El León Dulce

«Paseando por la calle yo te vi y un día yo me enamoré de ti…»
Llegamos sin ser conscientes de hacia dónde íbamos. Buscábamos un lugar donde compartir ideas, pensamientos y batallas en un día gris donde no se puede pensar con claridad. Encontramos el lugar perfecto para sumergir nuestros anhelos…
Una taza de chocolate caliente: ¡un vaso de leche y un cuenco con trocitos de chocolate! Qué sorpresa. No imaginé que la presentación fuera tan apetitosa.
Debo decir que salimos del lugar con la energía renovada.
Fue más que un chocolate…

Aviso: esta reseña puede provocar salivación extrema, sudoración descontrolada e impulsos irrefrenables de coger el primer autobús al Ayuntamiento.
Hace ya un año abrió en pleno centro de Valencia la primera chocolatería genuinamente belga de la ciudad. Su salón con silloncitos permite tomar allí mismo lo que te apetezca de la enormísima variedad. Pero no nos engañemos: aquí donde se come realmente en en el escaparate. Por los ojos.
Especializados sobre todo en bombones, no por ello dejan de tener todo tipo de pasteles, tartaletas, hojaldres, tabletas, flanes, bizcochos, mousse, cupcakes, trufas, rosquillas, merengues… Y la sorpresa ¡cervezas de importación a 3 €! No es recomendable mezclarlas con los chocolates… O, bueno, para gustos…
El león, símbolo de Bélgica, encabeza todo este elenco de placer comestible, y es que pueden decir con orgullo que todos sus productos están hechos con materias primas totalmente naturales, nada de aditivos ni guarrerías. Esto, muy amablemente, te lo contará Sabine –la dueña– a poco que le des conversación.
Si los diabéticos ya se están lamentando por no poder disfrutar de esta maravilla chocolateada, están de suerte. El catálogo de productos especializados sin azúcar tampoco es corto. Lo mismo para celíacos y veganos, pues han pensado también en las personas que se privan de ciertos bocados debido a que en su composición hay gluten o huevo.
Como buena chocolatería, cuentan también con su parte freak de figuritas moldeadas en chocolate, incluyendo por supuesto clásicos autóctonos como una miniatura de l’Hemisfèric o el escudo de Valencia. En este aspecto, trabajan bastante por encargo, personalizando todo tipo de figuras y pasteles o hasta haciendo marcos para foto.
En definitiva, ya hemos babeado suficiente. Ahora, id y probarlo. Los precios no os asustarán.