El Taller de Carola

Simplemente, no puedo decir nada negativo de este sitio. Todos los días, con mi pareja paso por delante de su esquina y nos quedamos mirando como hipnotizados sus escaparates. Esta tienda es, según dice ella, perfecta.
Como su nombre indica es un taller de decoración, o sea que encuentras todo lo que necesitas para iluminar, decorar, amueblar o regalar. Y es que todo está cuidado con sumo buen gusto, las numerosas lámparas que decoran y se exponen, los diferentes muebles de distintos estilos y maderas y la gran variedad de articulos que pueden formar de tu hogar un espacio de ensueño. Nuestro gran problema es el precio, lamentablemente, este mundo de exquisita decoración no es para todos los bolsillos, pero vale la pena echar un vistazo.

Lo de que tu bíblia sea una revista no es muy buena idea, pero si además es el AD (la mejor revista de decoración del mundo) mal vamos… Porque uno la abre por donde los reportajes y empieza a imaginar que esa puede ser su casa, y se encapricha de objetos que quedan fabulosos pero son carísimos.
En esas me vi cuando llevaba ya tres números viendo las mismas sillas en varias casas diferentes. De hierro, con el respaldo redondeado y las patas lisas.
Ya casi lo tenía olvidado (porque en estos meses, el bombardeo de Navidad es espectacular) cuando las vi desde el escaparate del Taller de Carola. Claro, otra vez las deseé con las ansias del principio. Hasta cuatro veces pase por delante sólo para mirar, porque no quería lanzarme a gastar sin estar del todo seguro.
Bueno, no digo más y estoy sentado sobre una. Desde que la tengo los textos me salen mejor.

Por toda la ciudad he estado buscando en estos días una lámpara de escritorio que tenga la bombilla de alógeno. Aunque este tipo de luz incremente la factura de la luz considerablemente, me gusta porque es más personal y menos fría que la luz blanca o, inclusive, la luz amarilla, que se le parece, que también llega a ser poco íntima… para mí.
En este local entré buscando la dichosa lámpara pero tampoco la encontré. La dueña, que se dedica al diseño de interiores en casas y oficinas, de ahí que el sitio se llame el taller y Carola por el nombre de ella, me sugiró una lámpara muy guapa, metálica, que bien se puede poner en un escritorio o en una mesa de estudio. Me decidí por esta, pero ahora le tengo que cambiar la instalación interior para poderla adaptar a un foco de alógeno.