No hay lugar de la cuidad que me de más miedo que este Gandhi. Me es imposible venir y no querer comprar todooooooo. Y es que no es sólo la cantidad de libros con ediciones increíbles que tienen, si no también, la manera en la que está organizado y la luz de cada uno de los espacios. Puedes pasar horas viendo libros y no te das cuenta. El clima es perfecto, nunca hace frío ni calor, no es ruidoso; siempre hay una persona disponible para atenderte. Si decides ponerte a leer en alguno de los sillones distribuidos por toda la tienda nadie te molesta, si te quieres sentar en el piso para buscar libros en los estantes que están al ras del piso puedes hacerlo también …Es de esos pocos y raros lugares disponibles todavía que no ha tocado el Manual de Carreño o el de Gaby Vargas. Uuuf! ¡Que así siga ! ¡Aunque me siga endeudando !