Pastelería el Taller

Espectacular. Fart de les típiques formules de «tres xocolates» o de les pastisseries amb renom de tota la vida, vaig decidir provar sort amb El Taller de Juan. «Si fa els cruasans bé no serà casualitat, serà saber fer».
Efectivament, una nevera-​congelador mostra les creacions en eixos dies, segons el gust del mestre: xocolate belga amb cruixent d’avellana, o una de xocolate blanc amb fruita de la passió… es poden encarregar al gust però amb 48h laborables d’antelació. Però no cal, una de xocolate belga, de mida perfecta per a dos (o 6 si voleu acabar-​la en el dia, jeje) ix per un preu molt, molt bo i una qualitat i sabor excepcional. Tant bona estava que ara costarà anar a un altre lloc, perquè serà pitjor quasi al 100%.
El personal molt amable i pacient, encara que estiguen fins a dalt de feina cada dia sense parar. I Juan, que dir de Juan, un gran savi de l’ofici i de la vida.
Ah! si és època, no oblideu tastar el massapà de Sant Donís… el millor que he tasta, ametla de qualitat i poc sucre. Jo mai he pogut menjar-​me un a fruita sencera sense «embafar-​me», però d’estes podria menjar 10 sense parar. No és només que estigues bones, és que estan ben fetes en tots els sentits possibles. El preu ací si s’incrementa, però be, una vegada a l’any val la pena.

Descubrí este pequeño establecimiento a raíz de que un compañero dejaba el trabajo. Como despedida, nuestro compi trajo una empanada y un pastel de brownie. Ya por la pinta, parecía estar bueno; pero cuando pude probarlo me pareció ver a Dios, con perdón. Fue la mejor torta de tomate y el mejor brownie que había comido nunca. Enseguida me enteré que tales ambrosías provenían de una pequeña pastelería del barrio.
Discípulo de Ferrán Adrià, este señor realiza verdaderas obras de arte culinarias. Mención especial a la tarta de manzana y al croissant relleno de chocolate y crema.
Ahora bien, como artista que es, hay que pagarle!
Lo recomiendo con los ojos cerrados! :D

Esta mañana he entrado a esta pastelería atraída por las buenas críticas y he comprado un trozo de plum cake de nueces y un trozo de tartaleta de salmón y cebolla caramelizada. La tartaleta esta muy buena y ha sido una sorpresa gástrica descubrir que lleva trocitos de almendra. mmm y el plum cake debo decir (consciente de repetirme en palabras) que esta muy bueno también. Me he ido deseando probar lo que me dejaba a la vista: pasteles, otras tartaletas, otros plum cakes… Volveré eso si, con excusa para un dia especial pues la única pega :(no es barato. Aunque me apetece probar los croissants y la tarta de manzana que tan buenas recomendaciones tiene.

Una de las mejores pastelerías de Valencia. Allí vais a poder encontrar una gran variedad de pasteles para poder quedar bien con vuestras visitas. No es barato pero de vez en cuando vale la pena darse un capricho. Ojo porque tienen bastante fama y si vas tarde puedes encontrarse con la desagradable sorpresa de que esos pastelitos de los que tanto te han hablado y que están tan buenos ya no quedan. Te lo digo por experiencia. Recomiendo los cruasanes, un auténtico manjar. Pero te digo lo mismo, si un sábado te has levantado con el antojo de un cruasán del Taller o es pronto o te vas a tener que conformar con comprártelos en Mercadona. Para evitar eso se pueden encargar de un día para otro.

He llegado a esta pequeña joya atraído por su sugerente vitrina llena de libros de cocina y alimentación y por el hecho de que desde el mostrador del local se ve la sala de máquinas del recinto, el lugar donde se manufacturan –trabajan a ritmo industrial pese a su toque artesanal– sus perlas alimenticias.
No he probado sus pasteles, pero si sus tartaletas y montaditos salados, que son un primor. Hechos con gracia, trabajan con multitud de ingredientes (caviar, cebolla caramelizada, salmón, habas pequeñas) que bien combinados sobre la base del hojaldre resultan maravillosos.
Este negocio, a pesar de que no tiene una carta o menú de productos, funciona gracias al arte en la cocina de Juan. Estamos a mitad de noviembre y ya están a punto de no aceptar más encargos de cara a navidad.

En esta pastelería puedes comprar pan, pero lo que realmente a lo que se debe ir principalmente es a comprar algún pastel. El pastelero es discípulo de Ferràn Adriá y hace honor a ello. Puedes elegir confituras de mil sabores y siempre encontrarás un nuevo sabor o una nueva mezcla de sabores, son realmente delicateses. Yo recomiendo que probéis los merengues de fruta de la pasión, y la tarta de chocolate y fruta de la pasión.
Si bien en cuanto a sabores este sitio es explendido, en cuanto a precios te puedes llevar llevar alguna sorpresilla, ya que no deja de ser una pastelería que surgió con aires minimalistas y que poco a poco va acomodándose a una pastelería de carácter más familiar, sin bajar la calidad pero si acomodando un poco más los precios.