Ateneo

Un lugar al volveré una y otra vez. El servicio es de primera y la carta tiene lo mínimo para mezclar platos tradicionales con lo más nuevo.
No hay que olvidar a su barman, que te recomendará lo mejor para abrir boca o lo que mejor viene para degustar la comida.

A mí me flipa el Ateneo (el edificio). No lo puedo negar y esconder, porque todo tiene un cierto aire intelectual, pero también conspirador. No cuesta imaginarse a los intelectuales de antaño hablando sobre política, pero también pensando en derrocar gobiernos mientras fumaban en sus pipas y sus periódicos descansaban sobre sus rodillas.
Ahora hay (por fin) un plan para recuperar el espacio del Ateneo, e imagino que al calor de este plan, a alguien se le ha ocurrido actualizar un poco la cafetería /​restaurante del lugar. Y qué manera de actualizarla, que les ha quedado absolutamente espectacular. Bien es cierto que quizá los muebles canten un poco por provenir casi todos de una tienda de muebles vintage en serie (vamos, que no son muebles vintage en realidad) pero para el caso, la verdad es que el espacio ha quedado impresionante. Bonito, luminoso, decorado con gusto y muy bien reformado. Es un placer entrar al restaurante y ver cómo ha quedado de bien.
Todavía no he tenido la oportunidad de comer allí (aunque todo se andará) pero sí he de decir que mi experiencia en el bar ha sido bastante buena. Estuvimos allí un grupo antes y después de acudir a un concierto que se daba en la biblioteca (un espacio, por cierto, exclusivamente reservado a los socios del Ateneo pero que es simplemente espectacular de bonito) y la verdad es que nuestra experiencia fue muy buena. Si bien me dio un poco de pena que lo que nos pusieron de picotear fuesen patatas fritas y aceitunas siempre, el camarero se encargó de que nunca faltasen en la barra, y de que no nos faltase de nada. No tuvo inconveniente ninguno en dividirnos la cuenta por consumiciones (éramos un grupo, digamos, bastante heterogéneo) y la verdad es que estuvimos allí muy pero que muy a gusto.
Tengo que volver y probar la comida, a ver qué tal, porque el sitio tiene pintaza…

Cena en ATENEO, que es un restaurante de nueva apertura ubicado en el interior del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, de la calle Prado. Se puede entrar, bien por el propio Ateneo, o por la calle Santa Catalina, donde se encontraba la antigua Alpargatería. El local es mono, muy bien decorado, en el estilo de La Mucca, que está justo enfrente. 3 Personas, pretendíamos cenar en plan informal, nada más sentarnos nos ponen una selección de panes y, de parte de la casa, un aperitivo de carne macerada en soja con una crema de queso para hacer boca muy bueno. Aunque en principio pretendíamos pedir varias raciones a compartir, al ver la carta, nos decidimos por una tempura de verduras de entrada y de segundo tres hamburguesas de buey. La tempura de verduras bien de sabor y de cantidad, servida al estilo oriental, con salsa de soja y sésamo. Las hamburguesas bien sin más. Servidas con unos boletus en salsa, patatas caseras y queso provolone. La carne picada a máquina, muy tierna, pero eché en falta un poco más de sabor, para mí que eran de ternera y no de buey (o lo que te suelen poner por buey por ahí, vaca vieja vaya…). El pan de la hamburguesa, tipo bimbo, se deshacía haciendo bastante incomodo comerla. Una sugerencia, podrían poner otro tipo de pan más consistente, tipo mollete por ejemplo y la hamburguesa mejoraría varios enteros. De postre una «fabrica de chocolate», chocolate en tres texturas, blanco líquido, negro en brownie y en mousse por encima, a pesar del nombre y la descripción nos pareció excesivamente industrial y un tanto insípido. Manteles y servilletas de papel (ahorro de costes, pero queda un poco cutre en un restaurante tan mono). Servicio muy atento, con el maître, pasando frecuentemente por las mesas preguntando cómo iba todo. Carta de vinos correcta, aunque con los precios un pelín inflados. Pedimos un Glorioso crianza, por ser el único que nos pareció con una calidad-​precio adecuada (13 €) servido bien de temperatura y en copas adecuadas. Pagamos 73 euros por todo, a unos 25 por barba .Pues qué queréis que os diga… en el estilo de La Mucca, pero mejor atendidos y con mejor calidad del condumio. No es para tirar cohetes, pero si te pilla por la zona, es una opción bastante apañada.