo

Bacoa por fin en Madrid!
Sin duda una de las mejores que he tomado nunca, algo que me encanta de este local es que en todo momento sabes lo que estas comiendo (tienen mucha información sobre sus productos mimetizada con su decoración, además tienen unas pantallas con reportajes sobre de donde vienen sus productos y como los elaboran, 100% bacoa)
Me encanta la Hamburguesa Manchega y las patatas rústicas con la salsa brava Bacoa

Viendo el fervor que ha despertado en los últimos meses en Unilocal,no he podido resistirme a pasar por allí. Y lo cierto es que he repetido varias veces!
Para empezar el local es muy hipster, sientes como empieza a crecerte barba y tus gafas se vuelven de pasta nada más entrar. Para pedir se rellena una carta, que tienes que entregar en caja (algo que creo es un poco inútil, y un gasto de papel).
Si algo tiene de malo es que insisten mucho con que no te sientes antes de pedir, aunque desconozco el motivo.
Tienen una gran variedad de hamburguesas, a las que les puedes añadir prácticamente todo lo que quieras, por un módico precio, eso sí… Aunque deberían meter los ingredientes extra dentro de la hamburguesa, y no ponerlos fuera… que para algo se piden!
Como idea, me parece muy util que te den un cartón (similar al del kebab) para comerte la hamburguesa. Realmente evita que te vayas manchado hasta los calcetines!
Para vegetarianos tienen hamburguesa especial a base de espinacas y garbanzos, que está bastante buena, aunque un poco seca para mi gusto.
Respecto a la hamburguesa de carne, buenísima! Además tienen un buen tamaño. La parte mala es que no vienen con patatas… :(
La hamburguesa me parece que tiene un precio bastante asequible, e incluso bajo, para su tamaño y calidad, aunque el precio se dispara en cuanto pides bebida/​patatas/​extras. Extras, que intentan colarte en todo momento mientras pides, y hay que saber decir que no cuando ya has pedido 3.
Otro detalle que me encanta es que haya botes de ketchup, salsa brava, aliño y sal en todas las mesas!
Como conclusión, me parece un sitio ideal para comer/​cenar, bastante abundante y de buena calidad. La situación céntrica hace que siempre haya gente, en un local bastante acogedor.

Yo también conocía el Bacoa por su local en Barcelona, y nos sorprendimos al descubrir que habían abierto en Madrid, así que fuimos directos a probar de nuevo sus increíbles hamburguesas, y debemos decir que encontramos todo lo bueno.
La comida es muy buena, carnes de calidad, muy personalizable, las salsas son una de las claves, y la decoración también es divertida.
Los puntos malos son:
* El precio es algo más elevado de lo habitual (aunque creo que merece por la calidad)
* Las patatas rústicas si que nos decepcionaron porque fueron bastante peor que las ya conocidas (cortadas muy gordas y no tan crujientes)
* !Que cuando se corra más la voz va a ser intransitable!

Me ha sorprendido bastante y me ha conquisado.
BACOA es un sitio para cenar rapido, para no entretenerte, para pasar por delante de la puerta, decidirte a entrar y disfrutar de una de sus maravillosas hamburguesas sin esperar mucho.
Nada más entrar te tienes que hacer con lapiz y tarjeta para marcar lo que vas a pedir. Los camareros estan muy atentos de la gente que entra y te preguntan si es tu primera vez para explicarte el proceso. Tambien insisten en que no te sientes antes de pedir, porque aqui, buscarte mesa es responsabilidad tuya.
Y vamos a lo que realmente importa, las hamburguesas. Me parecieron deliciosas! Tienen bastante variedad de ellas y ademas te permiten personalizarlas. Puedes elegir el tipo de pan (o sin pan), entre 2 tipos de terneras y puedes añadirle extras. Yo escogí la burguer bacoa con ternera ecologica y me pareció sensacional, con una carne perfecta y en su punto.
Ninguna hamburguesa llega a los 10 € y son de 200 gramos, asi que no estan mal de precio y más teniendo en cuenta la cercania a Sol. Eso si, las patatas van a parte. El precio final son menos de 15 € por comensal.
Sin lugar a dudas, repetiré.

En pleno centro de Madrid, acaba de abrir una sucursal de esta cadena de hamburguesas «gourmet» de origen catalán. Local decorado en plan moderno y ecológico, madera y ladrillo visto y muchos elementos reciclados. Mucho ruido y mucha gente, el peaje que se paga por estar al lado del kilómetro cero.
La oferta culinaria se compone de algún entrante o ensalada y varios tipos de hamburguesas, de las que se puede elegir el pan, el tipo de carne y el acompañamiento.
Nada más entrar te dan un papel y un lápiz para que apuntes lo que quieres, tipo 100 montaditos, a continuación pides en la barra y te dan un buscador para localizar tu mesa y llevarte la comida.
Pedimos tres hamburguesas: una con salsa teriyaqui, otra con queso manchego y la última con cabrales. Pidas la que pidas, todas llevan una base de lechuga, tomate, cebolla y un toque de mayonesa. Para beber agua mineral y cerveza, tras informarnos que tenían vino pero no hay copas y había que tomarlo en vaso de plástico. Lógicamente no accedimos a tal sacrilegio.
Llegados a este punto me esperaba una comida más industrial. Pues… error, las hamburguesas estaban deliciosas, jugosas, de tamaño más bien grande (200g.), carne de calidad y servidas al punto solicitado. De las mejores probadas últimamente. En cuanto al acompañamiento, patatas fritas caseras, y unas patatas cocidas con ali-​oli francamente buenas.
De precio, bien, hamburguesas entre 7 y 9 euros, y las patatas, que se pagan aparte, en torno a los 3 euros dependiendo del tipo. Eso sí no pidáis ni postre ni café porque sencillamente no tienen.
Pues nos ha gustado, muy buena opción si tienes que comer rápido y te pilla por la zona. Seguro que volveremos.

Barato para estar en pleno centro; creo que ese es el gran secreto de su éxito. Me debatía entre las 3 o las 4 estrellas pero es que creo que si estuviera en otro sitio menos céntrico no me habría conquistado tanto, así que tiro a la baja con la esperanza de poder corregirlo pronto.
Con la moda de las hamburguesas gourmet proliferan este tipo de sitios (¿qué pondrán en su lugar cuando se acabe la obsesión?) de hamburguesotas con diferentes «toppings» y blablablibli. Sitios de este tipo hay miles, así que creo que más que la calidad de las hamburguesas (standard: son grandes para el precio, hay una variedad aceptable… Pero no son la monda, tampoco) os voy a hablar de los pequeños detalles que puedan diferenciar al Bacoa de cualquier otro local SUPERORIGINAL (no) de este tipo.
–El sistema: no acaba de conquistarme. Hay varias barras y mesas de dos comensales (arriba) y otra barra chiquitina y mesas más grandes para grupos (abajo). El juego es que tú llegas, coges un papel de estos rollo 100Montaditos o demás donde marcas lo que quieres (excepto la bebida, que se dice en la barra cuando pides) y se la das al camarero. El camarero insistió mucho en que primero pidiésemos y todo el rollo pero viendo dónde está el sitio casi mejor que pida uno lo de todos porque entre que fuimos y nos decidimos nos quitaron la mesa y nos tuvimos que poner a buitrear. Bueno total, que te dan una placa de estas como las del Vips smart y con eso el camarero te localiza y te lleva la comida a la mesa. Pues bueno…
–Ambientillo así raruno, cestas debajo de las sillas para poner el abrigo (¡que no se os olvide!) y mesas así grandes muy rollo ecológico todo. Valep, aceptable.
–Variedad: aceptable. Algunas hamburguesas me parecieron un poco repetitivas. Lo malo es que aunque la hamburguesa digamos «base» es barata (eso sí, para ser Sol, es MUY BARATA) en cuanto cambias algo (el pan, la carne, le añades algún ingrediente) hay que pagar un extra. Me parece un poco pufo.
Volveré, si es que es posible encontrar sitio, y espero poder subirle pronto las 3 estrellas.

Fui con una amiga que me había hablado de este sitio y la verdad que ya desde su entrada te invita a pensar que puede ser un plan diferente y original.
Las mesas son muy graciosas con las sillas de madera y debajo el cestillo de la fruta convertido en un cajón para que guardes tu bolso, ideal! La historia del lugar viene pintada en una pizarra, que resultó ser un australiano que se enamoró y se vino a España por amor, aiii!
Me mola el rollo interactivo, tienen una tele donde te explican como han hecho las sillas, como se hace la salsa brava (que esta buena pero no debe llamarse brava ya que es una salsa cojonuda pero no brava) y un sinfín de mas cosas.
Tienes que rellenar en una lista como quieres burguer si ecológica (más cara) o del norte, luego el tipo de pan, y el relleno. Pedimos la japonesa y manchega, las dos muy ricas pero a la japo le faltaba salsa que ya que se lo comenté a la camarera que estaba súper atenta, al igual que el resto del servicio, se respiraba buen rollo y juventud. Todo de diez, las patatas estaban ultramegaricas, tengo que volver a ir para ver seguir probando la carta que tiene pintaza.
Salimos por menos de 15 € con cerveza ámbar ouuyeah (2’50 €), genial!

Después de descubrirlo gracias a vosotros Unilocaler@s, debo decir que tanto yo como mis acompañantes hemos salido encantados.
Empecemos:
Local: Dos plantas, la superior con dos espacios bien diferenciados (mesas de 2 – 4 comensales) y luego barra para pedir y un espacio algo más informal con banquetas más altas. Abajo la mitad del espacio para mesas, el resto son aseos y espacios de almacenamiento y gestión, supongo. La decoración es muy agradable, todo bajo la filosofía de lo ecológico y la reutilización, desde los vasos y cubiertos de maíz (sí, maíz del que comen las gallinas, no has leído mal) hasta las banquetas con cesta de tomates reutilizada debajo para poner ahí tus pertenencias. Los aseos MUY limpios, por cierto (y bonicos).
Servicio: cuando llegas te sorprende que se pide en barra con unas hojas de cartón (reciclado) en las que haces tu pedido con opciones tales como: carne de vaca del Norte (más fuerte) o ecológica, o pan blanco, integral o sin pan entre otros. Te dan un «cacharro» con un número que te tienes que llevar a donde te sientas, pero no es de los que brilla cuando tu plato está listo para que lo recojas, sino que ellos vienen a traértelo directamente. De vez en cuando un camarero se pasa para ver qué tal todo, lo cual sorprende porque en principio en estos locales en los que pides tú mismo en la barra, las mesas suelen quedar a su suerte.
Comida: ¡Por fin! Pues muy sorprendente por la gran calidad de los ingredientes. Todo fresco y cocinado con mimo. Las Hamburguesas inmensas, eternas, geniales y llenas de matices. Probé la asturiana y la suiza (mitad y mitad con una amiga) y por poco reviento, hubiera deseado ser un hamster para guardar las patatas en unos gigantes carrillos. Realmente hay diferencia entre los distintos tipos de carne, ¡ah! y hay hamburguesa vegetariana, un detalle genial, desde luego.
Precio: muy buenos, 10 € una hamburguesaza y un entrante a compartir.
¿Volveré? Ayunaré varios días antes para arrasar!!!

Ya lo conocía de Barcelona y por fin ha llegado a Madrid. De las mejores carnes de la ciudad. El local esta muy bien con 2 plantas y una decoracion tipo ecologica que mola mucho.
Las carbes de de las hamburguesas son ecologicas y tanto la carne como las patatas son enormes. Mil tipo de salsa a elegir y de guarniciones.
¡Acaban de abrir y empiezan fuerte!

De momento cinco estrellazas por lo sorprendente. Está muy rico, me sorprendió. Me recordaba por el aspecto a otra conocida franquicia, así que reconozco que me esperaba cantidades pequeñas y calidad normal sin tirar muchos cohetes, pero me cerraron la boca rápido en cuanto abrí el papel que envolvíà la hamburguesa. Me pareció enorme y la relación calidad-​precio es absolutamente excelente.
No dudaré en recomendarlo a otros como hicieron conmigo.

Hamburguesas elaboradas de manera ecológica. Puedes personalizar tu menu con distintos tipos de carne, salsas y tipo de patatas. Buena cantidad y el sitio es muy comodo para comer, con buena ambientacion y diseño. Muy recomendado!