Savittar Yoga

En medio de una temporada de mucho stress, el año pasado descubrí este centro de yoga, básicamente al lado de mi oficina, lo que era absolutamente perfecto. ¿Lo mejor? Las horas de yoga al almuerzo, ideal para hacer un break en un día pesado y cargar energías para seguir la tarde.
El lugar es una especie de oasis en medio del caos del centro cívico: muy bonito, súper ordenado, con gente muy amable en el mostrador, básicamente un agrado.
Con respecto a las clases, probé varios estilos y definitivamente me quedo con Iyengar. Ashtanga era demasiado individual, por lo que a veces sentía que me faltaba guía para las posturas (tengo mal la espalda, por lo que es importante) mientras que con Hatha, si bien la clase era agradable, no era lo que yo estaba buscando.
Las clases de Iyengar si bien no son sencillas, tampoco son imposibles, los profesores son muy preocupados en que uno haga correctamente las posturas y no se lesione tratando de jugar a la mujer de goma, al mismo tiempo que te ayudan para lograr el máximo beneficio con cada asana. Súper recomendable.