Peluquería clásica de caballeros. Y cuando digo clásica, me refiero a que parece que el tiempo se paró en 1980. No esperes utensilios de última tecnología, ni peinados para ir a un pase de modelos. Aquí vienen los jubilados del barrio a que les afeiten, hagan el corte de los pocos pelos que les quedan, y charlar sobre el Valencia, el Levante, o el gobierno. Yo voy porque no es muy caro respecto a otros sitios en los que he ido, aquí te cortan el pelo, te lo enjuagan, y poco más. No digo que si pides algo muy concreto el jefe o el empleado te lo hagan, pero no es lo habitual. Mientras te cortan el pelo, dos pajarillos en una jaulilla en una esquina, y la radio con M80 o Cadena Dial, amenizan el local. Si estás esperando, tienes revistas del corazón(imagino que dirigido a las esposas de los clientes), tebeos para los niños, y unas cuantas interviú. Como dije, en los años 80. Por lo general no se pide cita, entras y si hay alguien esperas, y si no, pues te atienden en el acto.