Il Panettone

El pan mas rico a mi parecer! También masas, facturas y algunas otras cosas dulces. Con respecto al espacio para desayunar o merendar tiene una linda vista por la ubicación pero es un lugar muy ruidoso quizá por las mismas máquinas que funcionan allí dentro. Siempre se ven parejas de personas mayores y familias, mas que todo por la mañana. Es un lugar donde algunas personas deciden ir a desayunar los fines de semana, pero nunca se llena, siempre podes encontrar un lugarcito.

Como cafetería, Panettone no es el mejor de los lugares: la atención es bastante mediocre y, bueno… ¡Es una panadería! La gente entra y sale con bolsas y niños, y los empleados charlan y comentan de una punta a la otra.
Y aunque ellos mismos se metieron en el embrollo de poner mesitas y servir, no voy a ser injusta y los voy a juzgar como lo que son: una muy buena panadería.
La planificación es de lo más fresco que probé: facturas con buen sabor y tamaño, y proporciones de masa y crema justos (algo difícil de encontrar); el pan es mi favorito: crocante por fuera y suave por dentro, espectacular para hacerte unos sanguchazos baguette. Y voy a destacar las palmeritas de manteca porque soy su ferviente admiradora (y les digo que ni siquiera me gustan las palmeritas!!).
Pero lo que le da un plus a esta panadería es la venta de pastas frescas. Fideos muy ricos, ravioles muy superiores a los de supermercado, y ñoquis (sólo los viernes, no los pude probar).
Por la calidad general de los productos y por la frescura (quien es asiduo sabe cómo la gente agota el pan a cada rato), Panettone para mí pinta sin dudas como la mejor panadería de la zona. Quedará pendiente, eso sí, mejorar la parte de las mesitas.

Los productos son buenos pero la atención de las mesas bastante desatendidas. Se nota poca predisposición del personal.

Mi experiencia fue satisfactoria. Buena atención, muy amable y simpática la moza, el pedido llego rápido y en condiciones.
Rico café, y mís acompañantes le dieron el visto bueno a las masa finas y medialunas.

Mucha demora en atender y trajeron mal el pedido. El local no está gran lleno de gente como para justificar la demora y esta bastante sucio. El café como siempre está rico y las medialunas están hechas por Dios.

Tenemos esta panadería como tercera alternativa al momento de comprar pastas frescas. No porque sean malas, al contrario, son bastante buenas, solo no son excelentes.
En esta esquina funcionaba anteriormente un local de comida mexicana, así que el lugar es bastante grande y el espacio está bien aprovechado, con muchas mesitas donde sentarse a tomar un café y comer algo, incluso en la vereda hay también mesitas, pero es una zona de mucho tránsito, hay un supermercado a poquitos metros y puede ser un poco molesto merendar con tanto tráfico peatonal tan cerca.
La panificación no es tampoco sobresaliente, las facturas me han decepcionado alguna vez, pero las especialidades están bastante bien, las masas finas están muy bien y el pan mismo, es muy muy rico.
Como dije antes, venden pastas frescas, que a decir verdad son un paso intermedio entre las industrializadas que se compran en bolsita en el supermercado y una pasta artesanal de verdad, apenas puede sentirse el sabor de los ingredientes que se supone que tienen de relleno los sorrentinos, por ejemplo, pero se nota que está.
Como dije, hay un supermercado a escasos metros, así que tranquilamente podés dejar el auto en la playa y cruzarte a tomar un café con algún sandwich, los de pan francés son una delicia