Sabores del Quijote

Excelente bar centrico de córdoba ubicado en la zona de las librerias mas famosas, uno de los mas tradicionales pero eso no quita su variedad en sabores y sobre todo su calidad en los productos.

Sabores Del Quijote, Tal vez no es de lo mejor de córdoba, tampoco es para tirarlo abajo, pero bueno, las cosas como son diría sprite… Desde el vamos, algo que no tolero es la mala atención del personal, prefiero levantarme e irme antes que terminar peleando por pequeñeces y así arruinar todo mi día. La atención no es de lo mejor, es el típico lugar en el cual ves todas las manitos levantadas porque los mozos no se acercan a preguntarte si necesitas algo a menos que levantes la mano, gran error… Eso como primer punto, para seguir, otra cosa que me molesta es el tema limpieza, al menos en este tipo de lugares, otra cosa es por ejemplo… Mi depto., pero bueno, si voy a pagar por un servicio completo, que sea algo bueno, limpio y agradable… por ahora no cumple con ninguna excepto la comida, es bastante aceptable, aunque con todos los puntos en contra que tiene no sé qué tanto se puede disfrutar de un buen plato en un lugar donde, tenes que dislocar tu hombro para llamar al mozo y donde no ves una buena limpieza. La verdad, un lugar que deja mucho que desear.

Solía ir a este lugar porque me quedaba muy cerca de casa y la comida es muy rica, pero solo eran por esas dos razones. Es un lugar que deja mucho que desear.
Suele estar muy lleno por lo que te obliga a ir afuera y por ahí no hay muy buenas condiciones climáticas por lo que a veces decidís irte (es eso o te sentás afuera donde las mesas y sillas son un asquito de sucias). Y si lográs conseguir lugar en el salón de adentro, te ubicás y tenés mucha espera seguro.
La atención no es buena. Los mozos como que te ignoran, van y viene a tu lado y ni te miran. Una vez que decidís hacerles señas, te traen la carta y luego nuevamente a esperar a que te tomen el pedido. La carta es bastante amplia y la comida en sí es rica, sobretodo los tostaditos con algún licuado o las pastas que son mis preferidas pero en general es un lugar al que no se si volvería. Menos invitar a mis amigos ahí.
De higiene viene medio floja, tanto en el salón como en los baños, pero nada tipo cementerio de animales, sino más bien de pelusas y servilletas tiradas.
A nivel precios es caro, sobretodo por todo el servicio que acompaña tu pedido. No lo recomiendo.

Si hablamos de bares tradicionales de Córdoba, entonces no podemos dejar de lado a Sabores del Quijote: el clásico de todos los clásicos. Es cierto que en su larga trayectoria ha cambiado algunas veces de dueño e introdujo algunas pequeñas modificaciones, pero en sí, permanece igual con el paso de los años.
Con mesas sobre el Paseo Santa Catalina, el interior con su estilo y decoración ochentoso te transporta en el tiempo. Cómplices de este truco temporal son los mozos del lugar que atienden a la clientela con todas las mañas y la soltura de quienes se dedican al oficio toda la vida.
Al estar cerca de la zona de librerías, lo ideal es comprar un par de libros y sentarte en Sabores del Quijote para al menos hojearlos cuando la ansiedad te gana. Mientras, te tomás un cafecito tranquilo, un licuado o una cerveza.
Hace un tiempo incorporaron en la punta del salón una heladería: más que recomendables sus helados cremosos. (Cabe aclarar que la heladería es una franquicia).
La clientela es variada: hombres mayores que charlan reunidos en distintas mesas a lo Fontanarrosa, señoras que descansan con las bolsas de las compras, jóvenes con libros y ganas de tomar una cerveza, empresarios y entre todos ellos suelen correr algunos niños.

El Quijote es uno de mis restaurantes preferidos del centro de la ciudad. Su práctica ubicación lo convierte en el punto de reunión perfecto para encontrarse entre trámites. Allí se puede desayunar, almorzar o simplemente tomar un café o un jugo a cualquier hora del día.
Muchas veces me cité allí con distintas personas, y en todos los casos la atención fue muy buena. A pesar de su concurrencia, de moderada a elevada, siempre es posible encontrar un lugar para sentarse.
En lo que respecta al menú, no es tal vez el más completo pero sí resulta adecuado. Los platos de almuerzo son sabrosos y los precios razonables. Además es posible pedir jugos, licuados, tostados y otras variantes de cafetería.
Quienes vayan solos pueden entretenerse con algunos de los televisores del interior del local. Si en cambio se sientan afuera, pueden disfrutar de la vista de la peatonal y del rumor de una linda fuente cercana, a pocos metros de allí. El sector está rodeado de librerías, lo cual aporta cierto romanticismo a la atmósfera.
En lo que respecta a la decoración, es tan agradable como sobria. Los grandes ventanales que hacen de pared aportan gran luminosidad al salón, lo cual acompaña muy bien las comidas. En resumen, se trata de un lugar copado para reunirse a cualquier hora del día. Además tiene Wi-​Fi.

El Quijote es un bar tradicional ubicado en pleno centro de Córdoba. Es un clásico de la zona. Está abierto desde la mañana temprano hasta la noche no tan tarde. Es gigante y afuera tiene mesas con sombrillas o toldo. Después de andar por el centro es lindo instalarse ahí adentro a usar wi-​fi y el aire, sobre todo en estos días de tanto calor. A la noche invita más sentarse afuera a tomar una cerveza y comer una rica pizza.
Siempre hay lugar de sobra. La comida es rica. Los lomos son grandes como para compartir entre dos personas. Lo que más me gusta es la tabla de fiambres, que es para dos personas pero siempre pedimos entre tres y sobra bastante. Lo que no me copa mucho es que trae un par de patitas de pollo que siempre están incomibles.
Para desayunar o merendar dos cosas a tener en cuenta: si querés el café de una forma especial decilo 50 veces porque nunca le aciertan. Por ejemplo si querés lágrima siempre terminás pidiendo leche extra y haciendo un enchastre. Y las medialunas suelen estar feas, como secas.
También tienen adentro del local una heladería pero nunca probé nada de ahí.
La atención es muy buena. Se nota que tienen sus clientes regulares, propio de un lugar que invita a volver.

Es un café restaurante ubicado en la esquina de Deán Funes y Vélez Sársfield, justo enfrente de una pintoresca fuente que ha sido reducida recientemente. El Quijote abre el Paseo Santa Catalina, en el que están ubicadas algunas de las librerías más completas del centro de la ciudad.
Es un café pintoresco y elegante, decorado con reproducciones ampliadas de las ilustraciones que hizo el grabador Gustave Doré para la edición francesa de la famosa novela de Cervantes. Casi todo es blanco, negro y gris. Tiene ventanales amplios que dominan tanto el Paseo Santa Catalina como la Avenida Vélez Sársfield (una de las calles principales de la ciudad).
Hay mesas con sillas, sillones con mesa de café y mesas de cafetería también. Tiene aire acondicionado y también tiene mesas al aire libre para fumadores. Los precios no son económicos pero tampoco prohibitivos. Si uno necesita encontrarse con algún contacto para una reunión de negocios, El Quijote es una buena opción. También tiene una atmósfera de bar de tertulias: aunque de paso, no es raro encontrar conocidos escritores locales tomando un café con algún colega o con un editor amigo. Sirven excelentes sándwiches vegetarianos y los menúes ejecutivos son más que aceptables.