Correos

Saturación absoluta en la oficina de correos y es que tras un puente de tres días, ayer día 4 de mayo los señores de correos habían hecho huelga. Tras una hora haciendo cola para recoger mi paquetito, que era el regalo de cumpleaños de mi hermana que está en Manchester, no encuentro el papelito y me dicen que sin papelito no hay paquetito. Tras una carita de pena y de súplica el señor de correos se apiada de mi y me hace el «favor» de buscar mi paquete.
Mi resumen es que hay poca gente trabajando y por eso hacen huelga lo cual me parece perfecto, pero también poquitas ganas de trabajar, eso ya no me parece tan bien.

Me gustan las oficinas de correos. Sí, soy así de particular. Me gustan porque me recuerdan a la ilusión de antes de mirar en el buzón y esperar recibir algo más que facturas o cuentas del banco.
Y ésta, especialmente, me ha parecido siempre una buena oficina de correos. Será porque nunca he tenido que esperar demasiado, porque me han atendido siempre con amabilidad, o porque es espaciosa, amplia y luminosa, lo que le da una atmósfera mucho más agradable que aquellas que parecen cubículos de Mordor (que las hay).
Así que al margen de que sea la que me viene más cerca de casa, es de todas las que he utilizado (y han sido unas cuantas), la que más me gusta. Bueno, junto a la del Ayuntamiento, cuyo edificio es IMPRESIONANTE (vale la pena entrar sólo para verlo), pero que de vez en cuando también tiene unas colas del mismo calibre.
Si todavía eres de los que utilizan el servicio postal, no te defraudarán.

Lo bueno de estos sitios es que la gente que te atiende no depende directamente de lo que gane allí, es decir no va a comisión. Por lo tanto, si les pides consejo sobre cuál es la mejor forma (y la más económica) de enviar algo por correo te van a contestar sinceramente.
El sitio está muy bien, tienen su turnomatic para coger tu papelito con el turno y separa los envíos de las recogidas para agilizar la cola.
En fin, es un sitio bastante rápido; no intentan convencerte de que uses los servicios más caros, se limitan a orientarte y aconsejarte y encima se responsabilizan y garantizan que lo que envíes va a llegar a su destino. De hecho si mandas algo por correo certificado o por correo urgente te dan un código para que puedas consultar en Internet por dónde va tu envío en cualquier momento.
Confieso que soy de los que todavía envía sus cosas por Correos, no me planteo pasarme a las compañías privadas de momento.

Esta oficina de correos está en la misma calle del sitio en donde estoy viviendo, y la utilicé para enviar un documento muy importante a Australia.
Os confieso que por un momento me dio miedo que el documento no fuera a llegar, porque en México el sistema de correos es muy malo (hay cartas que tardan hasta más de seis meses en llegar a su destino y otras que a veces ni siquiera llegan). La persona que me atendió me acabó convenciendo de que el sistema de correos español es muy bueno y que –si pagaba 5 euros por el correo certificado, del que te dan un número de referencia para ir siguiendo por internet lo que envías– no iba a tener ningún problema.
Finalmente así lo hice y el documento –gracias al buen sistema de correos que hay en España y Australia– llegó felizmente a su destino después de una semana.