Baltasar Seguí

Que un s’acostuma molt prompte a lo bo! Passi per allí despres de llegir diverses recomanacions d’altres Unilocalers però esta primera visita va ser molt ràpida, massa. Al no poder aparcar per la contornada, vaig deixar el cotxe en doble fila i només em va donar temps a mirar part de la cantitat de begudes que allí tenen exposades, uns barrils a manera de taules i gent demanant els seus quintos per a prendre’ls allí mateix de peu. Al final em vaig decidir per emportar-​me vermut, la veritat és que ja anava amb eixa idea, i de barril. Litre i mig de bon vermut i és ací on ve el meu problema, s’acaba perquè tot lo bo s’acaba i tonto de mi mentres tornava a passar-​me per allí em compri una botella d’eixes que venen en els grans supermercats que t’ho venen com a vermut i no senyors, mentida! És possible que ho utilitze per a qualsevol altra cosa que no siga beure-​ho.
Que uno se acostumbra muy pronto a la bueno! Pase por alli despues de leer varias recomendaciones de otros Unilocalers pero esta primera visita fue muy rápida, demasiado. Al no poder aparcar por los alrededores, deje el coche en doble fila y solo me dio tiempo a mirar parte de la cantida de bebidas que alli tienen expuestas, unos barriles a modo de mesas y gente pidiendo sus quintos para tomarlos alli mismo de pie. Al final me decidi por llevarme vermut, la verdad es que ya iba con esa idea, y de barril. Litro y medio de buen vermut y es aqui donde viene mi problema, se acabo porque todo lo bueno se acaba y tonto de mi mientras volvia a pasarme por alli me compre una botella de esas que venden en los grandes supermercados que te lo venden como vermut y no señores, mentira! Es posible que lo utilice para cualquier otra cosa que no sea beberlo.

Two words: OLD SKOOL! It’s such a delight to walk into a bar and be magically transported to days gone by, especially when you are surrounded by multiple shelves chockablock with wine, beer, liquors and spirits.
Before being introduced to this place, I had walked past it a million times without even noticing it. I always thought it was just a shop and didn’t realise there was a small bar tucked away inside. What a joy to finally discover this hidden jewel!
Now that I know what’s inside, I come here to keep a Spanish tradition alive known as «La Hora del Vermut» (Vermouth Time). It takes place just before lunch and serves to whet your appetite before lunch, basically an apéritif! It may be known as Vermouth Time but you can drink whatever you like: beer, wine, soft drink etc. However, in this bar it is traditional to take advantage of their homemade vermouth (vermut casero) that goes for 1 € a glass. It goes down extremely well and you can’t help going for multiple rounds! Also, apart from getting rather inebriated on premises you can also take some back with you. The traditional method is to come loaded with an empty bottle to be filled up but if you don’t have one, they can provide you with one instead. It’s a joy to see places that still maintain these old traditions; I remember back in the days being sent to our local bodega to get wine bottles topped up even before I was of legal age to drink alcohol…
If you want to feel like a proper local, cross the river from the main part of town and venture into this neighbourhood with its own distinctive vibe and help us maintain these traditions well and truly alive and vibrant! Although, honestly, we are doing quite a good job of it already…

Local indispensable si quieres pasar un buen rato con mezcla de dos mundos, el «antiguo» al estar rodeado de barriles y millones de botellas de distintos tamaños, colores, olores y sabores. Vamos, una bodega de toda la vida copón! !
El otro mundo es el mundo «casero», ya que al estar allí te darás cuenta en pocos minutos que formas parte de una gran familia. La familia que aprecia los buenos ratos acompañados de algún picoteo y como no… bebida.
El vermú casero es el rey. Por lo menos para nuestra comunidad de Unilocalers asiduos al local.
Ya que al tenerlo tan cerca de casa es recordado o visitado una vez por semana (si se puede, claro).
Para las personas que nunca han ido y les ha gustado los diferentes brebajes, existe la posibilidad de llevárselos en botellas de plástico que amablemente te dan ellos. Otra opción (como buena bodega) es la de llevarte tu recipiente y que te lo rellenen.
Precios muuuuy económicos y trato estupendo. Lugar de culto para los Benimacleter@s y habitantes cercanos.
No te lo puedes perder, ya lo verás como repites!!!

Entrar en esta bodega es recordar mi tierna infancia, cuando mi madre me mandaba ir a la bodeguita cercana a mi casa de aquel entonces, a rellenar la botella de vino.
En este caso, a diferencia de la que yo recuerdo con cariño, además de encontrar botellas de vino, cava y demás bebidas no aptas para menores, te puedes permitir el lujo, o capricho, de tomarte un vermut, copa de vino, cerveza,… acompañados de unas ricas aceitunas, con un ligero toque picante, para que necesites beber un poco más.
El local en sí no es muy grande y, si tienes suerte, puedes acomodar tus enseres en los enormes toneles que hacen de mesa. Y sentirte afortunado si, además, consigues uno de los pocos taburetes que hay. Lo normal, por tanto, es quedarse de pie y compartir unos sorbos con buena compañía.

Maravillosa bodega de esas que conservan el encanto de antaño, muy bien surtida de vinos, licores, vermouths, cavas, y todo los goodies embotellados que te puedas imaginar. Tiene mesas-​barril para tomarte algo a gusto, y según me dicen es novedad pero tienen una pequeña carta de picoteo con platos de jamón y embutido variado, boquerones, olivas, y bolsas de patatas fritas que recomiendo encarecidamente no sólo porque cunden y son baratas, sino porque están muy buenas.
Además de ir con amigos, pasarlo genial y beber hasta perder los buenos modales, se puede comprar a granel o embotellado el vermouth, y hay también vinagre artesano, sólo tienes que llevar tu botella o bien elegir de las que tienen «para rellenar», y para casita tan contento. Si eres como yo y tienes una suegra amante del vermouth, es un buen lugar para ir a tomar algo, y además invitar y quedar como un rey o reina, porque está muy bien de precio!!!

Un lugar de esos con encanto! Una bodega de toda la vida donde hacer unos bermuth o uno vinos con un precio más que aceptable. Tienen todo tipo de licores. Es un lugar de esos entrañables donde siempre puedes ir con quien quieras, que te sentirás siempre muy agusto.
Un lugar ideal para cargarse de «espíritu» !!!

Lo de esta bodega ¡es un escándalo! No sólo puedes encontrar bebidasque difícilmente encontrarías en ningún otro lugar, es que además sus precios no son ni mucho menos desorbitados. Tiene una inmensa variedad de licores, vinos, ginebras, rones, absentas, mistelas… algunos de los cuales como el licor de picotas o el anís escarchado, no suelen ser nada habituales.
Pero lo más entrañable de este rincón, además de su decoración tradicional y ese encanto de barrio que en muchos lugares se ha perdido, es que tienen barriles de los que puedes obtener lo mismo un vermú por 1 euros (¡y qué vermú!) que una botella de vino. Todo a la vieja usanza, con una atención estupenda y unos precios para todos los bolsillos.
Una bodega con encanto en la que da gusto entrar y sales siempre con una sonrisa.

Baltasar, un señor de unos 70 años de edad, es el dueño de esta antigua bodega. Desde luego que si un día vas a la tienda y das con él, verás que sabe bastante de vinos. Aunque también hay un chico despachando.
Es una bodega que vende vino embotellado pero también vinos y licores a granel. De ahí ese olor a madera, a alcohol, a vino y a anís que se desprende del trasiego con los toneles.
Tienen una barra de mostrador y unos toneles que hacen las veces de mesa para tomarse unos vinillos o alguna cerveza especial en compañía de una tapa fría de conservas o algo de mojama, jamón y queso.
Vende vinos nacionales e internacionales y es una buena opción para comprar un buen vino y no gastar mucho dinero. Tienen muchas ideas para regalos.

Es una bodega de las de toda la vida. Nada más entrar ya notas lo añejo del lugar por el olor a vino que te llega. Tienen nada más entrar una barra de mármol gigante que, a pesar de su altura, permite divisar los enormes barriles que tiene detrás que sirven vino y mistela a granel a los clientes. Además de a granel la bodega tiene una gran cantidad de vinos embotellados con etiquetas con los precios con lo que te evitas estar preguntando continuamente al dueño. La gente que regenta el negocio parecen muy majetes con lo que si tenéis alguna duda os ofrecerán algún consejo sin problema.
También tienen licores, ginebras, whiskys, rones, orujos, vodkas y demás bebidas alcohólicas de alta graduación desde las más económicas hasta las más exclusivas. De hecho mi experiencia en este lugar su como consecuencia de la compra de una botellita de ginebra para un amigo por su cumpleaños. Una única pega, pregunté si tenían alguna cajita para poder meter la botella como era para regalo, por no dar la botella a palo seco y después de buscar en su almacén no me pudo ayudar. Eso sí, me comentó que cerca había una tienda de regalos en la que podría encontrar algo para meter la botella.
Al final de la tienda hay tres barriles que sirven de mesa. Además de comprar vino y licores se puedes degustar allí mismo acompañados de alguna tapa fría o conservas.

Entrar a este sitio es rememorar la arquitectura y la distribución que tenían la mayoría de los locales de mediados de siglo veinte o antes, porque tiene una inmensa barra y unos estantes enormes al fondo que míden como metro y medio (todos de madera), donde tienen perfectamente clasificadas una gran cantidad de botellas. De hecho el local es una inmensa bodega de vinos de reserva, champagne, licores y hasta tequila.
Yo compré aquí –y aprovechando la coyuntura navideña– 4 botellas de vino más unas latas en conserva por 35 euros. Los productos vienen presentados en unas canastas muy bien decoradas que pueden servir también para regalar o bien para llevar a alguna reunión.
El local está abierto desde 1957 y vale la pena visitarlo, aunque no se compre nada, para palpar de manera directa la historia de la ciudad.

Es la bodega mas antigua de benimaclet. Yo la conozco desde pequeño y ya tengo 40 años.Gran seleccion de vinos y bebidas espirutirosas, recomendable sin lugar a dudas, en cuanto a precios muy buenos precios, para todos los gustos y bolsillos…¡hecharle un vistazo!

Ademas de tener un muy buen surtido en todo tipo de bebidas alcoholicas, tambien se puede comprar vino, coñac o vinagre a granel, lo cual es interesante si se compran para cocinar y no como bebida de mesa.