Pizzería Andrea

El local, muy bien situado, nos pareció de lo más interesante cuando estábamos en busca de algo donde cenar. Presenta una carta muy variada, cosa que a veces puede resultar problemática, puesto que podría ser más simple y separar, por ejemplo, los tipos de pizza, entre otras cosas. Sin embargo, las pizzas no son ni muy grandes ni demasiado pequeñas, cosa que se agradece ya que unas veces puedes quedarte con hambre y otras tantas pasarte de largo.
En definitiva, es un sitio que me gustó y al que sin duda volvería, el servicio también fue muy bueno.

Several friends and I met here for dinner, and the salads were very fresh. They did scramble a pizza order, but there was no harm done and everyone enjoyed their meals. The staff is very friendly, and the menu has several vegetarian (not vegan) options, plus weekly specials on Wednesdays (pasta) and Thursdays (pizza). They also have a daily menu that is very reasonable, and will even deliver to your home if you live nearby. If you are going as a group, ask about their group menu offerings that are also reasonable.

Cuando llegué no había nadie y me tiró un poco para atrás, aunque también era más bien prontillo. Está bien de precio, el servicio rápido, el dueño muy agradable, la comida muy rica toda y en un buen sitio con una buena terraza. Las pizzas son de tamaño justo para no reventar tras una ensaladita o algo así y dejan sitio para el postre, además de deliciosas: masa fina y nada pesada, todo en su punto. En mi caso comí la Alex y probé la de salmón, muy ricas ambas. Los postres buenísimos: la tarta de queso con nueces y miel un colofón perfecto. Total: una ensalada, 2 pizzas, 2 tercios, 1 refresco y 2 postres = 27 €. Y ojo, hay días con precios rebajados: miércoles pasta a 3,50 y jueves pizza a 3,75. Muy recomendable.

Dado que cuando un local cambia de sitio (aunque sea una manzana), se le hace ficha nueva sin tener en cuenta los comentarios y fotos actualizados del mismo, tras reclamar en varias ocasiones sin respuesta satisfactoria, he decidido recurrir al corta y pega, única opción que me han dejado.
En esta reseña intentaré ser lo más objetiva que pueda, pero lo cierto es que conozco a la dueña, Ana, desde que yo no era más que una niña, y pensar en ir a comer allí me provoca instintivamente una salivación difícilmente controlable.
Siempre me ha sorprendido, que con la calidad que tienen sus platos, puedo dar fe de que completamente caseros, y pese a los tiempos que corren en estos momentos ¡no haya subido los precios! Sigue teniendo el miércoles día de la pasta 3,50 € y el jueves día de la pizza a 3,75 €
¿Sabéis por qué? Yo se lo pregunté. Ella lleva media vida en esa pizzeria, y cuando empezó, fueron los estudiantes de Benimaclet y la gente joven de la zona, la que iba a comer y cenar allí. Ella sabe que precisamente el poder adquisitivo de su clientela habitual no está demasiado boyante, así que no ha querido nunca perder a la gente que le ayudó a empezar.
Os recomiendo encarecidamente las patatas Andrea, las mozzarelas al forno, las pizzas, los increíbles platos de pasta… Dejo al margen que los escalopines al roquefort son mi debilidad (pero eso ya es algo personal entre ese plato y yo).
Andrea se ha trasladado definitivamente a Vicent Zaragozá y al estrenar local y terraza (reforma que les ha quedado espectacular), os insto a acudir tanto a probar el menú del día, como a cenar a la carta en cualquier momento. Hacen menús de grupo a precios ajustados y asequibles (preguntarle a Ana o a Quintín y os lo arreglan al gusto).
Además ahora tienen ofertas de cervezas + tapas, sangría, mojitos y jarras de agua de Valencia por 4 euros, ¡¡cada tarde, todos los días!

La pizzeria Andrea, que ya era uno de mis sitios preferidos, después de su deseado traslado, lo va a seguir siendo muchos años más.
Han respetado los precios «de risa» de siempre y han mejorado el servicio, ya que en el nuevo local, la cocina y la barra son mucho mas amplias, y con la pedazo de terraza que tienen ahora, cenar fresquito en verano es estupendo. Además el ambientazo de esa calle es brutal, está repleto de bares de copas y eso siempre anima a salir y volver una vez más.
Si tienes una cena de grupo, o no sabes dónde ir con tu pareja, ni te lo pienses.
No te defraudará.