Mi Habitación Favorita

Me gustan las cafetería con aspecto romántico y acogedor, así es exactamente como me ha parecido mi habitación favorita. Una cafetería aunque pequeña muy tranquila a pesar que se conecta con el hotel por una puerta que siempre está abierta a los clientes.
El café con leche como a mi me gusta, calentito y con mucha espuma y las tartas caseras te invitaban a probar un trozo o dos o tres. Había 5 tipos de bizcochos diferentes pero al final me he decidido por el de naranja y chocolate, esponjoso y muy rico.
La recomiendo al 100×100 sobre todo a los golosos.

Los que me conocen bien saben que soy laminera y por un buen trozo de tarta de chocolate soy capaz de ir donde haga falta.
Así las cosas y aunque ya había tomado postre me fui a «Mi habitación favorita» a por un trozo de tarta y una infusión para bajar toda la cena y la tarta.
Además de lo cuqui que es el sitio, me pierde. Me pierden esas tartas hasta el punto que me cuesta decidirme.
Al final y aunque como ya he ficho que el chocolate es mi pasión, me decante por un trozo de fresa y vainilla. Si me llega a ver mi hijo pequeño se me tira a la yugular para quitármela.
La verdad, estaba delicada. La mezcla de la fresa y la vainilla en su justo equilibrio hizo que no durara mucho, menos mal que me pedí un te de frutas del bosque para rebajar.
La verdad es que me quede con las ganas de probar la de chocolate negro, pero tres postres en una noche me parecía no demasiado sino excesivo, además de que ya no tenia sitio…
Volveré como Terminator, pero esta vez con mis hijos para merendar un buen trozo de tarta de chocolate con limonada rosa que también se me quedo en el tintero.

¡Hoy he desayunado en este sitio tan cuqui! Un gustazo… La tortilla de patata de la cocinera merece estar en el «hall of fame» de esta ciudad. Además, zumos, bollería, ¡limonada rosa!, café calentito… ¡Un lugar con mucho encanto, dónde tomar algo es un gustazo!

Después de tanto tiempo oyendo hablar de mi habitación favorita, decidí visitarla hace un tiempo. Tras una primera experiencia que no cumplió del todo mis expectativas, decidí esperar para hacer la reseña en una segunda visita. Allá vamos.
El lugar es muy acogedor y su decoración especial. Puede que sea esa la clave. Esos tonos, ese orden, esa peculiar manera de mezclar los elementos, crean un ambiente que da paz, y eso en ocasiones es lo que se busca en ciertos lugares. El local no es excesivamente grande, pero creo que tampoco lo echa en falta. El servicio es muy atento y muy agradable, nos trataron fantásticamente. En la mini barra tienen expuestas los tipos de tarta y bizcochos que hacen, y la verdad son el disfrute de los amantes de lo dulce.
Además también tienen en carta aparte de las copas, una especie de bocadillos redondos tipo dónut, que están realmente buenos. Puede que sean un pelín pequeños, pero si te quedas con hambre… ahí están esas tartas esperándote.
En definitiva, no sé si tu habitación favorita será tan cuqui, ordenada y agradable, desde luego de la que yo te hablo, sí lo es. Recomendado.

La primera vez que entro en este sitio tan cuqui, me ha encantado y enamorado el lugar, la decoración es toda una obra de arte, muy cool.
Elaboración de tartas y cafes o tes variados y elaborados artesanalmente.
Solo puedo decir que si puedes vengas a probar sus tartas.

Céntrico y con una decoración muy cuidada, Mi Habitación Favorita es una de esas cafeterías dignas de escena romántica de película francesa. La carta no tiene nada que envidiar a la de otros locales, amplia en cafés, tartas y demás preparados.
Como pequeña pega, el día que fui, un martes, sólo estábamos cinco personas en la cafetería y el café tardó en llegar como si hubiera diez. En compensación, el café me resultó muy bueno, nada que ver con los de la universidad, desde luego. Y la tarta, un trocito de Red Velvet, otro lujo para el paladar.
Al margen de la espera, lo que más me enturbió la experiencia fue el precio. No es el único sitio con buen café y tartas de Zaragoza y sin embargo el coste me pareció ligeramente elevado para el producto.
De todos modos, es probable que vuelva alguna vez ¡aunque con más dinero en el bolsillo!

Lo descubrí hace un par de años y la verdad me encanto.
El sitio es muy acogedor y que decir de sus tartas, impresionantes. He probado varias y la verdad que el bizcocho es de 10 y las cremas tipo mantequilla con las que las recubren para chuparse los dedos.
Encargue una para un cumpleaños y la verdad quedó preciosa, era temática en rosa y además de bonita estaba deliciosa.
Os lo recomiendo.

Me encanta este lugar, tiene un café buenisimo y sus tartas están deliciosas. Además en la parte de abajo se pueden celebrar fiestas y eventos. Lo tienen decorado muy bien. Recomendable para ir… Ya que el ambiente tranquilo y acogedor te hace disfrutar todavía más de tu café.

Debo decir que me sorprendió su decoración fría pero a la vez acogedora. Es un lugar sencillo pero con mucho detalle. Lo mejor: el café con leche doble (en tazón!!!) y la porción de tarta red velvet. Debo decir que también el que quemadillo de ron tiene su punto y, las demás tartas son muy apetecibles.
Sé que también realiza actos privados en un reservado contiguo.
Por cierto, leyendo lo que dice nuestra CM Maña, lo de «agrocuqui» mola!!!

Espectaculares tartas, a destacar la Red Label

Bonita cafetería en el centro de Zaragoza. Variada carta de cafés e infusiones, pero sobre todo destacan sus ricos bizcochos. Buen servicio y trato al cliente. Pequeño espacio pero muy acogedor.
Para repetir.

Detén la prisa y escupe tus nervios en la puerta cuando entres a este local.
Cuando entras en Mi Habitación Favorita, es todo tan ideal, todo tan bonito, todo tan bien colocado… que sólo tienes que sentarte, dejándote envolver por el ambiente, y disfrutar.
El ambiente tiene ese rollo «agrocuqui» que ya he comentado alguna vez, en la que el estilo cottage lo inunda todo con tonos pastel, madera, mobiliario heterogéneo… con una iluminación cálida y agradable.
Cuentan con una barra en la que exponen sus tartas y bizcochos caseros recién hechos y para ser sincera, todas tienen una pinta increíble.
Yo me decanté por una tarta Hummingbird, he de reconocer que me llamó su nombre y no tanto su aspecto.
La preparación era absolutamente deliciosa con coco, plátano, piña, canela… y un frosting muy suave y cremoso nada pesado de queso crema.
Para acompañarlo, elegí un café con leche helado con sirope de avellana muy bueno.
Le eché un vistazo a la carta de tés, cafés… y también a la de cocteles y creo que no tardaré mucho en volver para probar alguna de las cositas que tenían un pintón de ser super light y deliciosas…
Por último, el servicio, súper atento, nos atendió el recepcionista del Hotel Sauce ya que este local, se encuentra dentro de sus instalaciones y aunque tienen puertas de acceso separadas, están comunicadas por el interior.
Gracias Jesús A. por la visita… :)

Tenía muchas ganas de ir y la verdad es que me quedé un poco decepcionada. Tengo que decir que sitio está bien, el local es mono, pero llegamos sobre las 9 de la noche y no quedaba prácticamente nada.
Me apetecía probar alguna de sus famosas tartas y sólo quedaban un par de bizcochos.
Vale que era tarde, pero en un sitio especializado en tartas y que se supone que cierra el fin de semana más tarde se las 12 de la noche no lo entiendo…
Aún así, tengo que decir que la porción de bizcocho de naranja que me tomé estaba buena. Así que supongo que le daré otra oportunidad y me acercaré en horario de merienda. Ya veremos si hay suerte…

Un lugar con encanto donde charlar en torno a su oferta: tartas y bizcochos suaves y deliberadamente geniales. Carta de gin&cocktails, chocolates orgánicos, cafés clásicos e innovadores. Los bagels imprescindibles para una buena merienda. En verano sus tes fríos y limonada Rosa… Que más quieres?