«Sorginen Leizea», literalmente ‘cueva de las brujas’, constituye un impresionante complejo cárstico superficial(120 metros de longitud, una altura media de 10 a 12 metros y una amplitud de hasta 26 metros) que está situado a menos de medio kilómetro del casco urbano de Zugarramurdi. La cavidad principal de la cueva fue creada por una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, denominada la Regata del Infierno que la atraviesa conformándola como un amplio túnel. A Zugarramurdi se llega por la N-121-A si vienes de las Cuevas de Urdax( ) y también tienes la opción de hacer este recorrido andando a través del sendero que une ambas cuevas. La entrada es de 4 euros y te hacen un descuento del 10% para visitar posteriormente el Museo de las Brujas, que también merece la pena ir. No hay visitas guiadas y en la entrada te ofrecen un mapa-itinerario de las cuevas a seguir. Toda la información puedes encontrarla en su web: En el siglo XVII, la Inquisición unió la brujeria para siempre a esta localidad. El nombre de las cuevas hace mención a las celebraciones paganas que tenían lugar en algunas de sus salas y que en 1610 se celebró el Auto de Fe de Logroño, un proceso inquisitorial en el que se encausó a 53 personas de la comarca. Según se cuenta en el Museo de las Brujas, tras diversas acusaciones, llegó a intervenir la Santa inquisición, y se relata toda la tragedia que costó la vida a muchos vecinos: 11 personas fueron condenadas a morir en la hoguera(6 en persona y 5 en imágenes ya que habían muerto por enfermedad en la cárcel). Si quieres saber más sobre este acontecimiento, te recomiendo que veas el film ‘Las brujas de Zugarramundi’ del director español Alex de la Iglesia, inspirada en ese Auto de Fe. De hecho, muchas de las escenas de la película fueron grabadas en estas cuevas.