El Ruedo

Excelente lugar, siempre te tratan muy bien los mozos. La atención al público es lo mejor y el chopp es el más rico que probé en Córdoba.

Para licuado de frutas y un rico tostado, recomiendo este lugar.
Probablemente si vas vas a notar que es el bar de encuentro de la gente mayor que anda dando vueltas por el centro, trabaja por ahí, o que aún vive en la zona.
Tiene una buena ubicación, en una zona donde no hay muchos bares, ya que es el inicio de la peatonal y es más fácil encontrar negocios comerciales que bares.
Aunque esta en calle 27 de Abril (muy transitada por colectivos y por caminantes) se puede pasar un rato agradable, en especial a la tarde noche.
Tiene una parte interna, y unas mesitas afuera con sombrillas y con mucho verde, así que como opción para una tarde de primavera o verano es una buena opción. el Dar a una plaza creo que le suma, aunque no sea de las plazas con más verde de la ciudad.
Me gustó el detalle de un mozo del bar con unos perros de la calle (la peatonal esta llena de pp) de darle comida y un poquito de agua para tomar.
En frente-​diagonal, suelen haber ex combatientes de Malvinas (o personas que apoyen sus pedidos) contando su experiencia y buscando recaudar firmas para apoyar determinados proyecto o necesidades que ellos quieren plantear al gobierno de turno.

En mi gusto por bares que otros consideran «de viejos», amo este lugar. Está sobre una de las partes más lindas de la peatonal, tiene muchos árboles, sombrillas y luces de navidad. Al frente, empedrado y puesto de flores. Más allá, la catedral. Es un lugar hermoso en una parte icónica de la ciudad. Es por eso que también se llena de extranjeros para endulzar la vista de las señoritas que vamos a mirar.
Lo que más me gusta consumir acá son los licuados y tortas. El lemon pie es rico como que uno de los extranjeros te invite a pasear por el mundo.
Lo que me pareció un clavo, fue pedir queso y papitas de copetín. Todo con gusto a viejo, incomible.
La atención deja un poco que desear. Es de esos lugares en los que si vas con tus viejos te atienden bien y si vas solo, vos querida persona joven, crees que no vas a gastar entonces casi ni te miran. Si, existen lugares así, no estoy loca.
Es medio caro y si te ponés bajo un árbol probablemente te caiga caca de paloma, pero en general es un lugar hermoso. Tip: sentate lo más lejos posible de la 27 de abril así no te quedás sordo.

Clásico restaurante de mis viejos que un día fueron a visitarme por el centro y me trajeron por acá :) También cuando vamos al médico con mi mami, terminamos merendando en este lugar ella se pide un café con leche con 2 enormes medialunas y yo mi famosos licuado de durazno con leche que es súper recomendable.
Me encanta la atención de estos Mozos son súper caballeros y sumamente atentos! Tanto por la mañana como a la noche. El tiempo de demora del pedido es más bien al instante que te sientas.
Los lomos del Ruedo con papas rejillas es una delicia + el balón de cerveza transpirada es lo más!
Algo interesante es que en su carta contiene algunas comidas para celiacos.
El ambiente es un poco ruidoso, pero con buena música y altamente concurrido.

Ir de chica al centro con mi mamá para hacer las compras, significaba tomar también un licuado de banana o de durazno en El Ruedo. Con su larga trayectoria y ubicado en una esquina estratégica, no hay cordobés que no se haya sentado alguna vez a tomar y comer algo en sus mesas.
A veces, cuando se me da por la nostalgia, sigo eligiendo un licuado. Sin embargo, mis preferidos en la actualidad, son los capuchinos. Con una cereza en la punta del café y un bocadito de chocolate se traduce en la felicidad completa. Para completar el cuadro, un tostado nunca está de más.
El interior se conserva igual a las épocas en que iba de niña. Pero lo que más me gusta es sentarme afuera, con los árboles casi recostados en las mesas, abrazando con sus ramas las sombrillas. A la noche es el lugar perfecto para una cerveza helada y una picada o una pizza con amigos.
Muchos creen que es un bar para viejos. Pienso que sostener eso es reducirlo a su mínima expresión. Con todas las paradas de colectivo desparramadas en la 27 de abril, la variedad de visitantes que recibe El Ruedo, es inmensa.

Este bar ubicado en pleno centro de la Ciudad de Córdoba, al inicio de una de sus principales peatonales, existe desde 1960 y puedo asegurar que todos se sentaron en sus sillas de lata alguna vez en su vida.
El diseño es muy ochentoso y recuerda a las pizzerias y heladerías de las peatonales marplatenses. Tiene mesas tanto en su interior como en el exterior, con diarios de todo el país, siempre con mucha gente y una carta acotada con menu del día (carne al horno, merluza con verduras y minutas) y sandwicheria clásica.
Un clásico para pedir en el lugar es el balón de cerveza helada con los tostados «El ruedo» realizados con buen jamón, queso, morrones, pickles y papas fritas rejilla, con abundante relleno que permite tranquilamente suplir una cena o un almuerzo.
Otra opción para quienes no toman alcohol en días calurosos es el jugo de naranja recien exprimido y los licuados de frutas.
La atención es la típica de los lugares tradicionales: mozos de edad con sus uniformes correspondientes que no anotan nada y recuerdan todos los pedidos de manera perfecta, divididos por sectores (solo en el exterior del local hay aproximadamente 5 mozos) los que se encargan de despachar los pedidos de manera rápida y organizada.
Es un buen lugar para hacer un alto en los mediodías en los que quedaste atrapado en el centro o para sentarse en las noches calurosas a tomar algo bien fresco y ver la gente pasar.