Saona

Me encanta venir a este sitio
La comida es tradicional y la decoración me encanta, te transporta a la playa sin estar en ella. Nos atendió una chica llamada Paula encantadora y la comida estaba, como siempre, espectacular. Me pedí una ensalada César de langostinos y de segundo un plato de pasta de boletus con quesos. El postre fue un griego con arándanos riquísimo. Lo recomiendo por completo, no os defraudará.

He venido a la hora de desayunar en sábado. Lo mejor del local es la decoración y los amplios ventanales. La verdad que dentro se esta muy bien.
Siempre q he pasado por aqui veo el sitio lleno y tenía ganas de entrar, además me habían comentado que estaba muy bien.
La tostada que me han dado era de pan del día anterior y estaba bastante mala. La chica de la barra ha sido cero simpática y colaboradora cuando me he acercado a pedir. Y, para colmo, he comprobado que siguen exhibiendo orgullosamente los productos hacendado con los que elaboran sus platos. Un poquito de por favor.

Debo decir que Saona me sorprendió gratamente.
En mi mente era una cafetería para ir a desayunar o merendar así qur cuando me propusieron ir a cenar, me quedé un poco a cuadros. Me comentaron que se cenaba de menú y pensé que sería algo cutre y prefabricado, pero no!
Tienen varias mesad en la terraza para cenar a la fresca y poder mirar a toda la gente que va de fiesta por la zona y criticar sus modelitos, jejeje, qué mala!
Dentro del menú hay 6 entrantes, 5 platos principales y varios postres.
En principio la idea es pedir un entrante individual pero, como compartir es vivir, decidimos pedirlos comunes y probar todos los platos.
Pedimos:
— Patatas Saona: patatas tipo gajo con piel con una salsa interesante, estaban buenas.
— crema de queso con mermelada: presentado en un tarrito de cristal, mi perdición! También estaba bueno, aunque la cantidad de tostas que incluye la ración es insuficiente para la cantidad de queso.
— Pulpo: no soy muy fan de este producto, así que poco puedo aportar, estaba correcto.
— Ensalada con queso de cabra: todo lo que lleve este queso es maravilloso, acompañado de frutos secos y bacon, típica, pero muy buena.
— fingers de pollo: Para mi, el mejor entrante! debo destscar la ternura del pollo, casi no tuve que masticar! y el rebozado, perfecto, suave, fino y con el crujiente justo.
De segundo pedí el solomillo de pollo al queso, una vez más, el pollo en un punto ideal, la crema de queso muy rica, aunque un poco escueta (sí, soy una enferma del queso) y acompañado de patatas a lo pobre. La ración no es enorme pero, al picotear bastante, te quedas bien.
y finalmente, el postre. Para no sentirnos mal, pedimos postre a compartir. La tarta de chocolote muy intensa y algo empalagosa, era muy fina pero aún así fue un poco too much. El yogur griego con mermelada estaba rico, aunque tiene poco misterio. Y el mejor para mi, la tarta de queso con arandános, mmmmm.
Volveré y prometo no juzgar nuevamente la comida de un local por su aspecto

Actualizo comentario y pese a que iba con muchísima ilusión a darle una segunda oportunidad, tanto yo como mis tres amigos que me acompañaban nos hemos quedado muertos… literalmente por calor.
Abstenerse totalmente enserio de venir en verano, y si lo hacéis preguntar si han puesto más aires acondicionados.
Esto, junto a que no les funcionaba el extractor de humos a creado tal clima que en más de dos ocasiones hemos pensado en levantarnos e irnos… Imposible comer cuando estas empapado en sudor.
Si realmente no funcionaba el extractor y ves que tus clientes lo están pasando mal, ofrecernos una botellita de agua a compartir en mesa de cuatro no cuesta nada… Pero no, alli estaba el agua en la cuenta.
Comida muy muy buena. Servicio muy muy mejorable. (Esto si que se queda como en el comentario anterior)
Yo volveré, ahora si, en invierno. Hasta entonces, ¡ nos vemos !

Customer service just got worse in Spain. Didn’t think it was possible. 4 work colleges went there for dinner last night .10 minutes to order drinks. waited 25 minutes. Drinks did not arrive… went inside to order again …15 more minutes waiting still no drinks and food order not taken so we walked away angry !!! Went to another well known very busy restaurant and got served in 2 minutes — drinks in had one minute later .Very bad service. .Owners management stop being so cheap and hire more and better staff !!! Never again

Aunque m han dicho que este sitio está muy de moda, lo cierto es que su comida no es nada del otro mundo. Además el local es de estos con una acústica horrorosa, que no oyes nada al de enfrente. Como pasa con los locales que están de moda, está llenísimo. Por probarlo bien, pero yo no iría con grandes expectativas

Saona, es un restaurante — cafetería del que había escuchado mucho hablar, por tanto, después de un largo paseo, llegamos allí con la intención de tomar un café, un té y un postre.
Nada más entrar, una camarera muy correcta nos avisó que pretendían cerrar en menos de media hora (aunque el local estaba bastante lleno y aún faltaban por servir varias mesas).
Nos sentamos y pedimos un café y un té. Para los amantes del té, Saona dispone de una carta bastante amplia de diferentes tés (me los hubiese pedido todos). Y de postre pedimos tarta de chocolate negro, muy buena.
El servicio, fue muy correcto, educado y rápido.
El local es muy muy acogedor, decorado como si del salón de una casa se tratase. Me encantó!
Me gustaría ir algún dia a degustar sus platos, pues tenian una pinta estupenda.

Lo hemos probado estas fallas, 2 veces, comida y cena.
Menús cerrados de calidad y a un precio más q decente.
Las bravas muy ricas y diferentes.
Postres caseros.
Repetiremos seguro sin el agobio fallero

Tengo una cita (de trabajo eh…) a las 11 de la mañana de un 13 de marzo en la Gran Via, y me he dado un pateo olímpico puesto que el coche se ha quedado a la entrada de la ciudad: Valencia en fallas… Faltan 20 minutos, miro alrededor y entre fallas a medio montar, vallas de todos los colores y churrerias aromatizadas al aceite requemado veo esta cafetería donde solo falta que encima de la puerta ponga «remanso de paz».
Miro la terraza de reojo. ¿Terraza en la Gran Via? No, gracias… para adentro. A decir verdad el sitio es un poco «Heidi», sillas de madera blanca, mesitas pequeñas, conchas, caracolas y farolitos de latón para decorar, muy blanquito y con mucha luz natural. Según he visto en alguna otra foto, el local ha crecido un poco y hay una zona con un silloncito con muy buena pinta para tomar café con vistas a la Gran Via.
Café con leche y tostada: el café bastante decente, la tostada de pan de chapata (Bien!) de masa precocida congelada (menos bien…), y la gracia de obligar a poner «monodosis» de aceite que te obligan a pedir más porque siempre se queda corto… Por favor que vuelvan las aceiteras! Aunque bueno, esto no es culpa de la cafetería, claro. Muy destacable el ambiente que general el local de tranquilidad y sosiego.
En resumen, en general bien. Aunque para mi es un sitio demasiado «dulzón», en Saona hoy he obtenido lo que buscaba, un poco de tranquilidad en un punto de la ciudad bastante movido, ideal para reponerse con un buen café y continuar con la marcha diaria.

Hace una semana estuvimos cenando en este local de la gran vía. Nos gustó bastante, ya que es muy acogedor y con una atención muy correcta y agradable.
La carta de menu de noche nos pareció bastante variada y amplia por un precio más que correcto. De la gran cabtidad de platos a elegir todos nos llamaron la atención, difícil elección. Puedes elaborarte desde una cena vegetariana hasta una cena al puro estilo americano.
El menú consta de entrante, plato principal, postre y bebida, por un precio que ronda los 10 – 12 euros.
Salimos muy contentos del local, sitio para repetir en todos los aspectos y seguir probando platos de su carta.

De momento le pongo un ³⁄₅. Me parece flojo para lo que estoy pagando (10 € por el menu) por una ensalada cesar con cuatro picatostes y 3 gambas y media descongeladas.
Me he venido con mi amiga porque la otra vez se quedó contenta peeeeeeero esta vez lo ha notado más flojo.
De segundo plato he pedido solomillo de pollo con camembert y patatas a lo pobre. Lo que está pobre es el plato! Y la salsa salada y el pollo y las patatas dulces! Mi amiga me ha dejado probar su hambuguesa y estaba saladísima. Se la ha terminado comiendo con cuchillo y tenedor, porque se deshacía.
Seguimos con el postre. Una tarta «muuuy buena» (como todo lo que nos ha recomendado la camarera). Es con una base de galleta, dulce de leche nata y plátano. La verdad es que tiene buena pinta, pero es un trocito de tarta en un platazo. De sabor, muy bien, aunque le faltaba algo de crujiente a la galleta y algo de madurez al plátano.
Lo mejor, la estetica desenfadada del sitio y el postre.
El local es agradable, aunque nos han hecho cambiar de lugar y nos han puesto al lado de la puerta automática que no nos deja mantener media conversación sin despistarnos.
Desde mi punto punto de vista, no voy a volver aqui. Solo lo recomiendo si no encontráis nada más. Aunque incluyendo lo que incluye el menú (bebida y postre) no debería extrañarme que la comida flojee un pelín. Seguramente, no es un sitio que vaya a recordar (ni recomendar).
PD: las plantitas de la mesa son de plástico :/

Mi experiencia es buena, es un lugar que no me importaría repetir. La atención es buena y el local está bien cuidado. No es una mala opción.

Lo había visto y me había conquistado visualmente… Pero después de probarlo solo puedo decir que repetiré y a menudo… Atención y comida de 11

Con un nombre así de seductor (sólo por estar en italiano, como que queda más guay) y una estética modernita y agradable, esta cafetería restaurante me atrajo un día cualquiera que pasaba por delante. Está en la esquinita de Gran Vía con Almirante Cadarso y es un local diáfano y con terraza, con lo cual si hace mal tiempo se puede estar calentito dentro viendo la calle (sí, me encanta ver la gente pasar) y si tienes solete, que es lo más probable en Valencia, puedes sentarte fuera; eso sí, aguanta con el tráfico de la Gran Vía que eso no te lo quita la Latte ni el Bianco. Me preguntaba si tenía Wi-​fi y ¡sí! además va estupendamente, estrellas, estrellas…
Me he dejado caer unas tres veces para trabajar allí y es bastante agradable, no hay ruidos dentro, la gente no chilla, la conexión no falla… Cierto es que el local no es muy amplio y que las sillas no son como el sofá de tu abuela precisamente, pero para pasar una mañana trabajando está muy bien. Hay varias opciones para el desayuno y la bolleríà la traen de Le Parisien, como indica el cartelito que aparece en el mostrador junto a los cruasanes y resto de delicias dulces, se ve que tienen un acuerdo y me parece buena idea. En cuanto al resto, para almorzar también hay opción a mini bocata de jamón ibérico, sobrasada y otro que no recuerdo, con bebida y olivas por 3,20 (está bueno, pero es muy mini), o lo mismo pero con bocata más grande (que tampoco es que sea de barra, la verdad) por 4,50. Lo traen bien presentado, parece que quieren darle un toque así de lujo al sitio pero para mi gusto le falta variedad porque con tres clases de bocata solamente… ¡me aburro!
Para atender, los días que yo estuve, sólo había una chica, así que cuando se llenaba a media mañana la pobre iba bastante loca poniendo cafés y se le amontonan las mesas sin recoger, además de que la barra acababa a rebosar de platos y tazas sucias, algo no muy estético para el ambiente «piji» que le quieren dar. Lo que ya no me permite dar más estrellas a este local, con todos mis respetos, es que cuando te acercas a la barra puedes ver que el pan de las tostadas, la leche y los productos que utilizan (menos la bollería) es toda Hacendado. Que me claven por unas tostaditas con pan de «Mercatronka» cuando la bollería es Le Parisien no me parece justo ¡y queda fatal la bolsa de pan de molde a la vista de la clientela! ¿Por qué no ofrecen pan de Le Parisien también en los bocatas y tostadas? o al menos que metan el Hacenbimbo en bolsas de plástico transparentes, y ojos que no ven…