Sagartoki

La cocina en esta sidrería es alucinante.
Pidas lo que te pidas, una lagrimita va a caer por tu mejilla cuando pruebes sus pintxos. Y es que hacen de la simpleza de un pintxo una experiencia orgásmica-​gastronómica. A la Guindi le presta especialmente el bacalao en tempura y el pulpo al all i oli. De lekkerest! No veáis lo que disfruto viendo la cara de placer de mi chico degustando ostras frescas.
Puedes vivir la experiencia en la terracina, en la barra o toneles de su primera estancia, cuyas paredes andan repletas de recortes de prensa y galardones que han ido consiguiendo en los múltiples certámenes que se organizan en mi ciudad natal. O adentrarte en la sidrería, donde tiene una zona de mesas corridas altas, una barra más cool e igual de apetitosa que la de fuera, y mesas para cenar. ¿Os podéis creer que tienen una mesa para pinchar vinilos?
La atención es exquisita, de hecho, cuando vas un par de veces se quedan con tu cara y te atienden de maravilla, recomendándote la gastronomía según los gustos que has mostrado en anteriores visitas.
Si tenemos en cuenta la relación calidad precio, esta sidrería no resulta para nada cara. Y esto se nota en que está hasta la bandera.

Puede que me esté dejando llevar por la novedad de los Pintxos para mí, pero es que la experiencia en este sitio fue genial.
Nos lo había recomendado la directora del hotel en el que dormíamos y nos dijo que habría que probar el Pintxo de huevo con patatas, y es que ¡hay que hacerlo! Todo el que pise Vitoria tendría que ir obligatoriamente, tienen un premio por ese y algunos otros, también tienen premio a la mejor tortilla de patatas de Alava y siendo de las que no me gustan (poco hecha por dentro) es verdad que estaba muy rica. Las croquetas también riquísimas, pedimos la degustación para poder probar las cuatro variedades. Había un sushi mediterraneo que me quedé con muchas ganas de probarlo.
Y eso lo disfrutamos en la barra, tienen dentro un salón para comer en el que ponen comida que me arriesgo a decir que tiene que estar buenísima, porque se nota la calidad desde lejos, además no han parado de innovar y tienen además una zona para bebidas, también se atreven a crear en el apartado de líquidos.
El camarero fue muy amable y nos atendió genial.
¡ UnilocalCOMENDADO!

It’s about the only place I go when in Vitoria; they have plenty of other great restaurants, but I enjoy the atmosphere and the casually chic vibe of this place. It’s hip, but not «hipster», it’s friendly and not pretentious. Everything, even the stuff I wasn’t crazy about, is delicious. I’m an adventurous type and will try just about anything, so even though the menu is in Spanish, I just point to something on it or to the food on display, not knowing at all what it might be and start grubbing — I’m never disappointed. If you’re looking for something unusual and different from the standard restaurant fare — this is your place. Here’s what I had:
2 pintxo huevo frito (fried egg yolk)
4 degustacion croque (mixed flavored croquettes)
1 cru-​cru de foie (a cool dessert-​type thingy with foie gras served in a tiny cone)
4 pintxo de sushi (I could’ve passed on this, but it was definitely NOT nasty)
1 pulpo pintxo (grilled octopus on toasted bread)
1 bacalao pil-​pil (codfish in a typical yellow Basque sauce on toasted bread)
These things plus a small bottle of water came to about $ 30, but it was worth it because it was several little things and I was full and even more satisfied than had I paid the same price for one item.
Here is a link for some menu items translated in English:
By the way, «Asador» is Basque for «grill» or Spanish for «spit» — as in «put on the spit» (long wood or metal stake that game animals would be out on to roast.

Aunque el producto no es malo (de hecho, bastante rico), no me gustó nada la experiencia global en este local. Tampoco me gusta nada que me ‘condicionen’ cuando entro en un bar. Entiendo que si eres un restaurante y vas a pagar 100 € por menú te obliguen a ciertas cosas para mejorar la experiencia, más si lo tienen planteado así.
En el caso de un ‘gastro-​bar’ como este no lo entiendo tanto. Al sentarme en la barra y preguntar por la carta de «tapas» me informan que lo primero de todo es pedir de beber. ¿Perdona? Ya pediré de beber cuando haya decidido pedir de beber. Al final una caña. A eso le sumé cuatro tapas de la carta. Y vaya tapas. Eran mínimas de tamaño. Sí, muy ricas y con un trabajo de planteamiento brutal. El huevo frito tal y como lo hacen es una maravilla, pero no a esos precios. Pedí cuatro ‘mini-​tapas’ y una caña por unos 10 € y me quedé con hambre. De hecho, me quedé como si no hubiera comido. Además me llegó todo de golpe. Esto es culpa de mis expectativas, que esperaba que los pintxos llegasen escalonados y no los cuatro a la vez.
En fin, no sé si volveré.

¿Comerte un huevo frito con patatas de un bocado? Aquí es posible.
No podemos evitarlo, cada vez que pasamos por Vitoria cae un huevo frito, con premios a sus espaldas, es… ¡Sublime!
Es algo caro, unos 3 euros pero merece la pena, dejar que estalle la yema en tu boca y el crujiente de patata que lo envuelve… Tiene textura, sabor… Brutal

Sagartoki es una de mis referencias de ese centro de calidad gastronómica llamado Vitoria.
Siempre que llego, entro directa a la barra y me pido un huevo frito con patatas. Han alcanzado tanta fama que el hablar de ellos no es novedad, pero me siento en la obligación de reiterar la alabanza por considerarlo un auténtico logro culinario y acicate para despertar mi interés por la cocina contemporánea, siendo yo bastante reacia a su fama. El pequeño paquetito explota en tu boca y casi hace que pongas los ojos en blanco de la sorpresa y del buen sabor. Esta última vez estaba especialmente bueno, o yo tenía más hambre de lo habitual, una de dos. De cualquier modo, fue un éxito total que inauguró mi corta estancia en la ciudad.
Como acompañamiento pedí sidra, inspirada por el nombre del lugar y por no caer en la borrachera ladina del chacolí, muy bueno pero traicionero. La sidra vasca, además, me gusta especialmente por ser ácida y menos dulce. Aquí te la escancian bastante bien y enseguida pides otra, escudándote un poco en que la manzana no puede ser mala en ninguna de sus variantes.
En este sitio es famosa la tortilla de patatas de Senen, que ha ganado premios y que es ya un producto de moda en el supermercado de El Corte Inglés, pero a mí me apetecían croquetas y vaya si acerté: buenísimas.
Todos los pinchos que aquí he ido probando han resultado estar buenos, he visto que sirven también raciones y que hay un restaurante pasado el bar, pero a mí me basta con lo que hay en la barra. El precio no es muy barato (2,50 €) si lo que quieres es cenar-​almorzar a base de pinchos; lo recomendable es tomarte algunos aquí e ir probando otros locales, una costumbre de la zona que me gusta y comprendo, dada la tremenda calidad que ofrecen todos los mostradores de la villa. ¡Bravo!

Pedir la tortilla y sobre todo el pincho de huevo. Espectacular. Las dos cosas las venden congeladas en el gourmet del corte inglés y salen muy buenas.

Los mejores pintxos ! La tortilla de patatas y las croquetas de parmesano son … Mhh!
Je recommande a tous les français qui veulent manger des tapas à Vitoria!

Totalmente recomendable pasarse por este bar de pinchos y tomarse alguno. El local está en una calle muy cercana a la catedral nueva de Vitoria y es un sitio bastante amplio con una buena terraza.
Los camareros te atienden bien aunque a veces es un poco difícil pillarlos si no les asaltas porque van a toda prisa con tantos clientes.
La tortilla, que la sirven muy poco hecha, es de las mejores que he probado, y el huevo frito, que es un pequeño huevo dentro de una envoltura que al morderlo explota en la boca es sensacional.

Imperdonable no probar su huevo con patatas fritas… nada con que compararlo. La barra de pintxos es estupenda!
Buen ambiente y buena comida.
Quizás el local se queda pequeño y puede ser incómodo, pero merece la pena :)

Die etwas einfache Einrichtung lässt nicht die wunderbare Küche vermuten. Die Gerichte sind nicht nur reichlich sondern auch extrem lecker. Hier entscheidet man sich meistens für ein 2 oder 3 Gang Menü. Für das 3 Gang Menü sollte man sich nur entscheiden wenn man für den restlichen Tag nichts mehr essen möchte. Der Txakoli (Weißwein aus der Region) ist absolut hervorragend. Die jährlichen Vorräte reichen meist nur bis Oktober, im Spätherbst gibt es fast ausschließlich Rotwein. Das Lokal hat auch die Möglichkeit spontan eine größere Gruppe perfekt zu koordinieren ohne das vorher reserviert wurde. Der Service war absolut tippitoppi!

Un bar que merece la pena visitar para hacer un tapeo exquisito. El precio no es barato: 2,50 €/​pintxo pero algunos de ellos merecen la pena: huevo frito (yema de huevo envuelta en bacon y lámina crujiente de patata alavesa), crucru (un cono de galleta crujiente relleno de foie con franbuesa mini-​mini pero con un sabor increíble), tempura de verduras en su punto el pintxo moruno nos pareció demasiado normalito. No perderse la tortilla de patatas (campeona de España creo que en 2011), de las más sabrosas que he probado nunca. Cañas muy bien tiradas!!! Lo peor: el montón de gente que hay a horas punta, si podéis ir entre semana lo disfrutaréis el doble.

Fue elegido el mejor bar de pinchos y tapas de España en 2005. El Sagartoki se situa cerca del centro de Vitoria y puede ser un gran punto de partida para una ruta gastronómica por la capital alavesa.
Como no podría ser de otra manera, el Sagartoki cuenta con buena carta de vinos, apostando siempre por los propios de la zona, la rioja alavesa.
Cualquier pincho es excelente, pero hay que destacar dos, los dos más premiados: el pincho de tortilla de patata y el huevito frito. La tortilla es muy jugosa y está realmente deliciosa. Y el huevito frito es el pincho más famoso, se trata de una especie de masa de patata crujiente que al morderla explota en la boca para dejar paso al jugo de la yema de huevo. Está riquísimo!
Muy recomendado.