La arrocería está situada, prácticamente, frente a la estación de Atocha. Un sitio que no tiene pérdida y es ideal para comidas de trabajo(como fue mi caso), te bajas del AVE y, directamente, tienes el sitio para comer sin tener que cruzarte Madrid de extremo a extremo(me ahorró tener que plantarme en Azca). El núcleo de la carta son los arroces que, evidentemente, hay de todo tipo. También hay entrantes para hacer algo más corta la espera(el arroz tarda 20 minutos en prepararse), en nuestro caso optamos por pulpo a la gallega(que estaba muy muy bueno). En los arroces optamos por 2 arroces para 2 personas cada uno, con la idea de compartir entre los 4 que estábamos. El arroz negro(con su alioli y sus calamares) estaba espectacular; en su punto y bastante bien servido. Luego optamos por un «arroz a banda», es decir, una paella de marisco en la que el marisco se sirve en un plato por separado(navajas, cigalas, gambas y jibia) y que, en el caso de no terminarse, te lo sirven en una tarrina para llevar(y cenarte una pequeña mariscada). No es un sitio especialmente barato pero vale la pena.