Salimos del cine del Abasto con hambre. Era tarde pero no queríamos caer en el patio de comidas. Bajamos por las escalinatas de Anchorena(que por siempre llamaré «la escalera de los floggers») y en la cuadra de enfrente vimos un local de comida peruana. Sin mucha opción, entramos. Nos acomodamos en una mesa de Chabuca Grande. En este lugar las mesas tienen manteles sintéticos, es algo oscuro, en la TV pasaban videos estilo Wendy Sulka y sonaba música peruana en ¡la rockola! Nos trajeron la carta, toda cocina tradicional. Peruano 100%, nada de fusiones por acá. Pedimos papas a la huancaína y un arroz con mariscos para compartir. Cuando lo trajeron, pensamos que hubiera sido para compartir pero no entre dos, sino cuatro. Era gigante. Empezamos a mirar las otras mesas y vimos que así son todas las porciones de este lugar, al que muchas familias van a comer el acostumbrado pollo a las brasas. La comida era sabrosísima, la cuenta fue muy barata. El salón es desarreglado y descuidado, nada de ir para sentirse a gusto con el ambiente. A Chabuca Grande se va a comer mucho.
Mariano B.
Classificação do local: 3 Buenos Aires, Argentina
Fui a este restaurante peruano en más de una ocasión a la salida del cine del Abasto. Es un local grande, pobremente ambientado, con unos ladrillos a la vista bastante feos intercalados con paredes lisas pintadas de un rosa chillón. La comida está buena, típica peruana con los clásicos. Bistec a lo pobre, salchipapa, bistec a lo macho, caldo de gallina de postre tres leches. Un par de veces me pasó de estar comiendo ahí y de repente y sin a viso dos o tres músicos empiezan a tocar música parecida a la ranchera mexicana bien fuerte y ahí medio como que se corta la conversación en la mesa. Eso mucho no me gusta, pero creo que para la mayoría de los clientes que sí son peruanos es la bomba.
Eliana I.
Classificação do local: 2 Buenos Aires, Argentina
Caimos en este lugar porque muchos amigos lo mencionaron y además porque habíamos ido al cine y no hay muchos lugares para comer cerca del Abasto. Este restaurant peruano está un poco sucio y dejado y deprime un poco con las luces bajo consumo que hay. Pero la comida está muy bien. Nosotros no somos muy innovadores para pedir: siempre pedimos el típico pollo a las brasas que viene con papas y ensalada o el salchipapa, que es una locura de rico. También sirven ceviches pero después de ver la higiene del lugar no sé si me animaría a pedir uno. A veces, los fines de semana, también hay bandas peruanas tocando en vivo.